Estudiantes es parte de la vida de Río Cuarto. Estudiantes es cultura en esa ciudad y la región. Y, por supuesto, en la provincia. Y allá, a 200 kilómetros de la capital, se habla de las finales con Deportivo Madryn. Es que la chance de que el León logre el ascenso moviliza. Y activa. Y genera curiosidad. ¿Cuánto significa Estudiantes en la vida de los riocuartenses? Es algo que puede responder Marcelo López Tobares.
Es periodista, historiador, padre y esposo, pero, sobre todo, hincha de Estudiantes. Lo dirá al final de la entrevista. Antes, explicará por qué siente tanto por el club.
La conexión con Estudiantes es profunda: su familia está ligada a la institución desde su bisabuelo. Él jugó al fútbol, fue dirigente y árbitro; su abuelo integró el equipo de básquet y también ocupó cargos directivos; otros parientes practicaron tenis y llegaron a ser campeonas nacionales y sudamericanas.
“Es así, es de familia”, comenta en diálogo telefónico con La Voz.
Desde el año 2000, junto a su esposa (también periodista) comenzó a editar una revista para repartir en la cancha. Al principio era algo muy básico, pero con abundante información, estadísticas e historia. La publicación dejó de salir en 2006 por el avance de internet, aunque él continuó con un blog y páginas web. En distintas épocas fue jefe de prensa del club y, actualmente, realiza coberturas de los partidos y escribe crónicas para su blog.
Esa pasión por Estudiantes le permite explicar al mundo qué significa el club. Lo hace con fervor, en un monólogo extenso y detallado.

- “Estudiantes, en general, es uno de los elementos que tiene la ciudad para proyectarse hacia otros lugares. Desde hace muchos años, siempre tuvo la pretensión de no quedarse en la ciudad, sino de darle proyección nacional”.
- “En un principio, era un club muy humilde, pero con dirigentes de gran pasar económico que podían trasladar su experiencia de vida. El club creció y se convirtió en un emblema de la ciudad. Esto se relaciona con el fomento del deporte desde las décadas del 30 y 40 en adelante”.
- “El impulso al deporte motivó la creación de una selección muy famosa: la de niños cadetes, donde se convocaba a cientos para realizar prácticas de educación física. También se ofrecían otras actividades, como la lectura en su biblioteca. Todo esto fue cimentando la relación de Estudiantes con la ciudad”.
- “Ese vínculo se consolidó en 1951, cuando se inauguró la sede actual del club. La obra fue impulsada por el gobierno peronista a través del general Pistarin, quien quedó maravillado por la labor que desarrollaba Estudiantes. Allí se estableció la base institucional del club”.
- “Cualquier niño de entre 6 y 7 años, en las décadas del 40, 50, 60 o 70, pasó por esa selección de cadetes. Después, muchos terminaron siendo hinchas, dirigentes o jugadores de fútbol”.
- “Hoy, Estudiantes busca representar a la ciudad, darle una utilidad social —como la que tienen los clubes— y proyectarse a nivel nacional a través del fútbol”.
Quiere seguir hablando y lo hace con fundamentos para explicar los hitos del equipo. También lo explica con pasión.


- “Los principales hitos deportivos fueron el ascenso a la Primera Nacional, un logro muy importante, y la participación en los tres torneos Nacionales a comienzos de los años 80. El club clasificó a los Nacionales de AFA en 1983, 1984 y 1985″.
- “Otro hecho relevante es que nunca abandonó la pretensión de seguir creciendo. Al principio, cuando disputaba los viejos torneos regionales desde 1972, los resultados eran adversos y perdía finales en los últimos minutos. Sin embargo, nunca renunció a ese objetivo, incluso en situaciones económicas muy graves”.
- “Los hitos más destacados son el ascenso a la Primera Nacional en 2019 y la clasificación a los Nacionales de 1983, 1984 y 1985″.
Cuando se le pregunta si Estudiantes tiene un ADN para sus hinchas, responderá yendo al pasado y ejemplificando en un jugador…

- “Acá siempre se dice que el hincha de Estudiantes es, como se dice habitualmente, de paladar negro. Siempre se le dio atención a quien jugaba de 10, al jugador habilidoso, al que destacaba”.
- “El ADN de Estudiantes es el de un jugador de calidad, un jugador que sabe con la pelota y que sabe desenvolverse dentro de la cancha”.
- “A lo largo de su historia, Estudiantes destacó en cuatro aspectos: el arquero, los conductores y los goleadores. Los jugadores que fueron ídolos manejaban la impronta del juego”.
- “Por ejemplo, Miguel Ángel Arguello fue ídolo durante muchos años, no solo porque marcaba, sino porque se proyectaba, sabía tocar, jugar una pared y asistir a un delantero”.
- “Los refuerzos que tuvieron éxito, como Hacha Ludueña o el Pato Gasparini, triunfaron porque manejaban esa impronta del juego. Actualmente, el volante central Alejandro Cabrera gusta porque, aunque impone sacrificio, con la pelota sabe mucho: sabe tocar y distribuir juego”.
Es imposible no preguntarle a este hincha ilustrado sobre el valor simbólico del estadio Candini.

- “El Candini es de Estudiantes desde siempre. Tuvo los primeros adelantos en Río Cuarto: la primera tribuna de cemento de la ciudad, la primera tribuna elevada y fue el primer estadio con iluminación”.
- “El estadio es el lugar donde el hincha de Estudiantes se siente cómodo. Lo percibe como su casa, respeta su lugar, su posición, su ubicación; entonces lo siente como el espacio donde se siente seguro”.
- “Es un estadio de cemento como los antiguos. Una gran particularidad es que, si se compara una foto de la tribuna actual con otra similar de hace 20 años, se encuentra a la gente en el mismo lugar. Es como el salón de su casa para ver el partido”.
- “A pesar de ser un estadio para unas 12.000 personas, la experiencia es de gran cercanía. Desde las tribunas se ve como si se estuviera muy cerca de los jugadores: se escucha todo, se siente todo. Esta familiaridad es notable; se cuenta el caso de una persona que, tras 15 años de ausencia, volvió el sábado y se sentó en el mismo lugar donde lo hacía con su padre”.
La pregunta final es el significado de Estudiantes para su vida. Respira y suelta su respuesta. Lo hace con amor. “Para mí, es mi vida. Estudiantes es mi vida. Es todo”.
López Tobares no recuerda su vida sin el club. Sus recuerdos de niño son su abuela contándole lo que hacía su padre (el bisabuelo) para jugar al fútbol en Estudiantes, para conseguir algo en Estudiantes. La pasión se trasladó a su profesión de periodista.
Además, su hijo tiene un fanatismo espectacular sin que él se lo propusiera. “No concibo la vida sin Estudiantes”, se sincera. “Trabajar para el club es una excusa, porque si no trabajara en eso, haría exactamente lo mismo”. Palabra del hincha que más sabe de Estudiantes.
Estudiantes es parte de la vida de Río Cuarto. Estudiantes es cultura en esa ciudad y la región. Y, por supuesto, en la provincia. Y allá, a 200 kilómetros de la capital, se habla de las finales con Deportivo Madryn. Es que la chance de que el León logre el ascenso moviliza. Y activa. Y genera curiosidad. ¿Cuánto significa Estudiantes en la vida de los riocuartenses? Es algo que puede responder Marcelo López Tobares. Es periodista, historiador, padre y esposo, pero, sobre todo, hincha de Estudiantes. Lo dirá al final de la entrevista. Antes, explicará por qué siente tanto por el club.La conexión con Estudiantes es profunda: su familia está ligada a la institución desde su bisabuelo. Él jugó al fútbol, fue dirigente y árbitro; su abuelo integró el equipo de básquet y también ocupó cargos directivos; otros parientes practicaron tenis y llegaron a ser campeonas nacionales y sudamericanas.“Es así, es de familia”, comenta en diálogo telefónico con La Voz.Desde el año 2000, junto a su esposa (también periodista) comenzó a editar una revista para repartir en la cancha. Al principio era algo muy básico, pero con abundante información, estadísticas e historia. La publicación dejó de salir en 2006 por el avance de internet, aunque él continuó con un blog y páginas web. En distintas épocas fue jefe de prensa del club y, actualmente, realiza coberturas de los partidos y escribe crónicas para su blog.Esa pasión por Estudiantes le permite explicar al mundo qué significa el club. Lo hace con fervor, en un monólogo extenso y detallado.“Estudiantes, en general, es uno de los elementos que tiene la ciudad para proyectarse hacia otros lugares. Desde hace muchos años, siempre tuvo la pretensión de no quedarse en la ciudad, sino de darle proyección nacional”.“En un principio, era un club muy humilde, pero con dirigentes de gran pasar económico que podían trasladar su experiencia de vida. El club creció y se convirtió en un emblema de la ciudad. Esto se relaciona con el fomento del deporte desde las décadas del 30 y 40 en adelante”.“El impulso al deporte motivó la creación de una selección muy famosa: la de niños cadetes, donde se convocaba a cientos para realizar prácticas de educación física. También se ofrecían otras actividades, como la lectura en su biblioteca. Todo esto fue cimentando la relación de Estudiantes con la ciudad”.“Ese vínculo se consolidó en 1951, cuando se inauguró la sede actual del club. La obra fue impulsada por el gobierno peronista a través del general Pistarin, quien quedó maravillado por la labor que desarrollaba Estudiantes. Allí se estableció la base institucional del club”.“Cualquier niño de entre 6 y 7 años, en las décadas del 40, 50, 60 o 70, pasó por esa selección de cadetes. Después, muchos terminaron siendo hinchas, dirigentes o jugadores de fútbol”.“Hoy, Estudiantes busca representar a la ciudad, darle una utilidad social —como la que tienen los clubes— y proyectarse a nivel nacional a través del fútbol”.Quiere seguir hablando y lo hace con fundamentos para explicar los hitos del equipo. También lo explica con pasión. “Los principales hitos deportivos fueron el ascenso a la Primera Nacional, un logro muy importante, y la participación en los tres torneos Nacionales a comienzos de los años 80. El club clasificó a los Nacionales de AFA en 1983, 1984 y 1985″.“Otro hecho relevante es que nunca abandonó la pretensión de seguir creciendo. Al principio, cuando disputaba los viejos torneos regionales desde 1972, los resultados eran adversos y perdía finales en los últimos minutos. Sin embargo, nunca renunció a ese objetivo, incluso en situaciones económicas muy graves”.“Los hitos más destacados son el ascenso a la Primera Nacional en 2019 y la clasificación a los Nacionales de 1983, 1984 y 1985″.Cuando se le pregunta si Estudiantes tiene un ADN para sus hinchas, responderá yendo al pasado y ejemplificando en un jugador… “Acá siempre se dice que el hincha de Estudiantes es, como se dice habitualmente, de paladar negro. Siempre se le dio atención a quien jugaba de 10, al jugador habilidoso, al que destacaba”.“El ADN de Estudiantes es el de un jugador de calidad, un jugador que sabe con la pelota y que sabe desenvolverse dentro de la cancha”.“A lo largo de su historia, Estudiantes destacó en cuatro aspectos: el arquero, los conductores y los goleadores. Los jugadores que fueron ídolos manejaban la impronta del juego”.“Por ejemplo, Miguel Ángel Arguello fue ídolo durante muchos años, no solo porque marcaba, sino porque se proyectaba, sabía tocar, jugar una pared y asistir a un delantero”.“Los refuerzos que tuvieron éxito, como Hacha Ludueña o el Pato Gasparini, triunfaron porque manejaban esa impronta del juego. Actualmente, el volante central Alejandro Cabrera gusta porque, aunque impone sacrificio, con la pelota sabe mucho: sabe tocar y distribuir juego”.Es imposible no preguntarle a este hincha ilustrado sobre el valor simbólico del estadio Candini. “El Candini es de Estudiantes desde siempre. Tuvo los primeros adelantos en Río Cuarto: la primera tribuna de cemento de la ciudad, la primera tribuna elevada y fue el primer estadio con iluminación”.“El estadio es el lugar donde el hincha de Estudiantes se siente cómodo. Lo percibe como su casa, respeta su lugar, su posición, su ubicación; entonces lo siente como el espacio donde se siente seguro”.“Es un estadio de cemento como los antiguos. Una gran particularidad es que, si se compara una foto de la tribuna actual con otra similar de hace 20 años, se encuentra a la gente en el mismo lugar. Es como el salón de su casa para ver el partido”.“A pesar de ser un estadio para unas 12.000 personas, la experiencia es de gran cercanía. Desde las tribunas se ve como si se estuviera muy cerca de los jugadores: se escucha todo, se siente todo. Esta familiaridad es notable; se cuenta el caso de una persona que, tras 15 años de ausencia, volvió el sábado y se sentó en el mismo lugar donde lo hacía con su padre”.La pregunta final es el significado de Estudiantes para su vida. Respira y suelta su respuesta. Lo hace con amor. “Para mí, es mi vida. Estudiantes es mi vida. Es todo”.López Tobares no recuerda su vida sin el club. Sus recuerdos de niño son su abuela contándole lo que hacía su padre (el bisabuelo) para jugar al fútbol en Estudiantes, para conseguir algo en Estudiantes. La pasión se trasladó a su profesión de periodista. Además, su hijo tiene un fanatismo espectacular sin que él se lo propusiera. “No concibo la vida sin Estudiantes”, se sincera. “Trabajar para el club es una excusa, porque si no trabajara en eso, haría exactamente lo mismo”. Palabra del hincha que más sabe de Estudiantes.
La Voz
