Valentina Cervantes, modelo y figura del reality MasterChef Celebrity, atraviesa un presente pleno tanto en lo profesional como en lo personal. Tras regresar a la Argentina junto a sus hijos, Olivia y Benjamín, tomó una decisión que marcó un nuevo capítulo en su vida: compró su casa propia.
Aunque recientemente se reconcilió con el futbolista Enzo Fernández, la modelo encontró en su hogar porteño un refugio y un centro de operaciones para su rutina laboral y familiar.
El lugar elegido no podía ser más exclusivo: el Chateau Libertador, en el barrio de Núñez, uno de los edificios más lujosos de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, Cervantes disfruta de un entorno de glamour, privacidad y comodidad, que suele compartir en sus redes sociales.
El refugio de Valentina Cervantes en Buenos Aires
El departamento de Valentina refleja su personalidad: minimalismo elegante con toques de diseño contemporáneo. Predominan los tonos neutros, los materiales nobles y el uso del mármol como protagonista.
Los amplios pasillos revestidos en piedra natural y el baño principal con terminaciones de lujo muestran su amor por los espacios serenos y luminosos. Al ingresar al departamento, un gran ventanal enmarca la vista directa al estadio de River Plate, uno de los detalles que más sorprenden a quienes visitan el lugar.
En su habitación, el blanco domina la escena, creando un ambiente de calma. La modelo cuenta con un vestidor funcional y un baño privado, elementos imprescindibles en su día a día.
Vivir en el Chateau Libertador implica compartir vecindario con varias figuras del espectáculo. Entre las residentes se destacan Wanda Nara y Evangelina Anderson, con quienes Valentina mantiene una relación cercana.
Juntas forman parte del conocido “grupito de spinning del Chateau”, y se las ha visto entrenando en el gimnasio del edificio. Las redes sociales de las tres dan cuenta de ese vínculo cotidiano entre glamour y amistad.
El edificio ofrece, además, amenities de alto nivel, ideales para la vida familiar: spa, pileta climatizada, áreas verdes y espacios recreativos donde sus hijos disfrutan a diario. En sus historias, Cervantes suele mostrar a Olivia y Benjamín jugando o relajándose en los sectores comunes.
Desde que firmó contrato con la agencia Multitalent, su carrera como modelo se consolidó. Aun con una agenda intensa, Valentina se muestra enfocada en criar a sus hijos en un entorno estable y rodeado de confort.
Su hogar se ha convertido en el símbolo de una nueva etapa: una vida más independiente, equilibrada y luminosa, donde el lujo convive con la simpleza. Con cada publicación, la modelo reafirma su estilo —sofisticado pero cercano— y confirma que, lejos del ruido mediático, encontró en Núñez su lugar en el mundo.
Valentina Cervantes, modelo y figura del reality MasterChef Celebrity, atraviesa un presente pleno tanto en lo profesional como en lo personal. Tras regresar a la Argentina junto a sus hijos, Olivia y Benjamín, tomó una decisión que marcó un nuevo capítulo en su vida: compró su casa propia.Aunque recientemente se reconcilió con el futbolista Enzo Fernández, la modelo encontró en su hogar porteño un refugio y un centro de operaciones para su rutina laboral y familiar.El lugar elegido no podía ser más exclusivo: el Chateau Libertador, en el barrio de Núñez, uno de los edificios más lujosos de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, Cervantes disfruta de un entorno de glamour, privacidad y comodidad, que suele compartir en sus redes sociales.El refugio de Valentina Cervantes en Buenos AiresEl departamento de Valentina refleja su personalidad: minimalismo elegante con toques de diseño contemporáneo. Predominan los tonos neutros, los materiales nobles y el uso del mármol como protagonista.Los amplios pasillos revestidos en piedra natural y el baño principal con terminaciones de lujo muestran su amor por los espacios serenos y luminosos. Al ingresar al departamento, un gran ventanal enmarca la vista directa al estadio de River Plate, uno de los detalles que más sorprenden a quienes visitan el lugar.En su habitación, el blanco domina la escena, creando un ambiente de calma. La modelo cuenta con un vestidor funcional y un baño privado, elementos imprescindibles en su día a día.Vivir en el Chateau Libertador implica compartir vecindario con varias figuras del espectáculo. Entre las residentes se destacan Wanda Nara y Evangelina Anderson, con quienes Valentina mantiene una relación cercana.Juntas forman parte del conocido “grupito de spinning del Chateau”, y se las ha visto entrenando en el gimnasio del edificio. Las redes sociales de las tres dan cuenta de ese vínculo cotidiano entre glamour y amistad.El edificio ofrece, además, amenities de alto nivel, ideales para la vida familiar: spa, pileta climatizada, áreas verdes y espacios recreativos donde sus hijos disfrutan a diario. En sus historias, Cervantes suele mostrar a Olivia y Benjamín jugando o relajándose en los sectores comunes.Desde que firmó contrato con la agencia Multitalent, su carrera como modelo se consolidó. Aun con una agenda intensa, Valentina se muestra enfocada en criar a sus hijos en un entorno estable y rodeado de confort.Su hogar se ha convertido en el símbolo de una nueva etapa: una vida más independiente, equilibrada y luminosa, donde el lujo convive con la simpleza. Con cada publicación, la modelo reafirma su estilo —sofisticado pero cercano— y confirma que, lejos del ruido mediático, encontró en Núñez su lugar en el mundo.
La Voz
