Pepín Rodríguez Simón vuelve hoy a la Argentina tras cubrir una fianza millonaria y garantizarse que no será detenido
Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el exasesor de Mauricio Macri que fue declarado rebelde por la justicia argentina, se embarcó esta mañana rumbo a Buenos Aires y se espera que en minutos se presente en los tribunales de Comodoro Py, informaron fuentes judiciales. Estaba radicado en Uruguay desde hacía más de tres años porque la jueza María Romilda Servini lo buscaba para indagarlo por amenazas y extorsión.
Rodríguez Simón se declaró perseguido del kirchnerismo y ante el cambio de gobierno, pidió regresar al país sin que lo arrestaran. Servini le concedió su pedido el 8 de mayo pasado, con el objetivo de que él declare en la causa por supuesta extorsión a los dueños del grupo Indalo. En la Argentina no existe el juicio en ausencia. Por eso, explicó la jueza, estaba dispuesta a darle este permiso: si él no volvía -ni lo extraditaban-, el caso nunca avanzaría. Ahora, deberá presentarse en el juzgado federal de Servini que lo citó a indagatoria hace tres años y medio.
Su último paso en la causa previo al regreso fue presentar a un amigo como su “fiador” para cubrir la fianza que le puso la jueza para habilitarlo a volver y levantarle la orden de captura. El amigo en cuestión fue José María Torello, exjefe de asesores de Macri durante su presidencia. Según el acta labrada en el juzgado, Torello “aportó un inmueble” sobre el que “se celebró la correspondiente escritura pública de garantía hipotecaria hasta alcanzar la suma fijada en 3.120.000.000″. Torello, dice el acta, se comprometió “solemnemente a presentar a Rodríguez Simón cada vez que sea convocado” por el tribunal, “responsabilizándose in solidum por la suma de $3.120.000.000″.
En mayo pasado, la Cámara Federal confirmó la decisión de la magistrada de habilitar el regreso de Rodríguez Simón sin que quedara detenido, pese a que el Ministerio Público Fiscal se había opuesto. Y en el mismo sentido falló la Cámara Federal de Casación, también con la oposición del fiscal.
Se había radicado en Uruguay hace más de tres años para eludir a la jueza María Romilda Servini; ella le permitió ingresar al país sin ser capturado para poder indagarlo por supuestas amenazas y extorsiónLA NACION