El gobernador Martín Llaryora, fue uno de los seis mandatarios provinciales que fue a escuchar al presidente Javier Milei a la Asamblea Legislativa. El jefe del Estado les dedicó algunos párrafos de su mensaje de 72 minutos a las gestiones provincias.
El mandatario cordobés -junto a cuatro de sus colegas y el jefe de Gobierno porteño- fueron testigos privilegiados del discurso de Milei, que planteó uno de sus objetivos centrales: que la motosierra que aplica en la Nación también llegue a las provincias y a los municipios.
“Pelearemos en las provincias y en los municipios, pero no nos rendiremos: hay que bajar el gasto público”, remarcó el Presidente.
Milei también habló de superávit fiscal. Aunque el propio Llaryora viene repitiendo que esa medida se aplica en Córdoba desde hace dos décadas, en las distintas administraciones peronistas.
Bajar el gasto público es una de las banderas de la oposición local. Un tema que seguramente se debatirá en la provincia, en la campaña para las elecciones de octubre.
En los comicios legislativos, habitualmente se discuten las medidas que toma el Gobierno nacional de turno.
Aunque en esta oportunidad, en Córdoba, los libertarios tratarán de conseguir cinco o más bancas de diputados -precisamente- confrontando el modelo de ajuste de Milei, con las políticas de “Estado presente” que pregona el gobernador.
Consignas
Llaryora admitió en privado que fue a escuchar el Presidente, por una “cuestión institucional”, para no sumarse al desplante que acordaron los gobernadores más cercanos a Cristina Kirchner.
El mandatario cordobés fue convencido que no iba a escuchar -precisamente- elogios del Presidente a las provincias.
En su mensaje, Milei remarcó algunos aspectos que van en contra de los ejes de la gestión llaryorista: la obra pública, endeudamiento y publicidad oficial.
La única buena noticia para las provincias que planteó Milei, fue reducir la cantidad de impuestos y darle autonomía a los gobernadores para cobrarlos.
Para Llaryora, la obra pública es la columna vertebral de su gobierno, como antes lo fue para las gestiones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.
Milei repitió que la obra pública incentiva la corrupción. Aunque anoche le agregó otro costado negativo, según la visión del Presidente: genera más impuestos.
Otro aspecto que mencionó Milei para fundamentar su decisión de eliminar la obra pública es que también produce endeudamiento.
Precisamente, el endeudamiento para financiar proyectos de infraestructura, es otro de los mojones de las gestiones provinciales peronistas. También un centro de cuestionamiento de la oposición local.
Llaryora acaba de regresar de Arabia Saudita y Los Emiratos Árabes Unidos, donde viajó para buscar financiamiento para distintas obras. El financiamiento árabe (endeudamiento para la oposición) fue una puerta que le dejó abierta Schiaretti.
Milei también fustigó el gasto en publicidad oficial, que eliminó totalmente -según Milei- desde que llegó al poder nacional.
El gasto en publicidad oficial es otro de los aspectos que la oposición le achaca a Llaryora, como antes hicieron con De la Sota y Schiaretti.
El gobernador Martín Llaryora, fue uno de los seis mandatarios provinciales que fue a escuchar al presidente Javier Milei a la Asamblea Legislativa. El jefe del Estado les dedicó algunos párrafos de su mensaje de 72 minutos a las gestiones provincias.El mandatario cordobés -junto a cuatro de sus colegas y el jefe de Gobierno porteño- fueron testigos privilegiados del discurso de Milei, que planteó uno de sus objetivos centrales: que la motosierra que aplica en la Nación también llegue a las provincias y a los municipios.“Pelearemos en las provincias y en los municipios, pero no nos rendiremos: hay que bajar el gasto público”, remarcó el Presidente.Milei también habló de superávit fiscal. Aunque el propio Llaryora viene repitiendo que esa medida se aplica en Córdoba desde hace dos décadas, en las distintas administraciones peronistas.Bajar el gasto público es una de las banderas de la oposición local. Un tema que seguramente se debatirá en la provincia, en la campaña para las elecciones de octubre.En los comicios legislativos, habitualmente se discuten las medidas que toma el Gobierno nacional de turno.Aunque en esta oportunidad, en Córdoba, los libertarios tratarán de conseguir cinco o más bancas de diputados -precisamente- confrontando el modelo de ajuste de Milei, con las políticas de “Estado presente” que pregona el gobernador.ConsignasLlaryora admitió en privado que fue a escuchar el Presidente, por una “cuestión institucional”, para no sumarse al desplante que acordaron los gobernadores más cercanos a Cristina Kirchner.El mandatario cordobés fue convencido que no iba a escuchar -precisamente- elogios del Presidente a las provincias.En su mensaje, Milei remarcó algunos aspectos que van en contra de los ejes de la gestión llaryorista: la obra pública, endeudamiento y publicidad oficial. La única buena noticia para las provincias que planteó Milei, fue reducir la cantidad de impuestos y darle autonomía a los gobernadores para cobrarlos.Para Llaryora, la obra pública es la columna vertebral de su gobierno, como antes lo fue para las gestiones de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti.Milei repitió que la obra pública incentiva la corrupción. Aunque anoche le agregó otro costado negativo, según la visión del Presidente: genera más impuestos.Otro aspecto que mencionó Milei para fundamentar su decisión de eliminar la obra pública es que también produce endeudamiento.Precisamente, el endeudamiento para financiar proyectos de infraestructura, es otro de los mojones de las gestiones provinciales peronistas. También un centro de cuestionamiento de la oposición local.Llaryora acaba de regresar de Arabia Saudita y Los Emiratos Árabes Unidos, donde viajó para buscar financiamiento para distintas obras. El financiamiento árabe (endeudamiento para la oposición) fue una puerta que le dejó abierta Schiaretti.Milei también fustigó el gasto en publicidad oficial, que eliminó totalmente -según Milei- desde que llegó al poder nacional. El gasto en publicidad oficial es otro de los aspectos que la oposición le achaca a Llaryora, como antes hicieron con De la Sota y Schiaretti.La Voz
