“En países como Argentina, las criptomonedas pasan a ser una necesidad”

En estos primeros meses de 2021, el bitcoin volvió a los primeros planos de la agenda por el fuerte aumento de precios que tuvo. Pese a algunas correcciones, la tendencia sigue siendo creciente y todos se preguntan qué hay detrás.

La Voz conversó con Chris Schwarzenbach, director de operaciones de Ibitt, empresa nacida en Chile y parte del grupo inglés IBBA, que tiene distintos productos y servicios basados en blockchain (cadena de bloques) y criptoactivos (tiene una Exchange, un mayorista, la firma de remesas Quick Express, medios de pago como tarjetas y pasarela de pagos, entre otras) y hace dos años opera en Argentina.

–¿Qué lectura se puede hacer de lo que está pasando en el mercado de bitcoin?

–Bitcoin es un activo que está en constante evaluación desde que se creó. Todavía no hemos visto ningún movimiento que muestre que esté a la baja. La gente ve las cosas a muy corto plazo, pero si vemos en términos de meses o años, como cualquier analista, lo que se ve es una curva ascendente normalizada, que ni siquiera tuvo la primera verdadera corrección en proporción real al movimiento.

–¿Qué se ve hacia adelante?

–Gente que maneja mercados de futuros y desarrollan derivados financieros indican que tiene una valuación a 70 mil dólares dentro de tres meses. Eso indica que creen, firmemente, que va a superar por un porcentaje esa barrera. Esto surge de un análisis profundo, tanto técnico como fundamental. Desde marzo, uno ve un período de consolidación al alza entre los 50 mil y los medios 60 mil: hay un golpe alcista, se detiene, consolida y vuelve a subir.

–En ningún momento fue a la baja.

–Los análisis de largo plazo muestran un alza bastante grande que va a ir in crescendo en los siguientes años. No sabemos hasta dónde ni durante cuánto tiempo, pero tiene fundamentos para subir: uno ve a empresas como Coinbase que sale a cotizar con excelentes resultados, a los bancos y las corporaciones que miran los criptoactivos. Y bitcoin tiene una particularidad que sorprende mucho a los analistas.

–¿Cuál es?

–Siendo el primer activo verdaderamente libre de toda manipulación y el primero que se maneja totalmente por oferta y demanda, funciona igual que cualquier otro activo. A la gente le gusta decir que bitcoin es volátil, pero no lo es más que otras commodities, como la plata, por ejemplo. Y la diferencia es que no está en ningún mercado normado.

–¿Cuáles son los motores de los criptoactivos en el largo plazo?

–Hay que aclarar que hablar de criptomonedas no es lo mismo que hablar de bitcoin. No es, de ninguna manera, una moda: hay varios sistemas financieros gubernamentales y corporativos a nivel global que realizan desarrollos en blockchain (cadena de bloques). Cuando se ve que la stablecoin (moneda estable) USDT (Tether) es el criptoactivo de mayor crecimiento y más transaccionado en el planeta, se ve que no es algo pasajero.

–Las “stablecoins” generaron una verdadera revolución.

–Es que se trata de un dólar digital de aceptación global y de movimiento libre, sin regulador y sin intermediario. Es una fórmula para poder tener libertad en el manejo económico global, en el manejo del comercio exterior y en el manejo transaccional diario. El hecho de tener este nivel de transaccionalidad, libertad y usabilidad es el verdadero cambio. Todo el planeta lo está usando, megacorporaciones están haciendo su propia moneda, al igual que algunos bancos centrales, o gigantes como Visa o Mastercard.

–¿Qué se viene para el mundo de los criptoactivos?

–En primer lugar, pasar la barrera de una adopción masiva, algo que todavía no se ha dado. Aunque en mercados como Venezuela o Argentina, que tienen un bloqueo particular, las criptomonedas pasan a ser una necesidad. Nosotros lo vemos en Ibitt, porque operamos en ambos países: la gente que acaparaba valor en dólares tiene un inconveniente porque uno puede ahorrar pero si necesita usarlos para una compra se encuentra bloqueado. En cambio, si esos dólares están en criptoactivos, tienes usabilidad y transaccionalidad inmediata de manera global.

–¿Argentina es un gran usuario?

–Nosotros somos un gran proveedor de criptoactivos en el mercado argentino, abastecemos a exchange (casas de cambio de criptomonedas) y a mesas locales y ha tenido un resurgimiento muy interesante, sobre todo en las stablecoins. Antes de la pandemia, teníamos una profundidad de mercado aproximada de un millón de dólares diarios y hoy transaccionamos alrededor de cinco millones. La necesidad empuja a estos tipos de herramientas para realizar acciones básicas como compra de insumos, importaciones y exportaciones.

–¿Cuáles son los planes de Ibitt para el mercado local?

–En Argentina estamos operando hace dos años, con Quick Express (envío de remesas), Ibitt (Exchange), Ibitt OTC Services (para grandes volúmenes). Vamos a lanzar IBBA en el siguiente año, con tarjetas prepagas, transaccionalidad y sistemas de pago. El mercado argentino es interesantísimo. Tiene la gran ventaja de ser un excelente laboratorio de prueba de tecnología. La gente la busca para solucionar problemas y por eso han surgido tantos unicornios.