Construcción: esperan un fuerte rebote, aunque condicionado por “stock” de materiales y precios

Las empresas de la construcción esperan para este año un fuerte rebote en el nivel de actividad, pero este resultado depende de cómo seguirá incidiendo una serie de factores, como la escasez de materiales, el fuerte aumento en los precios y la pandemia del virus Covid-19

Estas son las estimaciones de la delegación Córdoba de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), que para 2021 proyecta un crecimiento en el nivel de actividad por encima de 10 por ciento respecto a 2020.

Tras la fase más dura de la cuarentena, este sector comenzó a reactivarse en junio del año pasado, cuando el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) autorizó el protocolo específico. En el peor momento de la pandemia, tenía sólo 16 mil trabajadores formales activos. 

Por ahora, estima muy difícil llegar a los 35 mil empleos con los que contó en abril de 2018, previo al inicio de la crisis cambiaria. En la actualidad, hay unas 21 mil personas activas y la proyección indica que llegará este año a 30 mil puestos registrados, lo que implica un crecimiento de 87,5 por ciento desde el piso más bajo.

Un dato que alienta al sector es que el Gobierno provincial, tras reestructurar su deuda en dólares, empezó a liberar recursos para trabajos y volvió a impulsar su programa de obras públicas. 

Según un conteo realizado por la Cámara, en la actualidad hay licitaciones abiertas hasta mayo por 10 mil millones de pesos entre obras nuevas y proyectos cuya convocatoria se cayó en 2020. Esto implica trabajos, en promedio, por un año y medio.

“No se compara con el nivel de actividad de 2016 o 2017, pero es un salto muy positivo”, aseguró Luis Lumello, presidente de la entidad.

Pero no sólo hay más obras, sino que mejoraron las condiciones de pago, aun cuando persisten las quejas por las demoras en las redeterminaciones. En este segmento, los niveles de atraso, que el año pasado llegaron 180 días (seis meses), se equilibraron en 90 días (tres meses), en línea con los pagos corrientes.

Otro aporte positivo es el “blanqueo” de capitales con beneficios para quienes inviertan en la construcción de obras privadas nuevas, sea en forma directa o a través de figuras financieras, con fondos comunes de inversión específicos. 

Las limitaciones

Sin embargo, el horizonte de este rubro no está exento de nubarrones que, aunque están ligados a la pandemia, van mucho más allá de los temores por rebrotes del virus o por el lento avance de la vacunación.

Entre ellos persisten la falta de materiales de construcción y la suba de precios.

“El problema comenzó en septiembre del año pasado; al restringirse la compra de dólares, la gente empezó a acopiar materiales. Desde entonces, hay insumos como el hierro con faltantes hasta de lo más básico”, aportó Marcos Barembaum, vicepresidente de la entidad.

A esto se sumó el aumento en la demanda por parte de los particulares en tiempos de aislamiento, cuando la industria no podía reponer estos productos. Si bien esto empezó a normalizarse, según las constructoras, la provisión todavía no volvió a los niveles previos a la pandemia.

Como en todo escenario de escasez, entre los materiales que hay en stock se registran fuertes aumentos de precios.

Según Horacio Berra, secretario de la entidad, las subas de los valores en dólares llegan a 54 por ciento en los caños de PVC –por el alza del precio internacional de la resina, su principal componente– y 25,5 por ciento en el acero.

“A esto se suma una dispersión de precios en insumos como cerámicos y cables”, aportó Natalia Buttigliengo, de Boeto Buttigliengo y protesorera de la Cámara.

Obra pública. La Provincia puso en marcha un programa de desarrollo de infraestructura que llena de optimismo a la construcción. (José Hernández/Archivo)