La producción industrial sube comparada con 2020, pero hay señales de estancamiento

La producción industrial en abril subió 60,7 por ciento comparado con el mismo mes del año pasado, cuando la aplicación de las medidas de aislamiento social alcanzó su mayor impacto sobre la industria, de acuerdo al Índice de Producción Industrial de Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel).

El trabajo calculó que en los cuatro primeros meses del año acumuló un avance de 21 por ciento respecto de igual período del año pasado, aunque anticipó un recorte de la recuperación para mayo por situaciones coyunturales y sanitarias.

“Respecto a abril del año pasado, varias actividades han mostrado saltos de hasta tres dígitos en los registros de producción, tal el caso de la siderurgia o los minerales no metálicos”, reconoció Fiel.

Además, subrayó que “en el caso de la producción de alimentos, los extraordinarios precios internacionales impulsan un marcado avance en la producción de aceites”.

Pero también precisó que, respecto de marzo, varias actividades sufrieron caídas más allá del impacto estacional que tienen los feriados de Semana Santa, por lo cual bajó 1,4 por ciento, dato que corregido por factores irregulares y estacionales resultó en un crecimiento de 2,3 por ciento.

“El avance de la pandemia de Covid determinó aumentos del ausentismo en las plantas industriales, a lo que se sumó la realización de paradas no anticipadas por faltantes de piezas, el freno en la producción por la adecuación de líneas de producción y el recorte en la provisión de gas producto de los bloqueos en la zona de Vaca Muerta”, detalló el trabajo.

Crecimiento moderado

Más mesurado fue el análisis de Orlando Ferreres y Asociados (OJF), que reportó un alza de 48,8 por ciento al comparar abril con igual mes del año pasado, acumulando una expansión de 14,5 por ciento para los primeros cuatro meses.

La medición desestacionalizada, por su parte, registró una baja de 2,1 por ciento respecto de marzo. Esta desaceleración está relacionada en parte por las dificultades que reportan algunas ramas industriales por faltantes de insumos y por la menor disponibilidad de personal frente el aumento de los contagios.

Un sector afectado por esta coyuntura es el automotriz, que suma a esto paradas por mantenimiento y problemas logísticos por protestas en pasos fronterizos y el paro del puerto de Buenos Aires.

En coincidencia con FIEL, para mayo anticipó un mayor impacto negativo debido al empeoramiento de la situación sanitaria y a la imposición de nuevas restricciones a la actividad.

Esto no se verá reflejado en la variación interanual por la baja base de comparación, pero si en una nueva contracción en la medición mensual desestacionalizada.

“Las perspectivas para el resto del año son inciertas y dependen en gran medida de la evolución de los contagios y del avance de la vacunación de la población, así como de la frágil estabilidad de las condiciones macroeconómicas”, indicó la consultora OJF.