La mitad de los trabajadores cordobeses promedia los $19.000

El ingreso promedio entre las más de 666 mil personas que trabajan en el Gran Córdoba es de casi 30.500 pesos; un monto que equivale a la mitad de lo que, según el Indec, una familia tipo de cuatro miembros necesita para vivir por mes (60.873 pesos).

Ese y otros datos de ingresos corresponden a marzo, y fueron actualizados por estimación por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) a partir de los últimos registros de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec (tercer trimestre de 2020).

Vale destacar que al tratarse de una encuesta, los montos pueden tener algún grado de subregistro. Sin embargo, por su regularidad y alcance, la EPH es tomada como la referencia estadística más abarcativa (ya que incluye a todas las categorías ocupaciones, incluidas las informales) para monitorear la evolución de ingresos y muchas otras variables.

Por fuera de ese universo, pueden citarse datos puntuales como la Ripte (remuneración imponible promedio de trabajadores estables) que perciben los ocupados en relación de dependencia y que han sido declarados por sus empleadores en forma continua durante los últimos 13 meses. la Ripte promedio nacional de ese grupo con empleo de calidad fue de 72.293 pesos en febrero.

Explosión cuentapropista

Los números de la EPH actualizados por Idesa muestran el gran deterioro de las remuneraciones, profundizado en 2020 a causa de la pandemia: ese año se sumó a un ciclo iniciado en la crisis de 2018, desde el cual el salario real de los trabajadores formales cayó 15 por ciento.

Para ese grupo (asalariados privados formales), que equivale al 35 por ciento del total de ocupados el Gran Córdoba, el ingreso promedio en marzo fue de 39.403 pesos mensuales según la estimación de Idesa. La cifra está en sintonía con el salario mensual después de impuestos tomado como referencia para comparar el poder adquisitivo en Argentina y otros 14 países, realizada por el Ieral.

Si ese salario pierde en poder de compra contra el de la mayoría de las naciones tomadas en la muestra; peor aún es la situación de los ingresos de los dos colectivos más vulnerables de trabajadores: cuentapropistas e informales.

Ambos grupos fueron castigados con mayor violencia por la pandemia. El universo de cuentapropistas creció fuerte en el Gran Córdoba, llegando a 203.22 personas en septiembre: el 30 por ciento del empleo, un universo de personas muy cercano al de trabajadores formales en relación dependencia.

El ingreso promedio en ese grupo fue de sólo 18.906 pesos en marzo último; arrojó la estimación de Idesa. La cifra es muy similar al ingreso promedio estimado para el grupo de informales: 18.906 pesos mensuales. En esa condición, eran a septiembre 154.891 los cordobesas y cordobesas ocupados; el 23 por ciento del total en actividad.

Ingresos del sector estatal, 50% arriba

“En el último año ningún sector le ganó a la inflación, y se profundizó la brecha entre los empleos públicos y privados. A estos últimos les resultó difícil sostener los salarios incluso con la ayuda estatal de los ATP”, puntualizó Patricio Canalis, economista de Idesa.

El cálculo de la entidad cifra en 59.093 pesos la remuneración mensual promedio de marzo entre los empleados estatales del Gran Córdoba (11 por ciento del total de ocupados).

Ese ingreso público está un 50 por ciento arriba del promedio de los asalariados privados y triplica los ingresos mensuales de cuentapropistas e informales.

Más erosión del salario en 2021

En sintonía con la mirada de numerosos economistas, desde Idesa anticipan que aunque los pronósticos sean de recuperación de la actividad productiva -en especial luego de estabilizada la pandemia-, es “imposible” que los salarios le ganen al actual nivel de inflación, encima del cuatro por ciento mensual en los primeros tres meses del año.

“El gobierno intentará anclar las paritarias en 29 por ciento, nivel de inflación consignado en el Presupuesto. Pero por el lado de precios, el año empezó muy mal: un promedio que anualizado da 63 por ciento. De seguir así, los precios aumentarían casi el doble que lo definido en las paritarias”, analiza Canalis. En ese caso, 2021 se convertiría en el cuarto año de pérdida del salario contra inflación.

Algo más moderado pero igual muy superior al 29 por ciento es la última estimación de las consultoras relevadas por el Banco Central (REM) hasta marzo: proyectaron que la inflación minorista para diciembre de 2021 se ubicará en 46 por ciento, algo inferior a la previsión de febrero (48,1 por ciento).

Para muestra, vale citar la masiva paritaria nacional de los empleados de comercio, cerrada esta semana con una suba de 32 por ciento para 2021.

“La caída en el salario real se origina en el mal funcionamiento de la economía y del sector público. Se gasta sistemáticamente por encima de los recursos y sin revisar la calidad de la gestión. Por eso el desfase salarios-precios no se arregla intentando reprimir a estos últimos”, opinó Canalis.