Belgrano sin invicto y cima del torneo


Belgrano
hizo todo lo bueno y lo malo que pasó en la tarde noche de Santiago del Estero. Porque se enfrentó con
Mitre
que estaba diezmado por los casos de Covid, que lo obligaron a no utilizar a 11 de sus jugadores, pero le dio la chance de anotar y aguantar para quedarse con el triunfo 1 a 0, que significó además la escalada de los norteños a la cima de la zona.

El Pirata no pudo contra su propia eficiencia en los metros finales. Falló las que tuvo y cuando del otro lado se presentó una carambola que llevó el cuero del balón contra la “pelada” de Moises, terminó en gol del local enlo que fue su única chance seria en casi todo el partido.

El equipo de Orfila tuvo vértigo, ganas, empuje y mucha confusión. Además, cuando lateralizó el juego para tratar de centrar en busca de Vegetti primero y después de la dupla Vegetti-Balboa, casi siempre la pelota pasó de largo o dio contra la humanidad de un jugador local.

Se mostró errático en los metros finales el Pirata, cuando empataba y más aún cuando estuvo en desventaja, pues nunca encontró el rumbo.

En el primer tiempo arrancó para mostrar quién era el líder de la zona. Se le fue encima a Mitre y por poco no llegó al gol en un error del arquero Ledesma que el “9” del Celeste no pudo capitalizar. Por su parte, el local jugó por su derecha a la espalda de Ochoa, el lado más débil de la defensa Pirata y con Sabatini se las arregló para meter un par de balones cruzados que obligaron a Losada a estar más que atento.

Cuando Tecilla le “pegó” al aire y terminó lesionado, el DT del cordobés metió mano en el medio para acomodar el fondo, iban 16 de juego. Allí, González dejó la mitad y se fue a jugar de segundo central, Tomasetti ingresó al medio por la izquierda y Barbero pasó a la derecha. En ese pasaje del juego, lo punzante y veloz del Pirata se hizo confuso y errático, en especial cuando Sánchez y Ruiz Gómez cambiaron de banda.

Con el 1 a 0 a su favor, el local entendió que una línea de 5 en el fondo, cuatro volantes y un punta era la manera de encarar el complemento, pues sabía de sus limitaciones y de lo endeble del actuar de su guardameta.

Orfila, decidió mover la izquierda y fueron Lima y Álvarez por el sector y sumó a Balboa en el ataque para presionar por un empate que estuvo siempre cerca.

Mitre se paró en el borde de su área y se dedicó a despejar los flojos centros que la visita lanzó. Y cuando uno de ellos cayó bien a los 37 del complemento, Vegetti se comió el gol casi debajo del arco. Ya por ese pasaje del juego el Pirata se terminó de confundir y empezó a forcejear el partido, peleándolo con su falta de ideas.

Mitre ni de contra inquietó a Losada, porque nunca tuvo fuerzas para atacar y todo su empeño estuvo puesto en aguantar. Mientras que Belgrano se pasó de energía y se le nubló la mente para tomar buenas determinaciones en tramo final del terreno de juego.

Finalmente se dio como lo había pensado el santiagueño, porque a pesar de las bajas, de que jugó con un arquero que hacía un año no tenía un partido oficial y que reordenó del medio hacia arriba el equipo, pudo controlar a un enérgico Pirata.

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