Empleo: la recuperación demandará varios años y arrancará por los esquemas más flexibles

El último día en que la Sala del Rey trabajó con normalidad en la ciudad de Córdoba fue el sábado 7 de marzo de 2020, con la presentación de la banda Sabroso. Cerró sus puertas por la pandemia y su concesionario, mientras pudo, mantuvo los 14 puestos de trabajo con recursos de la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). En enero, ya sin expectativas, el concesionario cerró su negocio. 

Quienes perdieron su trabajo en las cerca de dos mil firmas cordobesas que dejaron de operar en 2020 –según datos de empleadores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip)– buscaron otras opciones en la informalidad, como monotributistas, o en esquemas tercerizados. La dinámica seguirá este año, aún con el rebote de la economía.

Según el informe mensual del Ministerio de Trabajo de la Nación sobre empleo registrado, Córdoba terminó 2020 con 474.173 asalariados privados formales según la serie desestacionalizada, 2,7 por ciento menos que en diciembre de 2019, esto es, 12.987 puestos menos.

Esto no empezó con la pandemia, sólo se profundizó. El último mes que el empleo creció fue en abril de 2018. Luego, con la crisis cambiaria, el trabajo registrado empezó a decaer. Desde entonces, 47.840 cordobeses perdieron un empleo formal, lo que implica una caída de 9,2 por ciento.

Un análisis del Ieral de la Fundación Mediterránea, que incluye empleos formales e informales a partir de diciembre de 2017, muestra que, hasta 2020, unas 29 mil personas dejaron de estar ocupadas en Córdoba. “Seguramente hubo un traspaso de empleos asalariados formales perdidos hacia actividades cuentapropistas”, explican Marcelo Capello y Azul Chincarini, presidente y economista del instituto, respectivamente.

Los datos oficiales nacionales confirman esta tendencia. El año pasado cerró con 5,79 millones de trabajadores privados formales, 203.551 menos en la comparación anual (3,4 por ciento de caída) y 488 mil menos si se parte desde abril de 2018  (7,8 por ciento de baja).

El empleo público, en cambio, no se vio afectado. Cerró 2020 en 3,23 millones, 18.812 asalariados más que en diciembre de 2019 (0,6 por ciento de alza) y 67.700 personas más que en abril de 2018 (2,1 por ciento de suba).

Los autónomos fueron los más golpeados. En 2020 perdieron 29.848 empleos (7,5 por ciento de baja), cuando entre abril de 2018 y diciembre de 2019 se quedaron sin dos mil puestos (0,5 por ciento menos).

Los monotributistas, en cambio, siguieron creciendo. En 2020 se sumaron 15.250 personas, para totalizar 1,64 millones. Pero, comparada la situación con abril de 2018, la suba fue de 2,8 por ciento, esto es, 44.534 personas.

La recomposición

Tras la caída de 10 por ciento de la economía en 2020, el relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta para este año 6,2 por ciento de crecimiento; el Ministerio de Economía espera 5,2 por ciento, y el Fondo Monetario Internacional (FMI), 4,5 por ciento. 

Según el Ieral, si la economía de Córdoba crece este año 5,2 por ciento, en 2021 recuperará los casi 13 mil trabajadores formales privados perdidos en 2020, pero si lo hace al tres por ciento, le llevará un año y ocho meses. Para volver al nivel de diciembre de 2017, debería crecer 18,3 por ciento; y si subiera al tres por ciento anual promedio, le llevaría casi seis años.

“Esto exhibe el gran desafío en materia de generación de empleo de calidad que tienen Argentina y Córdoba”, agregan Capello y Chincarini.

Por su parte, Fabio Ventre, jefe de investigaciones del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba, advierte que el sistema integrado previsional argentina (Sipa) contabiliza trabajadores, pero hay personas que tenían más de un trabajo, por lo tanto la cantidad de empleos perdidos en 2020 puede superar largamente los 13 mil.

Además, previene que a los pronósticos económicos hay que quitarles el arrastre estadístico, por lo que el crecimiento real será menor. Y a esto hay que sumar el freno que la pandemia sigue generando en la actividad, los problemas propios de la economía y el elevado costo laboral.

De ahí que pronostica que no alcanzará este año para recuperar el empleo perdido en 2020 y que para volver a tener los niveles de los primeros meses de 2018 habrá que esperar a 2023, con un escenario optimista (con el pronóstico oficial), o hasta 2025 con uno más pesimista (con la proyección del FMI). “Por los problemas de la economía, la creación de empleo no es tan veloz como debería ser”, reflexiona.

 

El mercado laboral en cuatro claves

Efecto pandemia

Impacto en el empleo formal

Por la pandemia, Córdoba cerró 2020 con 12.987 trabajadores formales del sector privado menos. Eso implicó una caída de 2,7 por ciento en términos desestacionalizados contra diciembre de 2019.

Baja desde 2018

La crisis financiera inició la caída

El último pico del empleo en Córdoba se registró en abril de 2018. Ese mes arrancó la crisis cambiaria y desencadenó la destrucción de empleos. Unos 47.840 cordobeses perdieron un trabajo formal.

Informales

Los que más sufrieron

En 2020, según el Ministerio de Trabajo de la Nación, el trabajo formal privado en el país cayó 3,4 por ciento, pero los autónomos bajaron 7,5 por ciento. Los monotributistas subieron 0,9 por ciento.

Recomposición

Cuánto tiempo llevará

Recomponer el empleo perdido entre 2018 y 2020 llevará entre más de tres años, con el pronóstico más optimista, y casi seis años, según las proyecciones económicas más pesimistas.

 

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Un túnel. La recuperación plena del mercado de trabajo todavía está lejos. (AP/Archivo)
(Ilustración de Oscar Roldán)
Un túnel. La recuperación plena del mercado de trabajo todavía está lejos. (AP/Archivo)