Los dólares financieros se empiezan a mover

A mitad de la semana pasada, los dólares financieros despertaron de su letargo en un mercado que venía dejando al Banco Central de la República Argentina (BCRA) recomponer reservas sin demasiado esfuerzo, a punto tal que pudo acumular cerca de 1.230 millones de dólares en lo que va abril.

El mercado permaneció calmo al menos por algunas semanas, debido a los controles que restringen la demanda y a una liquidación de cosecha que se avizora más o menos estable. Esto le está permitiendo a la autoridad monetaria acumular compras casi sin transpirar.

Con un dólar MEP estable y un contado con liquidación en leve baja, la suba del blue y el solidario mejoraron la brecha. No obstante, aún no está clara la evolución futura entre los que seguimos atentamente los niveles de emisión, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la respuesta local frente a la segunda ola de Covid-19 instalada y las idas y vueltas políticas que enrarecen aún más un complicado contexto económico.

La tasa de referencia sigue en 38 por ciento como desde hace varios meses, lo que resulta en tasas de interés reales negativas, lo que sumado a la inflación oficial registrada desalienta inversiones en pesos. Es por ello que los títulos CER emitidos por el Tesoro aparecen como la mejor alternativa, después del billete.

En este sentido, la colocación de bonos por más de 123 mil millones de pesos esta semana fue mucho mejor que las anteriores, y auspician un buen resultado en la próxima licitación del próximo miércoles 28, cuando se busque renovar lo que vence a fines de abril.

En lo que sigue, es de esperar un dólar oficial planchado, con el ritmo de devaluación actual: un promedio de entre cinco y seis centavos diarios, al menos hasta las elecciones. También hay que prever algo más de volatilidad en los dólares financieros por el ruido político, los embates económicos mencionados anteriormente y algún empujoncito estacional en la demanda minorista.

Y aunque actualmente el Gobierno descansa en la liquidación de la cosecha, no le queda mucho tiempo más –40 ó 50 días– hasta que esa fuente se seque. Para entonces, un nuevo análisis deberá realizarse en el contexto y las reglas de juego de ese momento.

En conclusión, la toma de decisiones actual a mediano plazo busca protegerse ante la inflación y el riesgo político. En el corto plazo, cubrirse de la devaluación de la moneda local ha sido y sigue siendo el motor de las decisiones. Eso explica el cierre del blue en 152 pesos, 10 pesos encima del viernes pasado, con un marcado movimiento alcista los últimos dos días, lo que hace prever un cierre de mes más volátil de lo manifestado en las primeras semanas.

*Economista