La pandemia igualó tendencias en la economía de toda Latinoamérica

Muchas veces se piensa que determinados fenómenos económicos suceden sólo en Argentina y que se deben a las inconsistencias y debilidades del país. Pero no; la pandemia del virus Covid-19 igualó en todo el territorio latinoamericano muchas de las tendencias positivas y negativas de estos tiempos.

El dato lo advierte Oliver Osswald, director de Holcim Latam. El ejecutivo, suizo como su compañía, tiene a su cargo las operaciones de todo el grupo cementero en una decena de países desde México hasta el cono sur, donde tiene en torno a 10 mil empleados.

Osswald participó de la presentación de la renovada fábrica de cemento en Malagueño, donde el grupo invirtió 120 millones de dólares desde 2017 hasta la actualidad, para duplicar su capacidad productiva y convertirla en la responsable de la mitad de su capacidad productiva en el país, que es de 4,7 millones de toneladas anuales.

Osswald, por ejemplo, resalta que la pandemia frenó la obra pública en toda la región.

Pero también provocó una explosión en la construcción de viviendas y de obras en casas particulares. Lo que en Argentina se explica generalmente porque se abarataron los costos en términos del dólar blue, por la brecha con la cotización oficial, en realidad es parte de un fenómeno regional.

“Hay dos tendencias. La construcción formal de gran volumen se vio afectada profundamente en toda Latinoamérica. Pero, a su vez, creció la obra que hace la gente, como por ejemplo hacer un cuarto, ampliar la casa, renovar ambientes, porque al estar más en la vivienda, la persona tiene más tiempo para fijarse en esos detalles”, resalta.

Incluso, advierte el ejecutivo, el fenómeno “es más fuerte en otros países, como México o Brasil”.

Esta es la razón por la cual Holcim ha puesto en marcha un plan de crecimiento para su red de corralones Disensa, que en toda Latinoamérica tiene 2.500 puntos de venta. El objetivo es superar los 3.000 a fin de año, para estar más cerca del pequeño constructor.

En Argentina, reemplazó la anterior Red Minetti con la marca Disensa, con la que ahora tiene 380 puntos de venta –la mitad en Córdoba– y en dos años quiere superar los mil.

Incertidumbre regional

Tampoco la incertidumbre económica es un fenómeno sólo local, según Osswald, y lo explica con lo que sucede en su mercado, la construcción, que en toda la región copió la misma tendencia: fuerte recuperación a finales de 2020 y vuelta al estancamiento en la actualidad.

“Los problemas no son sólo argentinos, son generalizados. La pandemia golpea de forma tremenda en todos lados y esto genera muchas distorsiones. Esta ola (de contagios) es mucho más grande que la primera y la Argentina no es una excepción. Ecuador y Colombia están en la misma situación, hay que ver cómo evoluciona”, resalta.

Tal es así que, actualmente, en Holcim preocupa más la evolución de la enfermedad que el clima institucional y los cambios en las “reglas de juego” de la economía.

“Estamos sumamente agradecidos con la provincia de Córdoba; hay un excelente trato. A nivel nacional, hay incertidumbre, pero en Holcim queremos hacer las cosas bien, tenemos ganas de construir, esa es nuestra manera de ser y así vamos a enfrentar los retos que se vienen”, resalta el director para Latinoamérica.

Nuevos planes en Argentina

La inversión en la fábrica de Malagueño no será la única que tiene previsto Holcim en el país. Antes de que finalice este año quiere hacer nuevos anuncios.

“Esta inversión (en la planta) es la base para dar sustento a los nuevos proyectos. El plan para Argentina es ampliar la paleta de productos para nuestros clientes, tener una más amplia que la actual, con otros materiales de construcción que hasta ahora no ofrecemos”, menciona.

Aunque mantuvo en reserva la cifra de la inversión “hasta que se haga la próxima inauguración”, aclaró que “no es el mismo monto que se puso en la fábrica, es un poco más chica”.

Parte de este plan está vinculado al programa de desarrollo de productos sustentables, como el arranque de las EcoEtiquetas en las bolsas de cemento y el hormigón ECOPact que ya se está utilizando en las obras de Aña Cuá, en Yacyretá.

Con estos productos, busca reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 30 a 50 por ciento según el producto. Cabe recordar que la compañía firmó a nivel global el compromiso “Net Zero”, con el objetivo de reducir a cero la huella de carbono en su producción en 2030. Según la propia compañía, es la primera cementera en asumir este compromiso en Latinoamérica.

A nivel mundial, Holcim tiene en los cinco continentes 1.400 plantas de hormigón y 2.300 de cementos y agregados, con aproximadamente 80 mil empleados.