Desarrollistas, a la espera de cómo las elecciones impacten en el inversor y en el dólar

El mercado desarrollista de Córdoba registró un freno en la venta de lotes, actividad que tuvo su mejor momento en el segundo semestre de 2020, y la reactivación de departamentos y casas, como resultado de la baja en el costo de la construcción en dólares.

La crisis económica ligada a la pandemia del virus Covid sacó a buena parte de la población del mercado de la vivienda nueva, por la caída del poder adquisitivo de los salarios. En este marco, queda principalmente el inversor, que se mueve con un ojo en la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue y el otro en el rumbo que tomará el país con la próximas elecciones legislativas.

En la medida que la expectativas políticas generen más incertidumbre y la brecha cambiaria aumente, la demanda podría frenarse. Aún así, la suba en el dólar sigue estimulando la construcción y la compra de viviendas nuevas.

“Hay que esperar a que se defina hacia qué modelo conducen las próximas elecciones, si avanza hacia una legislación que desestimule al inversor. El inmueble es el refugio de valor para el inversor que tiene aversión al riesgo, pero si ve que el riesgo es muy alto, (la elección) se torna como hipótesis de riesgo en la compra”, explicó el presidente de la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (Ceduc), Pablo Balián.

El empresario encabezó la presentación de los datos del Índice Ceduc, el informe que elabora el economista Gastón Utrera para la entidad desarrollista.

El índice Ceduc arrojó que en los últimos tres meses aumentó la venta de departamentos y casas 91,8 por ciento frente al período enero-marzo.

En el mismo lapso, bajaron la venta de lotes 57,2 por ciento y de cocheras 41,6 por ciento.

Según Utrera, la venta de materiales de construcción estuvo menos activa el año pasado, cuando el inversor apostó más a la compra de lotes. Actualmente, la tendencia es la contraria: está más activa la comercialización de insumos para las obras y la demanda de terrenos es menor.

Al respecto, el CEO de Proaco. Lucas Salim, señaló: “Ese inversor que se animó a comprar un terreno en 2020 está haciendo explotar la venta de materiales de construcción porque ve la oportunidad de poner valor agregado al lote; en Docta (la urbanización que desarrolla su empresa en camino a Carlos Paz) se iniciaron 500 viviendas en el último año y todos los días entran entre 2.500 y 3.500 obreros; no es el consumidor final, es el inversor que ve en un el futuro un aumento en la demanda de vivienda con espacio verde y ahí va a lograr una buena diferencia”

Además, Utrera advirtió que actualmente el costo de la construcción es el más bajo desde junio de 2006 en términos del dólar blue.

En este marco, Salim agregó que hay una franja de los inversores que prefieren no entrar en la construcción y encuentran oportunidades para “comprar metros cuadrados construidos a buen precio que, cuando se de vuelta el ciclo económico, los van a vender más caros”.

Nuevos desafíos

Por otro lado, Rogelio Moroni, director ejecutivo de Grupo Edisur, advirtió que lo sucedido con la pandemia plantea nuevos desafíos al sector desarrollista. Uno es ofrecer viviendas con menos metros cuadrados construidos y más espacio verde; el otro es brindar conectividad a internet.

“Ofrecer conectividad es el gran desafío de los desarrollos inmobiliarios. Hasta ahora, todos ofrecen cable pero no fibra óptica; en tiempos en que la tendencia es a descentralizar las oficinas y generar nuevos espacios de trabajo, barrios que tengan resuelta las comunicaciones van a ser los que tengan el mayor valor agregado, el servicio que se viene”, resaltó.

Como ejemplo, Balián sumó que “en últimos 60 días” las empresas de telecomunicaciones han aumentado las consultas a las desarrollistas sobre la disponibilidad de los triductos (conductos donde circulan los servicios de telefonía, televisión por cable e internet) para llevar fibra óptica a las viviendas.