Rosario: un grupo de sicarios baleó una escuela y dejaron una nota amenazante sobre “La Verdadera Mafia”
La ciudad de Rosario fue escenario de un nuevo ataque de sicarios, que esta vez tuvo como objetivo una institución educativa. Se trata de la Escuela Secundaria Nº 1.515 “René Favaloro”, ubicada en la localidad de Villa Gobernador Gálvez. El edificio fue baleado en la madrugada de este martes, según los primeros datos de la investigación.
Los atacantes, que se desplazaban a pie, efectuaron cinco disparos en el portón del colegio, dos en una pared interior y uno más en el piso. Además de los impactos de bala, los maleantes dejaron una nota amenazante.
El mensaje encontrado en el lugar llevaba la firma de “La Verdadera Mafia” y estaba dirigida a un hombre cuyo nombre no fue reconocido por los trabajadores escolares. La Policía de Santa Fe, que intervino en el hecho, incautó las vainas servidas en la escena, mientras que los peritos forenses tomaron nota de la magnitud del ataque.
A pesar de la gravedad del hecho, la actividad escolar no se vio interrumpida y las clases del turno mañana continuaron con normalidad.
Tras el conmocionante suceso, desde la dirección de la institución emitieron un comunicado en el que detallaron lo ocurrido y las acciones tomadas.
En el mensaje, la escuela informó que, además de los disparos, los atacantes causaron daños menores en el patio del establecimiento. La Policía fue alertada sobre el ataque y puso en marcha los protocolos correspondientes establecidos por el Ministerio de Educación.
“La Policía respondió asegurando que había intervenido Fiscalía, que decidiría si se asigna una custodia permanente para el establecimiento”, indicó el comunicado de la escuela.
Un patrón de violencia creciente
Este ataque a la Escuela “René Favaloro” no es un hecho aislado. En los últimos meses, varios establecimientos educativos de la región fueron blanco de balaceras.
A principios de mayo, un jardín de infantes en la intersección de Felipe Moré y La Paz, y una escuela en Constitución al 2300 también fueron baleados. En ambos casos, los agresores dejaron notas en las que se mencionaba a un hombre vinculado con el tráfico de drogas y la fuerza de seguridad provincial.
En 2023, la violencia contra instituciones educativas se multiplicó en la zona, con cuatro colegios baleados y varios más amenazados mediante llamadas telefónicas o mensajes de voz, muchos de ellos enviados por alumnos de los propios establecimientos o por otros estudiantes de la región. Este patrón de ataques se inscribe en un contexto de creciente violencia en Rosario, que incluye a comisarías, estaciones de servicio y otras instituciones, y refleja el clima de inseguridad que atraviesa la ciudad.
El ataque a la Escuela Secundaria Nº 1.515 “René Favaloro” se produjo apenas dos semanas después del homicidio de Andrés “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central, y de su principal ladero, Daniel “Rana” Attardo. Dicho crimen esta siendo investigado ya que se presume que se trató de un ajuste de cuentas vinculado con el narcotráfico y el crimen organizado.
Bracamonte, que estaba siendo investigado por lavado de dinero y tenía antecedentes por violencia de género, se encontraba en el centro de la atención de las autoridades provinciales, que temen que su muerte desencadene una nueva ola de violencia en la región.
Este episodio de balacera en la escuela refuerza el temor de que los centros educativos y otras instituciones continúen siendo blanco de ataques relacionados con el crimen organizado, lo que subraya la urgencia de un abordaje más eficaz de la violencia en Rosario, que ya lleva años afectando la vida cotidiana de sus habitantes.
La ciudad de Rosario fue escenario de un nuevo ataque de sicarios, que esta vez tuvo como objetivo una institución educativa. Se trata de la Escuela Secundaria Nº 1.515 “René Favaloro”, ubicada en la localidad de Villa Gobernador Gálvez. El edificio fue baleado en la madrugada de este martes, según los primeros datos de la investigación.
Los atacantes, que se desplazaban a pie, efectuaron cinco disparos en el portón del colegio, dos en una pared interior y uno más en el piso. Además de los impactos de bala, los maleantes dejaron una nota amenazante.
El mensaje encontrado en el lugar llevaba la firma de “La Verdadera Mafia” y estaba dirigida a un hombre cuyo nombre no fue reconocido por los trabajadores escolares. La Policía de Santa Fe, que intervino en el hecho, incautó las vainas servidas en la escena, mientras que los peritos forenses tomaron nota de la magnitud del ataque.
A pesar de la gravedad del hecho, la actividad escolar no se vio interrumpida y las clases del turno mañana continuaron con normalidad.
Tras el conmocionante suceso, desde la dirección de la institución emitieron un comunicado en el que detallaron lo ocurrido y las acciones tomadas.
En el mensaje, la escuela informó que, además de los disparos, los atacantes causaron daños menores en el patio del establecimiento. La Policía fue alertada sobre el ataque y puso en marcha los protocolos correspondientes establecidos por el Ministerio de Educación.
“La Policía respondió asegurando que había intervenido Fiscalía, que decidiría si se asigna una custodia permanente para el establecimiento”, indicó el comunicado de la escuela.
Un patrón de violencia creciente
Este ataque a la Escuela “René Favaloro” no es un hecho aislado. En los últimos meses, varios establecimientos educativos de la región fueron blanco de balaceras.
A principios de mayo, un jardín de infantes en la intersección de Felipe Moré y La Paz, y una escuela en Constitución al 2300 también fueron baleados. En ambos casos, los agresores dejaron notas en las que se mencionaba a un hombre vinculado con el tráfico de drogas y la fuerza de seguridad provincial.
En 2023, la violencia contra instituciones educativas se multiplicó en la zona, con cuatro colegios baleados y varios más amenazados mediante llamadas telefónicas o mensajes de voz, muchos de ellos enviados por alumnos de los propios establecimientos o por otros estudiantes de la región. Este patrón de ataques se inscribe en un contexto de creciente violencia en Rosario, que incluye a comisarías, estaciones de servicio y otras instituciones, y refleja el clima de inseguridad que atraviesa la ciudad.
El ataque a la Escuela Secundaria Nº 1.515 “René Favaloro” se produjo apenas dos semanas después del homicidio de Andrés “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central, y de su principal ladero, Daniel “Rana” Attardo. Dicho crimen esta siendo investigado ya que se presume que se trató de un ajuste de cuentas vinculado con el narcotráfico y el crimen organizado.
Bracamonte, que estaba siendo investigado por lavado de dinero y tenía antecedentes por violencia de género, se encontraba en el centro de la atención de las autoridades provinciales, que temen que su muerte desencadene una nueva ola de violencia en la región.
Este episodio de balacera en la escuela refuerza el temor de que los centros educativos y otras instituciones continúen siendo blanco de ataques relacionados con el crimen organizado, lo que subraya la urgencia de un abordaje más eficaz de la violencia en Rosario, que ya lleva años afectando la vida cotidiana de sus habitantes.La Voz