El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú resolvió la mayoría de las impugnaciones sobre las actas electorales, y rechazó gran parte de las presentadas por la candidata de derecha Keiko Fujimori, segunda en el recuento de votos en el balotaje para definir presidente, mientras crece la expectativa y la tensión por la proclamación oficial del ganador.

Hasta anoche, el partido político de la exlegisladora Fujimori había ingresado a la plataforma del JNE 942 recursos de nulidad, que representan alrededor de 200 mil votos. De estos recursos presentados, 777 estuvieron fuera del plazo y 165 dentro de ellos, de los cuales 91 fueron rechazados.

Otras 701 ya fueron resueltas, pero ninguna con un fallo favorable para el fujimorismo, según informó el diario local La República.

Mediante un comunicado, la JNE anunció que “el pleno del máximo organismo electoral continuará con la resolución de apelaciones durante este fin de semana con el propósito de acelerar su labor”, ya que “se encuentra resolviendo las apelaciones de actas observadas en esta etapa del proceso”.

Nada cambió

Según el escrutinio final, el candidato de izquierda, docente y sindicalista de una zona rural Pedro Castillo ganó con el 50,125 por ciento a Fujimori, quien obtuvo 49,875 por ciento. La diferencia total del conteo fue de sólo 44.058 votos, según cifras oficiales.

Sin embargo, la palabra final la tendrá el JNE cuando resuelva todas las apelaciones, un punto que prometió respetar Fujimori, pese a sus constantes denuncias de fraude que, según sostiene, serán reveladas en el análisis de las impugnaciones en la Justicia electoral.

Hasta ahora, no obstante, el JNE no hizo lugar a estos reclamos en las apelaciones que resolvió.

De la misma manera, todas las misiones de observadores electorales internacionales, incluida la de la OEA, coincidieron en que no registraron indicios de un fraude significativo.

Pese a ello, varios legisladores electos y militares retirados propusieron esta semana anular completamente la elección, lo que no sólo fue rechazado por Perú Libre, la fuerza de Castillo, sino también por el Gobierno peruano, parte de la prensa masiva y referentes de la Iglesia Católica, entre otros.