La familia del chico asesinado por un amigo interpuso una demanda civil: piden $ 600 millones

Hasta el día de hoy, los padres de Joaquín Sperani (14) no pueden mitigar el dolor que les causó la muerte violenta de su hijo en manos de un amigo de la escuela secundaria, de la misma edad.

El caso empezó a escribirse el jueves 29 de junio de 2023, cuando el adolescente no regresó a su casa después de la escuela. Eso motivó una búsqueda masiva. El domingo 2 de julio, pasado el mediodía, el peor escenario se encontró: el chico estaba muerto en una vivienda abandonada a la vuelta de la secundaria a la que iba.

Canal especial. Todo lo publicado sobre el crimen de Joaquín

Por el hecho, a las pocas horas el agresor se quebró y confesó que había asesinado a su amigo. Nadie en Laboulaye lo podía creer. Incluso el rumor hablaba de una presunta tercera persona, pero luego fue descartado por la investigación a cargo del juez Sebastián Moro, del fuero de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye.

Como el involucrado en el hecho era menor de edad al momento del asesinato, es decir, no punible para la ley penal Argentina, fue derivado para su resguardo al Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), que depende del Complejo Esperanza, de la ciudad de Córdoba. Ahí se le realizaron estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales.

A las semanas, fue regresado con sus padres. Intervino en el caso la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).

La familia y el agresor de Joaquín Sperani ya no viven en Laboulaye. Luego del crimen se mudaron a una ciudad del departamento General San Martín, donde intentan llevar adelante sus vidas con un perfil muy bajo.

Demanda civil contra el Gobierno de Córdoba y los padres del agresor

Mariela Flores es la madre de Joaquín y desde que sucedió lo de su hijo está con tratamiento psicológico. De a poco, intenta salir adelante por sus otros hijos, pese al dolor.

“La Mariela de antes murió con Joaquín”, dice en diálogo con La Voz. Y continúa: “Soy otra persona en reconstrucción. Lo tengo que aceptar y lo estoy trabajando en terapia”.

Consultada sobre una demanda civil que se presentó en los Tribunales de Laboulaye, Flores indicó que es “real” y que la interpuso su abogado Raúl Frencia.

Según explicó, la demanda es contra el Estado provincial y contra los padres del agresor de su hijo. Piden $ 600 millones. Ahora el juez deberá determinar quiénes son los responsables.

“Esto va más allá del dinero. La demanda civil es porque no podíamos ir penalmente contra los directivos del Ipem Nº 278, a donde asistía mi hijo. Ellos se ampararon en la institución”, explica. Y añade: “Quiero que se manche su legajo por irresponsables. Que se siente un precedente. La responsabilidad de la escuela está comprobada. El Ministerio de Educación está esperando que la Justicia se expida para poder hacer los movimientos o los despidos correspondientes”.

Al momento del crimen de Joaquín Sperani, la directora y el vicedirector no estaban en la ciudad de Laboulaye. Estaban rindiendo un concurso, y el colegio había quedado a cargo de otros docentes. Sin embargo, el Ministerio de Educación desplazó a ese binomio, les asignó tareas pasivas en un colegio de la ciudad y en otra institución de Villa Rossi, un pueblo vecino.

Mientras tanto, el colegio ha quedado a cargo de otro educador proveniente de otra ciudad.

Cómo se reconstruye la familia Sperani-Flores

Después del crimen de Joaquín, la familia Sperani-Flores sacó del colegio a otros hermanos del chico. Uno asiste a otro establecimiento y el resto ha tomado clases en su domicilio bajo supervisión.

Mariela dice que ahora están todos tratando de retomar una rutina “más normal”.

“Yo tengo mucho miedo. Esto de mandarlos a la escuela y que no vuelvan más es algo que lo estoy trabajando con terapia”, se sincera la mujer. Y cierra: “Sé que tengo que volver a confiar en las personas y en las instituciones. Para mí, va a ser largo. Trabajo todos los días en no transmitirles mis miedos a mis otros hijos. Ellos deben continuar con una vida lo más normal posible”.

En video, un resumen del caso que conmocionó al país

Hasta el día de hoy, los padres de Joaquín Sperani (14) no pueden mitigar el dolor que les causó la muerte violenta de su hijo en manos de un amigo de la escuela secundaria, de la misma edad.
El caso empezó a escribirse el jueves 29 de junio de 2023, cuando el adolescente no regresó a su casa después de la escuela. Eso motivó una búsqueda masiva. El domingo 2 de julio, pasado el mediodía, el peor escenario se encontró: el chico estaba muerto en una vivienda abandonada a la vuelta de la secundaria a la que iba.
Canal especial. Todo lo publicado sobre el crimen de Joaquín
Por el hecho, a las pocas horas el agresor se quebró y confesó que había asesinado a su amigo. Nadie en Laboulaye lo podía creer. Incluso el rumor hablaba de una presunta tercera persona, pero luego fue descartado por la investigación a cargo del juez Sebastián Moro, del fuero de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye.
Como el involucrado en el hecho era menor de edad al momento del asesinato, es decir, no punible para la ley penal Argentina, fue derivado para su resguardo al Centro de Admisión y Diagnóstico (CAD), que depende del Complejo Esperanza, de la ciudad de Córdoba. Ahí se le realizaron estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales.
A las semanas, fue regresado con sus padres. Intervino en el caso la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).
La familia y el agresor de Joaquín Sperani ya no viven en Laboulaye. Luego del crimen se mudaron a una ciudad del departamento General San Martín, donde intentan llevar adelante sus vidas con un perfil muy bajo.
Demanda civil contra el Gobierno de Córdoba y los padres del agresor
Mariela Flores es la madre de Joaquín y desde que sucedió lo de su hijo está con tratamiento psicológico. De a poco, intenta salir adelante por sus otros hijos, pese al dolor.
“La Mariela de antes murió con Joaquín”, dice en diálogo con La Voz. Y continúa: “Soy otra persona en reconstrucción. Lo tengo que aceptar y lo estoy trabajando en terapia”.
Consultada sobre una demanda civil que se presentó en los Tribunales de Laboulaye, Flores indicó que es “real” y que la interpuso su abogado Raúl Frencia.
Según explicó, la demanda es contra el Estado provincial y contra los padres del agresor de su hijo. Piden $ 600 millones. Ahora el juez deberá determinar quiénes son los responsables.
“Esto va más allá del dinero. La demanda civil es porque no podíamos ir penalmente contra los directivos del Ipem Nº 278, a donde asistía mi hijo. Ellos se ampararon en la institución”, explica. Y añade: “Quiero que se manche su legajo por irresponsables. Que se siente un precedente. La responsabilidad de la escuela está comprobada. El Ministerio de Educación está esperando que la Justicia se expida para poder hacer los movimientos o los despidos correspondientes”.
Al momento del crimen de Joaquín Sperani, la directora y el vicedirector no estaban en la ciudad de Laboulaye. Estaban rindiendo un concurso, y el colegio había quedado a cargo de otros docentes. Sin embargo, el Ministerio de Educación desplazó a ese binomio, les asignó tareas pasivas en un colegio de la ciudad y en otra institución de Villa Rossi, un pueblo vecino.
Mientras tanto, el colegio ha quedado a cargo de otro educador proveniente de otra ciudad.
Cómo se reconstruye la familia Sperani-Flores
Después del crimen de Joaquín, la familia Sperani-Flores sacó del colegio a otros hermanos del chico. Uno asiste a otro establecimiento y el resto ha tomado clases en su domicilio bajo supervisión.
Mariela dice que ahora están todos tratando de retomar una rutina “más normal”.
“Yo tengo mucho miedo. Esto de mandarlos a la escuela y que no vuelvan más es algo que lo estoy trabajando con terapia”, se sincera la mujer. Y cierra: “Sé que tengo que volver a confiar en las personas y en las instituciones. Para mí, va a ser largo. Trabajo todos los días en no transmitirles mis miedos a mis otros hijos. Ellos deben continuar con una vida lo más normal posible”.
En video, un resumen del caso que conmocionó al paísLa Voz

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