Todos los oficialismos detestan a las Paso
Las idas y vueltas del Gobierno nacional son una constante. No es fácil descifrar lo que quiere. Sin embargo, en un año electoral, desde un primer momento quedó claro que en medio de la pandemia y de las dificultades de la economía, la Casa Rosada quería suspender las Paso.
Las primarias, creadas por el kirchnerismo en 2009 luego de una dura derrota legislativa en la provincia de Buenos Aires, se convirtieron en una herramienta de unidad para la oposición. Y, por lo tanto, son detestadas por los oficialismos de turno.
El ejemplo
Mauricio Macri puede dar crédito de esto. En 2019 perdió por amplio margen las primarias presidenciales. No pudo remontar la desventaja en los comicios generales. Pero además, ante el inminente cambio de gobierno, en los dos meses entre esa instancia y los comicios generales quedó en jaque su ya deteriorada y errática gestión.
En la reunión que el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y Sergio Massa, tuvieron días atrás con referentes opositores, hubo un compromiso del oficialismo de presentar un proyecto para postergar por un mes las Paso. Juntos por el Cambio aceptó la propuesta, pero pidió una “cláusula cerrojo” para garantizar que no habría más cambios del proceso electoral.
No hubo respuesta del oficialismo. O si, aunque de otro modo. Ahora dicen que no enviará un proyecto. Seguramente se tratará una propuesta de un ignoto diputado aliado al peronismo, que es un calco del borrador que “Wado” de Pedro había presentado a los opositores.
Las sospechas de la oposición parecen fundadas. ¿Por qué el Gobierno no quiere comprometerse a no hacer más cambios al cronograma electoral, más allá de la postergación? Tal vez porque no renunció a su verdadero objetivo: que no haya Paso.