Argentina ganó con un Lionel Messi en su mejor versión

Una noche de brillo, de esplendor y para que todo el mundo disfrute a un jugador extraordinario que está en “su gira despedida”. Lionel Messi fue el dueño de una jornada de espectáculo futbolístico brindado por el equipo campeón del mundo. El 6 a 0 a Bolivia permitió que el conjunto albiceleste se luciera y dejara asentado en el campo de juego porque tiene a los mejores del planeta vestidos con sus colores.

Una victoria para que se disfrute por mucho tiempo, porque el equipo de Scaloni jugó en el nivel que se espera haga, porque es el campeón de todo. Pero además porque Messi nos entregó un partido estelar que llevó a que el estadio lo despidiera de pie y coreando su nombre.

Argentina impuso su juego desde el inicio del partido y hasta el cierre del mismo dejando pequeño a su adversario.

En la etapa inicial le alcanzó con Messi inspirado y mucho juego en la mitad del campo.

La visita intentó jugar y ser prolijo en la salida, pero la muy buena presión del local lo llevó a perder el útil antes de generar juego en ofensiva y terminó refugiado en su sector intentando evitar que el campeón lo lastime, pero no pudo lograrlo.

Un error en la salida del verde le permitió a Messi correr de frente al arco y definir. Después Viscarra tuvo una tapada tremenda en un tiro libre del “10″ y por eso el resultado era mezquino con el albiceleste. En tanto, en el otro extremo del campo, no hubo actividad.

Y cuando se juntaron los tres de arriba en el cierre del parcial vino el segundo: Álvarez metió para Messi y el capitán cuando tenía todo para definir, tocó para que Martínez metiera un “pase a la red”.

Abrumador manejo de la pelota y los espacios por el seleccionado nacional, que encontró en su capitán a un jugador en un nivel extraordinario y tuvo otra pincelada para el 3 a 0 de Álvarez.

Era el final de una etapa que se llevó el partido con su resultado, porque no había posibilidades que Bolivia reaccionara.

Segundo acto

Y si el primer tiempo había sido bueno, en el segundo todo fue brillo, juego y goles para cerrar una noche cargada de alegría y de fútbol.

Messi, en su mejor versión desde la Copa América, siguió mostrando que es el director de la orquesta. Se lo vio pleno en lo físico y en lo mental, porque disfrutó el partido, lo gozó y nunca lo sobró, sino que lo jugó como él quiere hacerlo: a pleno.

Bolivia era un cúmulo de voluntades que se paseó por el Monumental a la espera del final y tratando de frenar a ese aluvión albiceleste que ganó por todos los sectores.

Vino el cuarto, después dos más y la fiesta en las tribunas fue total.

Argentina mostró todo lo que es capaz de hacer cuando un rival le da ventajas, exhibió juego colectivo, individual y mucha potencia para marcar.

Hubo fiesta en Núñez, porque estuvo Messi y porque Argentina puede disfrutarlo por un tiempo más.

El resumen de la goleada

Una noche de brillo, de esplendor y para que todo el mundo disfrute a un jugador extraordinario que está en “su gira despedida”. Lionel Messi fue el dueño de una jornada de espectáculo futbolístico brindado por el equipo campeón del mundo. El 6 a 0 a Bolivia permitió que el conjunto albiceleste se luciera y dejara asentado en el campo de juego porque tiene a los mejores del planeta vestidos con sus colores.
Una victoria para que se disfrute por mucho tiempo, porque el equipo de Scaloni jugó en el nivel que se espera haga, porque es el campeón de todo. Pero además porque Messi nos entregó un partido estelar que llevó a que el estadio lo despidiera de pie y coreando su nombre.
Argentina impuso su juego desde el inicio del partido y hasta el cierre del mismo dejando pequeño a su adversario.
En la etapa inicial le alcanzó con Messi inspirado y mucho juego en la mitad del campo.
La visita intentó jugar y ser prolijo en la salida, pero la muy buena presión del local lo llevó a perder el útil antes de generar juego en ofensiva y terminó refugiado en su sector intentando evitar que el campeón lo lastime, pero no pudo lograrlo.
Un error en la salida del verde le permitió a Messi correr de frente al arco y definir. Después Viscarra tuvo una tapada tremenda en un tiro libre del “10″ y por eso el resultado era mezquino con el albiceleste. En tanto, en el otro extremo del campo, no hubo actividad.
Y cuando se juntaron los tres de arriba en el cierre del parcial vino el segundo: Álvarez metió para Messi y el capitán cuando tenía todo para definir, tocó para que Martínez metiera un “pase a la red”.
Abrumador manejo de la pelota y los espacios por el seleccionado nacional, que encontró en su capitán a un jugador en un nivel extraordinario y tuvo otra pincelada para el 3 a 0 de Álvarez.
Era el final de una etapa que se llevó el partido con su resultado, porque no había posibilidades que Bolivia reaccionara.
Segundo acto
Y si el primer tiempo había sido bueno, en el segundo todo fue brillo, juego y goles para cerrar una noche cargada de alegría y de fútbol.
Messi, en su mejor versión desde la Copa América, siguió mostrando que es el director de la orquesta. Se lo vio pleno en lo físico y en lo mental, porque disfrutó el partido, lo gozó y nunca lo sobró, sino que lo jugó como él quiere hacerlo: a pleno.
Bolivia era un cúmulo de voluntades que se paseó por el Monumental a la espera del final y tratando de frenar a ese aluvión albiceleste que ganó por todos los sectores.
Vino el cuarto, después dos más y la fiesta en las tribunas fue total.
Argentina mostró todo lo que es capaz de hacer cuando un rival le da ventajas, exhibió juego colectivo, individual y mucha potencia para marcar.
Hubo fiesta en Núñez, porque estuvo Messi y porque Argentina puede disfrutarlo por un tiempo más.
El resumen de la goleadaLa Voz

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