¿El mate nos hace más felices? El sorprendente descubrimiento de un estudio científico

Levantarse y tomarse un rico mate, ya sea verano o invierno, es una de las costumbres más arraigadas de los argentinos. Pero también llegar al trabajo y aprontarlo. O volver a casa y poner agua a calentar para descansar un rato, junto a unos amargos. En resumen: cualquier momento del día es bueno para tomar mate. Pero, ¿por qué pasa esto?

Un estudio realizado por el Departamento de Neuropsicología del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) de la Argentina, demostró que el mate genera dopamina, la hormona del placer de la que tanto se habla por estos días.

“Tomar mate aumenta la liberación de un neurotransmisor llamado dopamina, que estimula los centros de recompensa cerebrales generando una sensación de placer y sentimientos positivos”, explicó en 2020, cuando se realizó el estudio, la doctora Teresa Torralva, directora del departamento.

La bebida preferida de los argentinos es parte de un ritual que incluye varios elementos

Según consignan varios medios, la profesional explicó que el mate, además, está asociado “con el aumento de la serotonina en el cerebro, lo que se traduce en un equilibrio hormonal y se convierte, entonces, en un aliado natural contra el decaimiento anímico generando un aumento en los niveles de sensación de felicidad”.

El estudio cobró nueva vigencia al ser retomado en una publicación de redes sociales que generó cientos de comentarios, en los que algunos usuarios recordaron que, tras la pandemia, dejaron de compartir el mate. Sin embargo, esto no disminuye la sensación de placer al consumirlo.

El sitio Medline Plus apunta que la cafeína y otros químicos que están contenidos en la yerba mate “pueden estimular el cerebro, el corazón, los músculos que recubren los vasos sanguíneos y otras partes del cuerpo” y señala que hay quienes la utilizan para mejorar su rendimiento físico, su memoria o incluso aliviar dolores de cabeza.

Tras la pandemia, muchos armaban mates separados para no compartir

Sin embargo, recalca, así como la página de Mayo Clinic, que si se consume durante muchos años la yerba mate puede tener impactos negativos en la salud. Esto, especialmente, si su consumo se produce en conjunto con nicotina o con alcohol. En esos casos, se ha relacionado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluidos el cáncer de estómago, riñón, pulmón y boca.

Por otra parte, la cafeína presente en la yerba mate puede causar algunos efectos secundarios, como malestar estomacal, problemas para dormir, sensación de nerviosismo. En esos casos es bueno cambiar el tipo de yerba que se consume, ya que actualmente hay opciones que permiten seguir disfrutando de los amargos sin sentirse mal después.

La cuestionada dopamina

Por estos días, la llamada “hormona del placer” está siendo objeto de cuestionamientos, por el exceso de su presencia en la vida cotidiana y el impacto negativo que genera.

Una de las principales exponentes del llamado de atención ante la dopamina es la psiquiatra española Marian Rojas Estapé, quien en su último libro ‘Recupera tu mente, reconquista tu vida, señala: “La dopamina es una hormona muy importante en la conducta humana, diría que incluso para nuestra supervivencia como especie. Es el neurotransmisor que se encarga del placer, pero que en niveles inadecuados provoca infelicidad y sensación de vacío”.

“El mate está asociado con el aumento de la serotonina en el cerebro, lo que se traduce en un equilibrio hormonal y se convierte en un aliado contra el decaimiento anímico”, dijo una investigadoraSociedadLA NACION

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