El jugador que llegó desde Europa a Boca y ahora es duda para 2026: ¿puede retirarse?

Junto a la continuidad de Claudio Úbeda, quien tiene un pie adentro como director técnico de Boca para 2026 pero aún permanece bajo “evaluación”, según reveló Marcelo Delgado, otro tema mantiene en vilo al mundo azul y oro en el cierre del 2025: el futuro de Ander Herrera.

La pregunta resuena en el club y entre los hinchas. Aunque en Boca quieren retenerlo y hay confianza de que así será, la decisión final está en manos del propio jugador. El vasco se tomará las vacaciones para reflexionar y definir su futuro tras un año marcado por las lesiones. A esta altura, antes de viajar a España para pasar las Fiestas, su continuidad no está garantizada.

Desde lo contractual, el vínculo de Herrera contempla una renovación automática hasta diciembre de 2026. Sin embargo, hay un punto central que explica la incertidumbre: el contrato incluye una cláusula de rescisión unilateral, que habilita tanto al futbolista como a Boca a interrumpir el acuerdo sin consecuencias legales.

Lesiones, poca continuidad y un año complicado

La explicación detrás de las dudas es clara y responde a la postura del propio jugador. Herrera se replantea qué es lo mejor para su carrera luego de padecer cinco lesiones musculares durante la temporada y disputar apenas 17 de los 44 partidos del equipo, es decir, solo el 38% de las presencias.

En ese camino, se perdió compromisos determinantes como la Fase 2 de la Copa Libertadores, prácticamente todo el Mundial de Clubes y un Superclásico, entre otros encuentros clave.

Más allá de algunos regresos puntuales —como en el tramo final del Clausura, donde fue el “jugador 12” de Claudio Úbeda y aportó un salto de calidad cada vez que ingresó—, la falta de regularidad llevó a Herrera a poner sobre la mesa incluso la posibilidad de colgar los botines.

Cuándo se define el futuro del vasco

En síntesis, el futuro del volante de 36 años es hoy una incógnita que comenzará a resolverse el 2 de enero, cuando Boca ponga en marcha la pretemporada. De todos modos, la balanza parece inclinarse hacia la continuidad: en el club y en su entorno reina el optimismo y creen que Herrera se presentará.

Incluso, el dato que generó ruido —que haya retirado todas sus pertenencias del predio en la última práctica— no es un indicio determinante, ya que otros jugadores hicieron lo mismo. En Boca lo tienen claro: la decisión está en manos de Herrera y llegará después de unas vacaciones clave para pensar su futuro.

Junto a la continuidad de Claudio Úbeda, quien tiene un pie adentro como director técnico de Boca para 2026 pero aún permanece bajo “evaluación”, según reveló Marcelo Delgado, otro tema mantiene en vilo al mundo azul y oro en el cierre del 2025: el futuro de Ander Herrera.La pregunta resuena en el club y entre los hinchas. Aunque en Boca quieren retenerlo y hay confianza de que así será, la decisión final está en manos del propio jugador. El vasco se tomará las vacaciones para reflexionar y definir su futuro tras un año marcado por las lesiones. A esta altura, antes de viajar a España para pasar las Fiestas, su continuidad no está garantizada.Desde lo contractual, el vínculo de Herrera contempla una renovación automática hasta diciembre de 2026. Sin embargo, hay un punto central que explica la incertidumbre: el contrato incluye una cláusula de rescisión unilateral, que habilita tanto al futbolista como a Boca a interrumpir el acuerdo sin consecuencias legales.Lesiones, poca continuidad y un año complicadoLa explicación detrás de las dudas es clara y responde a la postura del propio jugador. Herrera se replantea qué es lo mejor para su carrera luego de padecer cinco lesiones musculares durante la temporada y disputar apenas 17 de los 44 partidos del equipo, es decir, solo el 38% de las presencias.En ese camino, se perdió compromisos determinantes como la Fase 2 de la Copa Libertadores, prácticamente todo el Mundial de Clubes y un Superclásico, entre otros encuentros clave.Más allá de algunos regresos puntuales —como en el tramo final del Clausura, donde fue el “jugador 12” de Claudio Úbeda y aportó un salto de calidad cada vez que ingresó—, la falta de regularidad llevó a Herrera a poner sobre la mesa incluso la posibilidad de colgar los botines.Cuándo se define el futuro del vascoEn síntesis, el futuro del volante de 36 años es hoy una incógnita que comenzará a resolverse el 2 de enero, cuando Boca ponga en marcha la pretemporada. De todos modos, la balanza parece inclinarse hacia la continuidad: en el club y en su entorno reina el optimismo y creen que Herrera se presentará.Incluso, el dato que generó ruido —que haya retirado todas sus pertenencias del predio en la última práctica— no es un indicio determinante, ya que otros jugadores hicieron lo mismo. En Boca lo tienen claro: la decisión está en manos de Herrera y llegará después de unas vacaciones clave para pensar su futuro.La Voz