Talleres ganó con el corazón y acaricia la permanencia: los detalles de una victoria fundamental

Talleres lo hizo, al fin. Ganó un partido tremendo en el Amalfitani de Liniers frente a Vélez, 1 a 0, a puro “huevo”, entrega y corazón, como se debe jugar un partido por la permanencia.

Y en el primero de los tres encuentros del cierre del torneo, metió un triunfazo que le abrió las puertas a la permanencia y que, paradójicamente, lo pone también cerca del pase a los octavos de final.

Era un duelo que pocos creían que la “T” pudiera ganar, pero, gracias a una sólida tarea defensiva, a un planteo inteligente de su entrenador y a un compromiso grupal encomiable, logró lo que fue a buscar: tres puntos invalorables, de esos que se disfrutan y saborean.

Salió a jugar el partido con la presión del triunfo previo de Aldosivi, que lo metía en zona de descenso y lo obligaba a ganar o, al menos, empatar sí o sí un partido que, en la previa, pintaba como complicadísimo.

Carlos Tevez en el triunfo 1 a 0 ante Vélez. (Fotobaires).

Tevez eligió un equipo con pretensiones de transiciones rápidas, con la inclusión del colombiano Angulo para sumarle, junto a Rick, aún más velocidad en la llegada al arco contrario. La “T” lució mejor y con más protagonismo en el primer tramo del partido, con Ortegoza enchufado en las intercepciones, buscando al extremo brasileño, quien tuvo la más clara a los 16 minutos: una jugada individual que lo puso de frente a Marchiori, pero su remate cruzado se fue apenas afuera.

Una temprana amarilla para Portilla, a los 6 minutos, lo condicionó y no fue una buena noticia para el Matador, ya que al volante central colombiano le tocaba lidiar en el medio y fajarse con Bouzat y “rapiditos” como Carrizo y Baeza. Sin embargo, el buen funcionamiento del bloque defensivo albiazul, con cuatro volantes predispuestos al sacrificio, ayudó a disimular el contratiempo.

A los 31 minutos fue Angulo quien lo tuvo: a pura velocidad trepó por izquierda, puso quinta y quedó de frente a Marchiori, pero definió mal. Y ahí nomás, a los 33, fue Rick, otra vez, quien se lo perdió. Talleres estaba más cerca, superaba a Vélez y lo controlaba. El planteo del “Apache” era el adecuado y merecía ponerse en ventaja, pero fallaba en la puntada final.

Vélez llegó por primera vez al arco de Herrera a los 43 minutos, una prueba clara de una superioridad que estuvo otra vez a punto de plasmarse en el marcador.

Talleres y su triunfazo ante Vélez. (Fotobaires).

Golpeó primero y a tiempo

Talleres salió en el complemento tan decidido como en el primer tiempo y tuvo rápido premio a su insistencia. A los 4 minutos armó una gran jugada asociada que partió de Ortegoza y se prolongó en el medio con Portilla, quien metió un pase magistral a Cáceres, que llegó de sorpresa al área velezana y definió muy bien, abajo. Primer gol para el mediocentro que llegó de Racing y que ponía a la “T” no solo a salvo del descenso, sino también en zona de clasificación a los octavos. Un gol con valor agregado por donde se lo mirara.

En desventaja, Barros Schelotto metió mano en el banco y dispuso los ingresos de Valdez y Silvero para romper la inercia y buscar el empate. Pero Talleres se atavió para la resistencia, a partir de los cambios a tiempo y acertados que hizo Tevez para aguantar el partido y el resultado. Entraron Navarro, Mosqueira y Gómez con ese fin.

Vélez ante Talleres por la fecha 14 del Clausura. (Fotobaires).

Después, Vélez arrinconó a la “T” con centros, pelotazos y presión pura, pero el equipo cordobés selló un pacto de compromiso y solidaridad grupal, con la irrupción de Guido Herrera como figura central.

El arquero tapó todo y más en el último tramo del juego: se cargó el equipo al hombro, hizo tiempo, fue amonestado y jugó al límite de la expulsión. Todo para asegurar un resultado que Talleres necesitaba como el agua en el desierto para quedar cada vez más cerca de quedarse en Primera.

Talleres lo hizo, al fin. Ganó un partido tremendo en el Amalfitani de Liniers frente a Vélez, 1 a 0, a puro “huevo”, entrega y corazón, como se debe jugar un partido por la permanencia. Y en el primero de los tres encuentros del cierre del torneo, metió un triunfazo que le abrió las puertas a la permanencia y que, paradójicamente, lo pone también cerca del pase a los octavos de final.Era un duelo que pocos creían que la “T” pudiera ganar, pero, gracias a una sólida tarea defensiva, a un planteo inteligente de su entrenador y a un compromiso grupal encomiable, logró lo que fue a buscar: tres puntos invalorables, de esos que se disfrutan y saborean.Salió a jugar el partido con la presión del triunfo previo de Aldosivi, que lo metía en zona de descenso y lo obligaba a ganar o, al menos, empatar sí o sí un partido que, en la previa, pintaba como complicadísimo.Tevez eligió un equipo con pretensiones de transiciones rápidas, con la inclusión del colombiano Angulo para sumarle, junto a Rick, aún más velocidad en la llegada al arco contrario. La “T” lució mejor y con más protagonismo en el primer tramo del partido, con Ortegoza enchufado en las intercepciones, buscando al extremo brasileño, quien tuvo la más clara a los 16 minutos: una jugada individual que lo puso de frente a Marchiori, pero su remate cruzado se fue apenas afuera.Una temprana amarilla para Portilla, a los 6 minutos, lo condicionó y no fue una buena noticia para el Matador, ya que al volante central colombiano le tocaba lidiar en el medio y fajarse con Bouzat y “rapiditos” como Carrizo y Baeza. Sin embargo, el buen funcionamiento del bloque defensivo albiazul, con cuatro volantes predispuestos al sacrificio, ayudó a disimular el contratiempo.A los 31 minutos fue Angulo quien lo tuvo: a pura velocidad trepó por izquierda, puso quinta y quedó de frente a Marchiori, pero definió mal. Y ahí nomás, a los 33, fue Rick, otra vez, quien se lo perdió. Talleres estaba más cerca, superaba a Vélez y lo controlaba. El planteo del “Apache” era el adecuado y merecía ponerse en ventaja, pero fallaba en la puntada final.Vélez llegó por primera vez al arco de Herrera a los 43 minutos, una prueba clara de una superioridad que estuvo otra vez a punto de plasmarse en el marcador.Golpeó primero y a tiempoTalleres salió en el complemento tan decidido como en el primer tiempo y tuvo rápido premio a su insistencia. A los 4 minutos armó una gran jugada asociada que partió de Ortegoza y se prolongó en el medio con Portilla, quien metió un pase magistral a Cáceres, que llegó de sorpresa al área velezana y definió muy bien, abajo. Primer gol para el mediocentro que llegó de Racing y que ponía a la “T” no solo a salvo del descenso, sino también en zona de clasificación a los octavos. Un gol con valor agregado por donde se lo mirara.En desventaja, Barros Schelotto metió mano en el banco y dispuso los ingresos de Valdez y Silvero para romper la inercia y buscar el empate. Pero Talleres se atavió para la resistencia, a partir de los cambios a tiempo y acertados que hizo Tevez para aguantar el partido y el resultado. Entraron Navarro, Mosqueira y Gómez con ese fin.Después, Vélez arrinconó a la “T” con centros, pelotazos y presión pura, pero el equipo cordobés selló un pacto de compromiso y solidaridad grupal, con la irrupción de Guido Herrera como figura central. El arquero tapó todo y más en el último tramo del juego: se cargó el equipo al hombro, hizo tiempo, fue amonestado y jugó al límite de la expulsión. Todo para asegurar un resultado que Talleres necesitaba como el agua en el desierto para quedar cada vez más cerca de quedarse en Primera.La Voz