Los gatos son seres independientes que aman la libertad y los lugares donde pueden desarrollar todos sus instintos sin que nada los estorbe. Y eso incluye las puertas del hogar. Según un estudio, se descubrió qué ocurre cuando un felino está en una propiedad con las puertas cerradas y cómo esto puede afectar a su organismo.
Un artículo publicado en la revista científica Live Science analizó las causas que pueden afectar a los gatos cuando las puertas están cerradas. En particular, se destacó que no soportan estar en espacios reducidos sin la posibilidad de ir a otra habitación, debido a su identidad salvaje y doméstica.
Es posible que veas a estos animales de cuatro patas ponerse nerviosos y hasta maullar cuando se quedan encerrados. O, cuando vas a dormir y decidís aislarte en tu habitación, tu gato puede intentar ingresar por la fuerza.
A pesar de ser mascotas más independientes que los perros, los gatos también necesitan conocer y estar al tanto de lo que sucede con sus dueños y el sitio en el que habitan, además de buscar señales de afecto para no sentirse excluidos.
Los felinos son curiosos por naturaleza y desean explorar constantemente. Cuando una puerta está cerrada, sienten la necesidad de descubrir qué hay del otro lado. Su instinto los impulsa a investigar.
En casos más extremos, esta reacción podría estar vinculada con algún tipo de trauma. Tal vez hayan sufrido actos de violencia y permanecer en ambientes sin una salida les genera estrés y ansiedad.
La especialista en gatos Ingrid Johnson afirmó en la publicación antes mencionada: “A los gatos les gusta controlar el acceso a los espacios, las necesidades básicas vitales y el territorio. Eso no los convierte en malos. No los convierte en otra cosa que una especie que es a la vez depredador y presa, que tiene que cazar para sobrevivir, pero también tiene que sentirse segura y a salvo en su entorno”.
Los felinos odian no tener opción, no poseer el control y no experimentar cambios. La monotonía puede enfermarlos y provocar un desgaste físico y mental más rápido. Por lo tanto, proveerles juguetes y permitirles recorrer cada habitación de la casa es una excelente manera de evitar que sufran algún tipo de trastorno o patología.
La experta resaltó en el artículo que los gatos “tampoco entienden que la puerta cerrada es algo temporal”. Lo interpretan como una situación límite de la que no tendrán salida. De allí que cada vez que los aislás comienzan a manifestarse en contra. “Simplemente saben que el lugar al que antes tenían acceso, donde se sentían seguros o donde les gustaba dormir, echarse una siesta, comer o lo que fuera, ahora de repente les fue arrebatado”, agregó.
Desde el sitio especializado en animales Mental Floss indicaron que estas mascotas necesitan sentirse seguras, y esa sensación no se las brinda un espacio hermético. En consecuencia, si es necesario que mantengas tus puertas cerradas por algún motivo, lo mejor es dejar al menos dos ambientes con acceso. Esto les permitirá movilizarse de forma cómoda y aliviará su estado de estrés e intriga.
Recordá que a este tipo de animales les interesa y necesitan el afecto de los seres humanos. Pasar la mayor parte del tiempo sin ellos o en habitaciones no compartidas puede causarles depresión y sentimiento de soledad.
¿Cómo mantener a tu gato tranquilo cerca de una puerta cerrada?
- Procurá darle juguetes que lo entretengan mientras esté aislado. Si le gusta dormir bajo la luz solar, colocá su cama al lado de una ventana.
- Asegurate de que tenga alimento y agua, de otro modo percibirá abandono.
- Pasá tiempo con él en el lugar cerrado, para que no lo considere un ambiente peligroso.
Algunos estudios aseguran que los felinos prefieren tener espacios abiertos donde poder correr, de lo contrario, pueden sufrir estrésMascotasLA NACION