La historia de cómo la Navidad estuvo prohibida durante años en Estados Unidos y Reino Unido

La Navidad, una de las celebraciones más esperadas por las familias en la actualidad, enfrentó en el siglo XVII una prohibición estricta en Reino Unido y Estados Unidos. Para los puritanos, era una fiesta pagana “disfrazada de cristiana”, plagada de excesos y desenfreno.

En Massachusetts, los puritanos multaron a quienes celebraban la Navidad, considerándola una distracción pecaminosa

Todo comenzó en Inglaterra durante la Guerra Civil. En 1647, cuando el Parlamento de ese país estaba controlado por los puritanos, se declaró ilegal celebrar la Navidad. Este grupo afirmaba que buscaba purificar la Iglesia de Inglaterra y, por eso, rechazaban las fiestas, los banquetes y la decoración navideña, como los adornos de acebo y las velas.

Según cuenta el historiador Stephen Nissenbaum en una entrevista a National Geographic, “la Navidad no era más que una fiesta pagana recubierta de un barniz cristiano”.

En ese contexto, las iglesias fueron cerradas y los soldados se desplegaron para desmantelar celebraciones clandestinas. La oposición no tardó en aparecer. En ciudades como Norwich y Canterbury, los habitantes protestaron y saquearon locales abiertos en Navidad. La Revuelta Navideña de Canterbury de 1647 fue un ejemplo emblemático: los ciudadanos tomaron el control de la ciudad y colgaron la típica planta navideña acebo en todos rincones, de manera desafiante, según consigna otro artículo del mismo medio.

La tensión entre los puritanos y el resto de la población aumentó cuando el Parlamento incluso ordenó el trabajo obligatorio el 25 de diciembre y envió soldados para derribar decoraciones. Los habitantes respondieron con panfletos como A Vindication of Christmas (Una Vindicación de la Navidad), que defendía las celebraciones y criticaba la prohibición.

Oliver Cromwell respaldó la prohibición puritana de la Navidad, manteniendo las restricciones que la consideraban una celebración pagana y excesiva

Por qué se prohibió la Navidad en algunas regiones de Estados Unidos

Los puritanos llevaron sus creencias a las colonias americanas. En 1659, la Asamblea General de Massachusetts multó con cinco chelines a quienes celebraran la Navidad. La festividad fue considerada una distracción pecaminosa que desviaba a los fieles de la verdadera adoración, según History. Aunque muchos colonos seguían con los festejos en secreto, otros desafiaron abiertamente la ley.

El castigo no logró erradicar las celebraciones, pero sí disminuyó su popularidad en la región. Como explican registros de la Colonia de la Bahía de Massachusetts, las autoridades puritanas señalaban que “la verdadera devoción se desvirtuaba con las fiestas y el desenfreno”.

De Oliver Cromwell al retorno de la Navidad

En 1653, Oliver Cromwell asumió como Lord Protector. Aunque la prohibición navideña ya había sido impuesta antes de su ascenso, él decidió no revertirla. Bajo su mandato, el Parlamento puritano reforzó la vigilancia y continuó con las represiones de las festividades.

La muerte de Cromwell en 1658 debilitó el poder puritano. El Parlamento, sin un líder fuerte, no pudo sostener las leyes restrictivas, según Historia Universal.

En 1660, la restauración de la monarquía con Carlos II puso fin a la prohibición en Inglaterra. Los adornos de acebo regresaron a las iglesias, mientras que los banquetes y festivales se reanudaron. Por su parte, Samuel Pepys, un reconocido cronista de la época, anotó en su diario cómo asistió a misas y celebró la Navidad con comidas tradicionales.

En 1660, Carlos II restauró la monarquía en Inglaterra y permitió el regreso de las celebraciones navideñas

En Estados Unidos, sin embargo, la Navidad mantuvo su impopularidad en varias regiones hasta el siglo XIX. El auge de la literatura navideña, como Cuento de Navidad de Charles Dickens, y las tradiciones europeas ayudaron a restaurar el espíritu navideño. Para 1870, el gobierno de Estados Unidos declaró la Navidad como día festivo federal.

En el siglo XVII, los puritanos prohibieron la Navidad en Reino Unido y Estados Unidos, al considerarla una celebración pagana. Descubre cómo esta censura desató disturbios y resistencias.Estados UnidosLA NACION

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