“You Get What You Give”, el hit entre la esperanza y la protesta que ganó su lugar en la asunción de Joe Biden
Nunca hay que subestimar el poder de un hit. Es que una canción pop que adquiere esa entidad tiene una prepotencia arrolladora y puede vencer cualquier contexto socio-histórico.
Tal el caso de You Get What You Give, de la banda norteamericana New Radicals, que este miércoles será interpretada por su autor, Gregg Alexander, durante la asunción del demócrata Joe Biden como el nuevo presidente de Estados Unidos.
Conseguís lo que das, tal su traducción a nuestro idioma, está en el único disco de New Radicals, publicado en 1998 con el título Maybe You’ve Been Brainwashed Too (Quizás a vos también te han lavado el cerebro).
Y es especial porque su predilección en el entorno de Biden ha logrado que la banda se reúna después ¡¡¡de 22 años!!!
En la campaña, You Get What You Give se usó como la canción de salida del esposo de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Doug Emhoff.
Pero ganó consistencia emocional por el hecho de que fue el tema que Beau Biden, el hijo fallecido Joe, convirtió en su himno cuando luchaba contra el cáncer.
Lo expuso el ahora 46º presidente de Estados Unidos en su libro de memorias Promise Me, Dad: A Year of Hope, Hardship, and Purpose: “Durante el desayuno, Beau solía hacerme escuchar You Get What You Give, su tema preferido. Aunque nunca dejó de luchar y su voluntad de vivir era más fuerte que la de la mayoría, él sabía que este día podría llegar. La letra de la canción es: ‘Todo este maldito mundo puede desmoronarse. Estarás bien, sigue tu corazón”.
Joseph Robinette Beau Biden III, que era el hijo mayor de Biden, murió en 2015 a los 46 años. Veterano de Irak, fue fiscal general de Delaware desde 2007 hasta que dejó el cargo en 2015 para aspirar a la Casa del Gobernador de ese Estado del noreste de EE UU.
Beau estaba llamado a seguir los pasos que Joe dio en la mañana de este miércoles, en un acto repleto de estrellas pop (J Lo y Lady Gaga, entre ellas), por lo que la inclusión de los New Radicals en la gala vespertina “Celebrating America” suena a justo homenaje del mandatario a su memoria.
Bruce Springsteen, Foo Fighters, Justin Timberlake, Demi Lovato y John Legend serán los acompañantes de Gregg Alexander y los suyos en la movida. Vaya nombres.
Hasta aquí, las motivaciones de los demócratas en general y de Joe Biden en particular para invitar a New Radicals a la fiesta de asunción.
¿Y qué onda desde el seno de la banda?
“Si hay algo en la Tierra que posiblemente nos haga reunirnos, aunque sólo sea por un día, es la esperanza de que nuestra canción pueda ser incluso el más pequeño faro de luz en un momento tan oscuro”, dijo Alexander, en clara referencia al final de la administración Trump.
“Estados Unidos sabe en su corazón que las cosas volverán a brillar con una nueva administración y un plan real para las vacunas en camino. Ese es el mensaje de la canción… Este mundo va a salir adelante”, añadió en sintonía a los expuesto por Joe Biden en sus memorias.
“Volver a interpretar la canción después de tanto tiempo es un gran honor porque todos tenemos un profundo respeto por el servicio militar de Beau y muchas esperanzas por la unidad y la normalidad que Joe y Kamala traerán de nuevo a nuestro país en esta época de crisis”, finalizó Alexander, quien es un personaje, por lo menos, respetable.
¿Por qué?
Fundamentalmente porque no borró con el codo lo que escribió con la mano. O en otras palabras, porque mantuvo con acciones el perfil anti star system y contestatario que exudó en la segunda parte de You Get What You Give, donde les tiró misiles (esperemos que los nuevos demócratas no lo hagan) a varias astros de aquel tiempo (Beck, Hanson, Courtney Love y Marilyn Manson), al tiempo que criticó duramente a varias instituciones estadounidenses como el sistema de salud y la Food & Drug Association.
En su pieza chispeante y perfecta, que alterna vocalización desprejuiciada con falsetes en un movimiento pop de resonancias setentistas, Alexander también se cargó la paranoia generada por el Y2K, el bug o error de software causado por la costumbre que habían adoptado los programadores de omitir la centuria en el año para el almacenamiento de fechas (generalmente para economizar memoria), asumiendo que el software solo funcionaría durante los años cuyos números comenzaran con 19XX.
Tal cual, todo muy noventoso. Pero lo cierto es que tras pegar fuerte con You Get What You Give, y más con su clip que mostró una insurrección juvenil en un shopping en la que los yuppies eran cazados con redes, Greg Alexander desoyó la orden de su discográfica de ir por más.
Efectivamente, a este talento de Michigan se le obligó hacer un segundo clip aun cuando, en su opinión, el de su radiante hit tenía cuerda para rato.
No sólo no se dejó avasallar, sino que emitió un comunicado en el que informaba que New Radicals se separaba porque la lógica absorbente y cruel del show bizz no era para él.
El popero Alexander no llegó a morderse la propia cola como muchos contemporáneos nihilistas del rock alternativo, que cargaban una cuestión “culpógena” desde el suicidio de Kurt Cobain.
Lejos de convertirse en un outsider, Gregg encontró su lugar en el mundo como productor y compositor para terceros, algo que puede contrastarse en los booklets de discos de Boyzone, Sophie Ellis Bextor, Rivers Cuomo y Enrique Iglesias.
Su nombre también está en la lista de ganadores de la edición 2003 del Grammy, por cuanto él fue quien escribió The Game of Love, interpretada por Michelle Branch para Santana y ganadora en la categoría Mejor Colaboración Pop.
Es probable que este gramófono dorado brille desde alguna repisa de su casa, muy seguro de que nunca logrará imponerse al mojón que significo You Get What You Give en la vida de su dueño.
Nunca hay que subestimar el poder de un hit. Es que una canción pop que adquiere esa entidad tiene una prepotencia arrolladora y puede vencer cualquier contexto socio-histórico.
Tal el caso de You Get What You Give, de la banda norteamericana New Radicals, que este miércoles será interpretada por su autor, Gregg Alexander, durante la asunción del demócrata Joe Biden como el nuevo presidente de Estados Unidos.
Conseguís lo que das, tal su traducción a nuestro idioma, está en el único disco de New Radicals, publicado en 1998 con el título Maybe You’ve Been Brainwashed Too (Quizás a vos también te han lavado el cerebro).
Y es especial porque su predilección en el entorno de Biden ha logrado que la banda se reúna después ¡¡¡de 22 años!!!
En la campaña, You Get What You Give se usó como la canción de salida del esposo de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Doug Emhoff.
Pero ganó consistencia emocional por el hecho de que fue el tema que Beau Biden, el hijo fallecido Joe, convirtió en su himno cuando luchaba contra el cáncer.
Lo expuso el ahora 46º presidente de Estados Unidos en su libro de memorias Promise Me, Dad: A Year of Hope, Hardship, and Purpose: “Durante el desayuno, Beau solía hacerme escuchar You Get What You Give, su tema preferido. Aunque nunca dejó de luchar y su voluntad de vivir era más fuerte que la de la mayoría, él sabía que este día podría llegar. La letra de la canción es: ‘Todo este maldito mundo puede desmoronarse. Estarás bien, sigue tu corazón”.
Joseph Robinette Beau Biden III, que era el hijo mayor de Biden, murió en 2015 a los 46 años. Veterano de Irak, fue fiscal general de Delaware desde 2007 hasta que dejó el cargo en 2015 para aspirar a la Casa del Gobernador de ese Estado del noreste de EE UU.
Beau estaba llamado a seguir los pasos que Joe dio en la mañana de este miércoles, en un acto repleto de estrellas pop (J Lo y Lady Gaga, entre ellas), por lo que la inclusión de los New Radicals en la gala vespertina “Celebrating America” suena a justo homenaje del mandatario a su memoria.
Bruce Springsteen, Foo Fighters, Justin Timberlake, Demi Lovato y John Legend serán los acompañantes de Gregg Alexander y los suyos en la movida. Vaya nombres.
Hasta aquí, las motivaciones de los demócratas en general y de Joe Biden en particular para invitar a New Radicals a la fiesta de asunción.
¿Y qué onda desde el seno de la banda?
“Si hay algo en la Tierra que posiblemente nos haga reunirnos, aunque sólo sea por un día, es la esperanza de que nuestra canción pueda ser incluso el más pequeño faro de luz en un momento tan oscuro”, dijo Alexander, en clara referencia al final de la administración Trump.
“Estados Unidos sabe en su corazón que las cosas volverán a brillar con una nueva administración y un plan real para las vacunas en camino. Ese es el mensaje de la canción… Este mundo va a salir adelante”, añadió en sintonía a los expuesto por Joe Biden en sus memorias.
“Volver a interpretar la canción después de tanto tiempo es un gran honor porque todos tenemos un profundo respeto por el servicio militar de Beau y muchas esperanzas por la unidad y la normalidad que Joe y Kamala traerán de nuevo a nuestro país en esta época de crisis”, finalizó Alexander, quien es un personaje, por lo menos, respetable.
¿Por qué?
Fundamentalmente porque no borró con el codo lo que escribió con la mano. O en otras palabras, porque mantuvo con acciones el perfil anti star system y contestatario que exudó en la segunda parte de You Get What You Give, donde les tiró misiles (esperemos que los nuevos demócratas no lo hagan) a varias astros de aquel tiempo (Beck, Hanson, Courtney Love y Marilyn Manson), al tiempo que criticó duramente a varias instituciones estadounidenses como el sistema de salud y la Food & Drug Association.
En su pieza chispeante y perfecta, que alterna vocalización desprejuiciada con falsetes en un movimiento pop de resonancias setentistas, Alexander también se cargó la paranoia generada por el Y2K, el bug o error de software causado por la costumbre que habían adoptado los programadores de omitir la centuria en el año para el almacenamiento de fechas (generalmente para economizar memoria), asumiendo que el software solo funcionaría durante los años cuyos números comenzaran con 19XX.
Tal cual, todo muy noventoso. Pero lo cierto es que tras pegar fuerte con You Get What You Give, y más con su clip que mostró una insurrección juvenil en un shopping en la que los yuppies eran cazados con redes, Greg Alexander desoyó la orden de su discográfica de ir por más.
Efectivamente, a este talento de Michigan se le obligó hacer un segundo clip aun cuando, en su opinión, el de su radiante hit tenía cuerda para rato.
No sólo no se dejó avasallar, sino que emitió un comunicado en el que informaba que New Radicals se separaba porque la lógica absorbente y cruel del show bizz no era para él.
El popero Alexander no llegó a morderse la propia cola como muchos contemporáneos nihilistas del rock alternativo, que cargaban una cuestión “culpógena” desde el suicidio de Kurt Cobain.
Lejos de convertirse en un outsider, Gregg encontró su lugar en el mundo como productor y compositor para terceros, algo que puede contrastarse en los booklets de discos de Boyzone, Sophie Ellis Bextor, Rivers Cuomo y Enrique Iglesias.
Su nombre también está en la lista de ganadores de la edición 2003 del Grammy, por cuanto él fue quien escribió The Game of Love, interpretada por Michelle Branch para Santana y ganadora en la categoría Mejor Colaboración Pop.
Es probable que este gramófono dorado brille desde alguna repisa de su casa, muy seguro de que nunca logrará imponerse al mojón que significo You Get What You Give en la vida de su dueño.La Voz