Estuvo dos años sin hacer goles, fue al psicólogo y hoy es el goleador de la Primera Nacional

Alejandro Gagliardi atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera: con 36 años, es el máximo artillero de la Primera Nacional 2024 con 16 goles en 26 partidos con la camiseta de Agropecuario.

Sin embargo, el presente luminoso del delantero cordobés contrasta con un pasado reciente en el que vivió una profunda crisis personal y futbolística.

En una entrevista con TyC Sports, el ex Instituto reveló que estuvo dos años sin convertir un gol, entre 2019 y 2021, durante su primer ciclo en Agropecuario.

Esa sequía lo llevó a un estado de depresión que solo pudo superar gracias a la ayuda profesional:

“Se hizo duro. Trabajé con un psicólogo porque en los entrenamientos hacía goles pero en los partidos no. Me costaba mucho. No podía, estaba abajo del arco y la pelota no quería entrar”, confesó.

La salida del túnel

El 4 de septiembre de 2021 llegó el desahogo: con la camiseta de Villa Dálmine, le marcó un doblete a San Telmo. Ese día comenzó un nuevo capítulo en su carrera. “Yo era muy cerrado, pero en el club había un psicólogo. Lo hablé con mi pareja y fui. Por suerte se me abrieron muchos caminos y mejoraron las cosas”, relató el cordobés.

En enero de 2024, el presidente del club de Carlos Casares, Bernardo Grobocopatel, lo llamó para ofrecerle volver. Gagliardi aceptó y hoy, cinco temporadas después de aquella primera etapa sin goles, disfruta de su revancha en el mismo lugar. “Volví a vivir. Este es un lugar parecido a mi pueblo, donde fuera del fútbol tengo amigos y la familia de mi pareja. Eso hace todo más fácil”, explicó.

Alejandro Gagliardi y su gran presente en Agropecuario, en la Primera Nacional. (Gentileza Club Agropecuario).

Un camino marcado por el sacrificio

Nacido en Los Surgentes, Córdoba, Gagliardi debutó en 2007 en Instituto como mediocampista por derecha. Allí forjó su carácter entre viajes interminables, la lejanía de su familia y trabajos paralelos para poder sostenerse: en la pensión del club repartía folletos de una heladería en los semáforos de Córdoba para costearse los gastos.

Tras su salida de la Gloria en 2012, vistió las camisetas de Rosario Central, All Boys, Unión de Santa Fe, Patronato, Chacarita, Gimnasia de Jujuy, Santamarina, Flandria y hasta Monarcas Morelia de México, además de un paso por Santa Tecla de Honduras. Pero fue en 2015, con Nueva Chicago, cuando se reconvirtió en delantero: ese año hizo 10 goles en 10 partidos, incluida la histórica tarde en la que le convirtió cuatro a Newell’s en un 5-0.

Alejandro Gagliardi y su gran presente en Agropecuario, en la Primera Nacional. (Gentileza Club Agropecuario).

El mensaje detrás de los goles

Hoy, consolidado como goleador y referente de Agropecuario, Gagliardi no olvida lo vivido:

“Pensaba que se me iba a hacer muy difícil conseguir club, más jugando de 9. Pero aprendí que había que insistir, trabajar y pedir ayuda cuando era necesario”.

De aquel pibe que debutó en Instituto al veterano goleador que disfruta en Carlos Casares, Alejandro Gagliardi es ejemplo de lucha, resiliencia y superación. Y también un recordatorio de que el fútbol, muchas veces, se juega primero en la cabeza.

Alejandro Gagliardi atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera: con 36 años, es el máximo artillero de la Primera Nacional 2024 con 16 goles en 26 partidos con la camiseta de Agropecuario. Sin embargo, el presente luminoso del delantero cordobés contrasta con un pasado reciente en el que vivió una profunda crisis personal y futbolística.En una entrevista con TyC Sports, el ex Instituto reveló que estuvo dos años sin convertir un gol, entre 2019 y 2021, durante su primer ciclo en Agropecuario. Esa sequía lo llevó a un estado de depresión que solo pudo superar gracias a la ayuda profesional:“Se hizo duro. Trabajé con un psicólogo porque en los entrenamientos hacía goles pero en los partidos no. Me costaba mucho. No podía, estaba abajo del arco y la pelota no quería entrar”, confesó.La salida del túnelEl 4 de septiembre de 2021 llegó el desahogo: con la camiseta de Villa Dálmine, le marcó un doblete a San Telmo. Ese día comenzó un nuevo capítulo en su carrera. “Yo era muy cerrado, pero en el club había un psicólogo. Lo hablé con mi pareja y fui. Por suerte se me abrieron muchos caminos y mejoraron las cosas”, relató el cordobés.En enero de 2024, el presidente del club de Carlos Casares, Bernardo Grobocopatel, lo llamó para ofrecerle volver. Gagliardi aceptó y hoy, cinco temporadas después de aquella primera etapa sin goles, disfruta de su revancha en el mismo lugar. “Volví a vivir. Este es un lugar parecido a mi pueblo, donde fuera del fútbol tengo amigos y la familia de mi pareja. Eso hace todo más fácil”, explicó.Un camino marcado por el sacrificioNacido en Los Surgentes, Córdoba, Gagliardi debutó en 2007 en Instituto como mediocampista por derecha. Allí forjó su carácter entre viajes interminables, la lejanía de su familia y trabajos paralelos para poder sostenerse: en la pensión del club repartía folletos de una heladería en los semáforos de Córdoba para costearse los gastos.Tras su salida de la Gloria en 2012, vistió las camisetas de Rosario Central, All Boys, Unión de Santa Fe, Patronato, Chacarita, Gimnasia de Jujuy, Santamarina, Flandria y hasta Monarcas Morelia de México, además de un paso por Santa Tecla de Honduras. Pero fue en 2015, con Nueva Chicago, cuando se reconvirtió en delantero: ese año hizo 10 goles en 10 partidos, incluida la histórica tarde en la que le convirtió cuatro a Newell’s en un 5-0.El mensaje detrás de los golesHoy, consolidado como goleador y referente de Agropecuario, Gagliardi no olvida lo vivido:“Pensaba que se me iba a hacer muy difícil conseguir club, más jugando de 9. Pero aprendí que había que insistir, trabajar y pedir ayuda cuando era necesario”.De aquel pibe que debutó en Instituto al veterano goleador que disfruta en Carlos Casares, Alejandro Gagliardi es ejemplo de lucha, resiliencia y superación. Y también un recordatorio de que el fútbol, muchas veces, se juega primero en la cabeza.La Voz