Alimentos y bebidas no alcohólicas es una de las 12 divisiones ponderadas por el Indec para determinar el Índice de Precios al Consumidor, pero por su importancia en el presupuesto de las familias se trata de uno de los datos más esperados.
Para enero, ese ítem arrojó el 1,8% de aumento, porcentual que ratifica un sendero de disminución de los incrementos en ese rubro desde el pico de octubre pasado. ¿Esa foto coincide con lo ocurrido en las góndolas y almacenes? El aumento en el precio de la carne, ¿puede modificar la imagen en febrero?
Germán Romero, presidente del Centro de Almaceneros de Córdoba, señaló, en primer lugar, que el índice nacional estuvo muy cerca del obtenido por la entidad que también mide la inflación, y que arrojó el 2,4%.
“En alimentos y bebidas nos dio por encima de la nacional, un 2,6%, inclusive por arriba de diciembre cuando habíamos medido 1,7%”, explicó a La Voz. En enero, los que más treparon, según esa medición, fueron la carne con el 6%, seguido por lácteos con el 5%”, describió.
Para Plácido Tita, responsable de compras de la cadena Súper Mami, el índice nacional de enero en alimentos y bebidas sin alcohol, coincide con lo ocurrido en los salones de ventas.
“En las primeras marcas, vinieron aumentos pero cuando los proveedores le meten las promociones y ofertas en determinados momentos del mes para poder vender algo más, esas subas quedan diluidas. Inclusive la inflación podría ser todavía más baja”, explicó.
En esa contención de los precios tiene mucho que ver lo selectiva que está la demanda. “Algunas categorías vienen para abajo, tanto en ventas como en precios, como el caso del arroz”, indicó Tita.
En la tensión permanente entre el precio y la demanda, “las más castigadas son las primeras marcas, el consumidor compra lo que puede comprar, no tanto lo que quisiera llevarse”. “Nosotros apuntalamos esa estrategia de bajar los precios”, complementó.
Para el caso de la carne vacuna, la demanda “no venía explotada, pero cuando el consumidor relaciona el precio con otra cosa, entonces esa demanda se mantiene”, explicó el ejecutivo. A lo largo de 2024, el producto aumentó en promedio a nivel país un 88%, contra 118% de la inflación del año pasado.
Daniel Urcía, presidente de la federación de frigoríficos Fifra, señaló que en enero la carne “no tuvo mayores movimientos y siguió la línea de los meses anteriores, a tono o por debajo de la inflación en algunos cortes”. Este producto pondera entre 0,7% y 1,3% en el índice que elabora el Indec. El asado subió 2,7% y el pollo bajó -1,7% en enero.
“El movimiento de precios que hemos visto en la hacienda los primeros días de febrero y que se ha consolidado tendrá impacto en los datos de este mes”, indicó el también director de la Asociación de Frigoríficos de Córdoba (Afic).
Tras ese movimiento estimado en un 15%, la carne “aparentemente entraría en una meseta de precios, aun cuando a lo largo del año pueda producirse alguna nueva revaluación “porque hay una recomposición de stock en curso”.
“Habiéndose producido lluvias y pasturas, con el aumento de los costos, el ganadero necesita agregar más kilos en sus animales para ser más eficientes en sus costos. Eso retrae la oferta y la carne tendrá precios firmes durante todo el año”.
Puede esa suba impactar de lleno en el índice de febrero. “Nosotros no subimos más del cinco porque antes de tocar precios miramos dónde está parada la categoría y en función de eso decidimos”, indica Tita.
Cómo viene febrero
Romero admitió que la inflación de febrero puede situarse “algunas décimas por encima de enero, porque se han producido incrementos en indumentaria y calzado por la cercanía del inicio de las clases”.
En el conjunto de alimentos de primera necesidad, como carne, pollo, lácteos, aceite y harinas, los ajustes oscilan en un 7%, pero en la ponderación general del índice no daría para pensar en un incremento significativo.
“Con los aumentos que se producen en los aranceles de la educación, creo que el índice puede llegar a 2,7, y después de marzo, tenderá hacia la baja”, estimó Romero.
En las góndolas, “febrero no muestra grandes subas, es un mes bastante difícil, la gente vuelve de vacaciones, se produjo el primer vencimiento impositivo (provincial) y está la vuelta al colegio, así que el margen para que se muevan otros rubros es muy acotado”, dijo.
¿Ni siquiera el “impuestazo” provincial movería el indicador? Romero advierte que los gastos para el funcionamiento del hogar sólo pesan un 16% en el índice general. Eso incluye alquiler, factura de la luz, gas, comunicaciones. El dirigente observó que es un ítem que debería reformularse para calcular la inflación. “Si se ponderara de otro modo, pesaría más”, agregó.
Romero consideró, a modo de conclusión, que atravesados los dos próximos meses, “es posible ver una inflación por debajo del 2% o inclusive en porcentuales que comiencen con 1, esa es la expectativa”.
Alimentos y bebidas no alcohólicas es una de las 12 divisiones ponderadas por el Indec para determinar el Índice de Precios al Consumidor, pero por su importancia en el presupuesto de las familias se trata de uno de los datos más esperados.Para enero, ese ítem arrojó el 1,8% de aumento, porcentual que ratifica un sendero de disminución de los incrementos en ese rubro desde el pico de octubre pasado. ¿Esa foto coincide con lo ocurrido en las góndolas y almacenes? El aumento en el precio de la carne, ¿puede modificar la imagen en febrero?Germán Romero, presidente del Centro de Almaceneros de Córdoba, señaló, en primer lugar, que el índice nacional estuvo muy cerca del obtenido por la entidad que también mide la inflación, y que arrojó el 2,4%.“En alimentos y bebidas nos dio por encima de la nacional, un 2,6%, inclusive por arriba de diciembre cuando habíamos medido 1,7%”, explicó a La Voz. En enero, los que más treparon, según esa medición, fueron la carne con el 6%, seguido por lácteos con el 5%”, describió.Para Plácido Tita, responsable de compras de la cadena Súper Mami, el índice nacional de enero en alimentos y bebidas sin alcohol, coincide con lo ocurrido en los salones de ventas.“En las primeras marcas, vinieron aumentos pero cuando los proveedores le meten las promociones y ofertas en determinados momentos del mes para poder vender algo más, esas subas quedan diluidas. Inclusive la inflación podría ser todavía más baja”, explicó.En esa contención de los precios tiene mucho que ver lo selectiva que está la demanda. “Algunas categorías vienen para abajo, tanto en ventas como en precios, como el caso del arroz”, indicó Tita.En la tensión permanente entre el precio y la demanda, “las más castigadas son las primeras marcas, el consumidor compra lo que puede comprar, no tanto lo que quisiera llevarse”. “Nosotros apuntalamos esa estrategia de bajar los precios”, complementó.Para el caso de la carne vacuna, la demanda “no venía explotada, pero cuando el consumidor relaciona el precio con otra cosa, entonces esa demanda se mantiene”, explicó el ejecutivo. A lo largo de 2024, el producto aumentó en promedio a nivel país un 88%, contra 118% de la inflación del año pasado.Daniel Urcía, presidente de la federación de frigoríficos Fifra, señaló que en enero la carne “no tuvo mayores movimientos y siguió la línea de los meses anteriores, a tono o por debajo de la inflación en algunos cortes”. Este producto pondera entre 0,7% y 1,3% en el índice que elabora el Indec. El asado subió 2,7% y el pollo bajó -1,7% en enero.“El movimiento de precios que hemos visto en la hacienda los primeros días de febrero y que se ha consolidado tendrá impacto en los datos de este mes”, indicó el también director de la Asociación de Frigoríficos de Córdoba (Afic).Tras ese movimiento estimado en un 15%, la carne “aparentemente entraría en una meseta de precios, aun cuando a lo largo del año pueda producirse alguna nueva revaluación “porque hay una recomposición de stock en curso”.“Habiéndose producido lluvias y pasturas, con el aumento de los costos, el ganadero necesita agregar más kilos en sus animales para ser más eficientes en sus costos. Eso retrae la oferta y la carne tendrá precios firmes durante todo el año”.Puede esa suba impactar de lleno en el índice de febrero. “Nosotros no subimos más del cinco porque antes de tocar precios miramos dónde está parada la categoría y en función de eso decidimos”, indica Tita.Cómo viene febreroRomero admitió que la inflación de febrero puede situarse “algunas décimas por encima de enero, porque se han producido incrementos en indumentaria y calzado por la cercanía del inicio de las clases”.En el conjunto de alimentos de primera necesidad, como carne, pollo, lácteos, aceite y harinas, los ajustes oscilan en un 7%, pero en la ponderación general del índice no daría para pensar en un incremento significativo.“Con los aumentos que se producen en los aranceles de la educación, creo que el índice puede llegar a 2,7, y después de marzo, tenderá hacia la baja”, estimó Romero.En las góndolas, “febrero no muestra grandes subas, es un mes bastante difícil, la gente vuelve de vacaciones, se produjo el primer vencimiento impositivo (provincial) y está la vuelta al colegio, así que el margen para que se muevan otros rubros es muy acotado”, dijo.¿Ni siquiera el “impuestazo” provincial movería el indicador? Romero advierte que los gastos para el funcionamiento del hogar sólo pesan un 16% en el índice general. Eso incluye alquiler, factura de la luz, gas, comunicaciones. El dirigente observó que es un ítem que debería reformularse para calcular la inflación. “Si se ponderara de otro modo, pesaría más”, agregó.Romero consideró, a modo de conclusión, que atravesados los dos próximos meses, “es posible ver una inflación por debajo del 2% o inclusive en porcentuales que comiencen con 1, esa es la expectativa”.La Voz
