Por Ganancias, hay planteles tercerizados en empresas para no parar la producción
En pocos días, Toyota mordió el polvo, por lo menos, tres veces. En febrero hubo tres días (uno de los feriados de Carnaval y dos sábados) en los que no logró reunir el plantel mínimo de operarios para asegurar la producción en su planta de Zárate (Buenos Aires), justo en un momento de alta demanda de camionetas Hilux.
Una de las razones esgrimidas por la compañía fue que parte del plantel estaba de vacaciones. Pero la otra causa reconocida por la automotriz, y que en definitiva fue la que impidió trabajar esos días, es el impacto del impuesto a las Ganancias.
Muchas personas con niveles salariales que ingresan dentro de los parámetros del tributo evitan trabajar feriados, fines de semana u horas extras, ya que en la práctica eso implicará cobrar menos en el bolsillo, por las mayores retenciones a cuenta que se realizan sobre la liquidación de los salarios (el impuesto es anual).
Con matices, la situación de Toyota se replica en otras empresas del sector metalmecánico y también de la industria de la alimentación, rubros que tienen un fuerte sello en la matriz productiva cordobesa.
De hecho, no pocas industrias han intensificado la contratación de personal eventual para cubrir puestos y eventuales cuellos de botella.
Hoy por hoy, los niveles de salario neto a partir de los cuales un empleado empieza a pagar Ganancias se ubican entre 74.810,36 pesos si es soltero sin hijos y 98.963,19 pesos si es casado con dos hijos. Quienes están en niveles cercanos a esas cifras, si trabajan un día feriado –para buena parte de los convenios esa fecha se paga doble– y suman algunas horas extras, empiezan a sufrir retenciones.
Esto hace que el sueldo neto termine siendo menor o no guarde relación con la mayor cantidad de tareas realizadas. Por eso, muchos rechazan la posibilidad de trabajos adicionales.
Dos consultoras de recursos humanos dedicadas a colocar personal eventual en la industria, y a las que recurrió La Voz, confirmaron que esta situación se viene registrando en Córdoba en los últimos años y obliga a las empresas a cubrir los puestos con personal eventual.
Más producción
“El año pasado, de las cerca de 550 empresas que tenemos como clientes, entre 35 y 45 tomaron gente tercerizada porque sus equipos no querían hacer horas extras, feriados o el turno noche”, aseguró Jeremías González Ferioli, director de Consultores de Empresas.
Según el ejecutivo, tras el paulatino final del aislamiento, se empezaron a repetir situaciones en las que las industrias reciben pedidos de más producción y que no pueden cubrir por la falta de mano de obra.
“Las automotrices, autopartistas y metalúrgicas se encuentran con pico de producción y de un día para el otro te piden un equipo de trabajo para no afrontar discusiones con su personal. Con los problemas que traen de arrastre del año pasado y la incertidumbre por la pandemia, no se pueden dar el lujo de perder nada”, resaltó.
Consultores de Empresas ha tenido que colocar desde equipos desde 30 o 40 personas para un turno noche hasta reemplazar a más de la mitad de los operarios de una línea de producción en una industria.
La misma situación confirma la consultora internacional Adecco, que trabaja con varias compañías del interior.
“Muchas empresas deciden tomar personal eventual, para que no se vea afectada su actividad normal por falta de trabajadores. Es una tendencia que viene creciendo en los últimos años”, señala Alexis Vargas, director de la Sucursal Córdoba de Adecco Argentina.
Al respecto, aclara que no afecta a un rubro en particular, sino a empresas que normalmente pagan sueldos altos. Además de la cadena automotriz, incluye a compañías de logística y de la industria de la alimentación. “A mayor salario, mayor probabilidad de que se presente esta situación”, indicó.
Alivio momentáneo
Esta semana, la Cámara de Diputados de la Nación empezó a tratar el proyecto de reforma de Ganancias, presentado por su titular, Sergio Massa, que eleva a 150 mil pesos mensuales promedio bruto el piso salarial a partir del cual se aplicará la retención este año.
Esto aliviará la situación, según indicaron los especialistas en recursos humanos, pero la mejora será de corto plazo.
“La reforma seguramente modificará el escenario; no obstante, el empleo eventual va a seguir en crecimiento. Las empresas encuentran flexibilidad y seguridad jurídica a la hora de contratar personal por esta vía. Y hoy, que seguimos en tiempos de pandemia, somos la herramienta más útil”, resalta el director en Córdoba de Adecco.
Para el titular de Consultores de Empresas, este alivio será temporal, “porque en un par de años el mercado laboral volverá a la misma situación”.
Entre 2003 y 2013, la cantidad de trabajadores y de jubilados que pagaron Ganancias pasó de 496.331 a 2,83 millones, lo que implica un salto de 470,6 por ciento, según datos que incluye el proyecto que trata el Congreso.
Pero a partir de septiembre 2013, por el decreto 1242/13 de la entonces presidenta Cristina Fernández, se fijó una deducción especial –sin modificar el mínimo no imponible– que liberó de Ganancias a los trabajadores con sueldos brutos de hasta 15 mil pesos.
En 2014, la cantidad de asalariados con retenciones bajó 63,3 por ciento, para ubicarse en 1,039 millones.
Al año siguiente, la cantidad volvió a subir, por efecto de los aumentos salariales (consecuencia directa de la inflación) y la falta de actualización de los parámetros del tributo. El año pasado impactó sobre 2,3 millones de trabajadores y jubilados.
En medio de un año electoral, la reforma en tratamiento en el Congreso alejará el fantasma de la retención de Ganancias sobre el salario de muchos trabajadores. Pero la historia reciente demuestra que será por poco tiempo.
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