Mala, mala, mala eres: comentario de “Descuida, yo te cuido”

¿Puede una película con un personaje detestable llegar a ser la más vista de la plataforma que la auspicia? Sí, claro, y no sólo eso, también puede ser una película muy buena, de esas que no dejan que las sueltes ni un instante, porque la narración va al palo y sus personajes son hipnóticos, porque los diálogos y la trama son interesantes y despiertan las ganas de llegar hasta el final cuanto antes, para saber cómo termina esa protagonista insoportable, mala, tremenda. 

Las cualidades mencionadas pertenecen a la excepcional y chocante  Descuida, yo te cuido (I Care a Lot), la producción de Netflix que se convirtió, en su primer día de estreno, en la película más vista y comentada en las redes sociales. La clave está en su personaje principal, Marla Grayson, una mujer sin escrúpulos y sin piedad protagonizada por una Rosamund Pike en estado de gracia, a quien muchos recordarán por su papel de despechada asesina en Perdida (Gone Girl), de David Fincher. 

Marla es una abogada despiadada, que se mete al juez en el bolsillo con su afilada lengua y su elegancia de dama imbatible para quedar como tutora de ancianos indefensos con plata y robarles hasta las ganas de vivir. Marla es una manipuladora profesional que, junto con su novia (personaje secundario que le viene como anillo al dedo, interpretado por Eiza González), está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de obtener lo que quiere. 

Y lo que quiere es dinero para ser poderosa, porque Descuida, yo te cuido va sobre eso, sobre una mujer ambiciosa que no descansa un segundo en su intención de llevar adelante su plan maquiavélico. A Marla no le gusta perder ni cree en la bondad de las personas, y está convencida de que la única manera de obtener dinero es haciendo las cosas de manera ilegal, fraudulenta, porque hacer las cosas bien es algo que inventaron los ricos para vivir tranquilos, como dice la voz en off del personaje. 

La película escrita y dirigida por el británico J. Blakeson provoca sentimientos encontrados: Marla es aborrecible y la odiamos, pero amamos que sea así, y amamos que sea Rosamund, con ese rostro de Barbie de las cuatro décadas, la que encarne a esa psicópata gélida que no retrocede nunca ni se rinde jamás. Si el cine siempre estuvo lleno de villanos infames, Blakeson nos entrega ese estereotipo convertido en mujer implacable, a quien conviene no tenerla de enemiga.

De la contraparte todo es elogio también, ya que quien se encarga de enfrentarla es Peter Dinklage en un papel memorable de mafioso contenido, con el que muchos empatizarán, sobre todo con sus ganas de vencer a la mujer malvada. Y he aquí el fuerte de la película: la encarnizada rivalidad que nace entre los dos. 

Sin contar demasiado la trama, lo que se puede decir es que el director hace algo con Marla que es, en realidad, lo que muchos espectadores quisieran hacer desde el comienzo del filme. Como si Blakeson pasara de la posición de director a la de espectador y resolviera el final de una manera tan drástica e inesperada como la obstinación megalómana de la protagonista. Descuida, yo te cuido es un pequeño clásico instantáneo, que quedará en la memoria del espectador por mucho tiempo. 

Descuida, yo te cuido

(I Care a Lot, Estados Unidos/Reino Unido, 2020). Guion y dirección: J Blakeson. Elenco: Rosamund Pike, Peter Dinklage, Eiza González, Dianne Wiest, Chris Messina, Isiah Whitlock Jr., Macon Blair, Alicia Witt, Damian Young, Nicholas Logan y Georgia Lyman. Fotografía: Doug Emmett. Música: Marc Canham. Duración: 118 minutos. Complejidad: nula. Sexo: moderado. Violencia: alta. En Netflix.

“Descuida yo te cuido”