El fútbol femenino tiene a su equipo más convocante y ese es Belgrano. Nadie puede poner en dudas eso, de local o de visitante, el Pirata cuenta con un grueso de hinchas incondicionales que este domingo colmaron el Gigante de Alberdi, a pesar de la alerta por lluvia.
Más de 22 mil personas asistieron al estadio para ver la final de vuelta ante Racing, señalando otra noche histórica de la disciplina. Como aquella vez de octubre de 2022 cuando fueron 28 mil personas las que se acercaron al Gigante, Belgrano suma otra razón más para sentirse orgullosos.
Los hinchas empezaron a palpitar la final desde el viernes, cuando se pudieron a disposición las entradas para socios y no socios. Largas colas en las afueras del Gigante hacían notar la expectativa, que a pesar del intenso calor, no mermaba las ganas de estar. Fueron 10 mil el viernes y superaron las 22 mil el sábado, llegando hasta 22 mil el domingo cuando las puertas del estadio se abrieron.
Y no hablamos solo de hinchas del Celeste, todo el fútbol femenino cordobés quiso decir presente en el partido más importante de la historia para la disciplina. Familias enteras, muchos niños, jugadoras de todos los clubes y exjugadoras históricas del club asistieron a la fiesta que se había preparado.
Las de siempre
La banca con el equipo femenino comenzó desde hace mucho y se acrecentó cuando el equipo empezó a competir en AFA. Desde ese momento, cancha en la que jugara, cancha en la que iba a contar con apoyo. Y en cada encuentro en Alberdi, iban a decir presente. Se autoproclamaron “Las Piratas del Alberdi” y organizaron cada recibimiento.
Amigas, familiares, hinchas y jugadoras integran este núcleo duro que año a año se fue ampliando. Cada vez más padres traían a sus hijas (e hijos) a los partidos de local. El plan de ir a ver Belgrano se convirtió en habitual y este domingo no podían faltar.
En los alrededores del Gigante se comenzaron a ver, fin de semana tras fin de semana, camisetas con los nombres de las jugadoras. Ahora las futbolistas del plantel superior tenían fanáticas que iban a verlas a ellas. Y después de cada partido, siempre compartían tiempo para firmar camisetas o sacarse alguna selfie. Para ellas, son sus ídolas, sus referentes, sus pruebas de que es posible pensar un futuro ligado a la pelota siendo mujer.
Belgrano es el equipo más convocante, no solamente del interior, como reza su lema, sino del fútbol femenino en general. Y Alberdi es un signo de identificación para hinchas y jugadoras. El Gigante abrió sus puertas este domingo para ser escenario de una noche inolvidable para la disciplina. Córdoba tiene el lujo de haber albergado los partidos con más público. Dos los ostenta Belgrano y el otro la selección femenina cuando jugó en el Kempes hace un par de años.
Las calles de Alberdi fueron una marea celeste. El clima de final se vivió desde temprano y la gente se fue acercando con tiempo, tranquila, para encontrar su lugar. En Argentina, la casa del futbol femenino es Córdoba y la gente siempre demuestra que acá, la pasión se vive de una forma muy especial. Dios podrá atender en Buenos Aires, pero juega al fútbol en Alberdi.
El fútbol femenino tiene a su equipo más convocante y ese es Belgrano. Nadie puede poner en dudas eso, de local o de visitante, el Pirata cuenta con un grueso de hinchas incondicionales que este domingo colmaron el Gigante de Alberdi, a pesar de la alerta por lluvia.Más de 22 mil personas asistieron al estadio para ver la final de vuelta ante Racing, señalando otra noche histórica de la disciplina. Como aquella vez de octubre de 2022 cuando fueron 28 mil personas las que se acercaron al Gigante, Belgrano suma otra razón más para sentirse orgullosos.Los hinchas empezaron a palpitar la final desde el viernes, cuando se pudieron a disposición las entradas para socios y no socios. Largas colas en las afueras del Gigante hacían notar la expectativa, que a pesar del intenso calor, no mermaba las ganas de estar. Fueron 10 mil el viernes y superaron las 22 mil el sábado, llegando hasta 22 mil el domingo cuando las puertas del estadio se abrieron.Y no hablamos solo de hinchas del Celeste, todo el fútbol femenino cordobés quiso decir presente en el partido más importante de la historia para la disciplina. Familias enteras, muchos niños, jugadoras de todos los clubes y exjugadoras históricas del club asistieron a la fiesta que se había preparado.Las de siempreLa banca con el equipo femenino comenzó desde hace mucho y se acrecentó cuando el equipo empezó a competir en AFA. Desde ese momento, cancha en la que jugara, cancha en la que iba a contar con apoyo. Y en cada encuentro en Alberdi, iban a decir presente. Se autoproclamaron “Las Piratas del Alberdi” y organizaron cada recibimiento. Amigas, familiares, hinchas y jugadoras integran este núcleo duro que año a año se fue ampliando. Cada vez más padres traían a sus hijas (e hijos) a los partidos de local. El plan de ir a ver Belgrano se convirtió en habitual y este domingo no podían faltar.En los alrededores del Gigante se comenzaron a ver, fin de semana tras fin de semana, camisetas con los nombres de las jugadoras. Ahora las futbolistas del plantel superior tenían fanáticas que iban a verlas a ellas. Y después de cada partido, siempre compartían tiempo para firmar camisetas o sacarse alguna selfie. Para ellas, son sus ídolas, sus referentes, sus pruebas de que es posible pensar un futuro ligado a la pelota siendo mujer.Belgrano es el equipo más convocante, no solamente del interior, como reza su lema, sino del fútbol femenino en general. Y Alberdi es un signo de identificación para hinchas y jugadoras. El Gigante abrió sus puertas este domingo para ser escenario de una noche inolvidable para la disciplina. Córdoba tiene el lujo de haber albergado los partidos con más público. Dos los ostenta Belgrano y el otro la selección femenina cuando jugó en el Kempes hace un par de años.Las calles de Alberdi fueron una marea celeste. El clima de final se vivió desde temprano y la gente se fue acercando con tiempo, tranquila, para encontrar su lugar. En Argentina, la casa del futbol femenino es Córdoba y la gente siempre demuestra que acá, la pasión se vive de una forma muy especial. Dios podrá atender en Buenos Aires, pero juega al fútbol en Alberdi.
La Voz
