A pesar de la lluvia, la Oktoberfest recibió a miles de visitantes

Cientos de personas con trajes típicos que contagian alegría en un desfile por el centro de la localidad. Cuatro muchachos de La Plata jugando al truco en una de las mesas de la “terraza” frente al escenario principal, en el que toca El Cuarto Soda. Un grupo de amigas mendocinas en modo despedida de soltera de Celeste, que luce un velo en la cabeza. Jarros en alto que intentan quedarse con un chorro de la “bebida sagrada” en un espiche. Dos pibes por debajo de una mesa, cubriéndose de la copiosa lluvia mientras Los Palmeras tocan el “Bombón asesino”.

Esos fueron distintos momentos del sábado, día que la historia marca con el pico de afluencia turística, grafican lo ecléctica y diversa que es la Oktoberfest Argentina, de Villa General Belgrano. En 61 años de trayectoria, el evento fue mutando, pero nunca perdió el imán que atrae a miles de turistas de todo el país.

La lluvia que se venía anunciando en todos los pronósticos, finalmente llegó con intensidad, el sábado cerca de la medianoche, poco antes del inicio del show central de la fiesta con el grupo de cumbia santafesino, y opacó un poco la jornada del domingo. No obstante, la fiesta siguió con algunos ajustes y una merma de público lógica por las inclemencias climáticas. Los riesgos de un evento al aire libre que no permite un Plan B.

El evento, que fue cambiando su formato con el paso del tiempo, provoca un impacto económico en cientos de personas de forma directa o indirecta. Y no sólo dentro del predio, sino afuera, con momentos de alta concentración de jóvenes en las calles convertidas en peatonal.

La ocupación, cerca del 100%

El valle de Calamuchita, y no sólo la localidad anfitriona de la fiesta, registró un alto índice de ocupación el fin de semana largo. En Villa General Belgrano, los guarismos treparon al 96%, precisó la secretaria de Turismo, Gabriela Cachayu.

En Santa Rosa de Calamuchita llegó al 89%, según datos brindados por el director de Turismo, Marcos Arregui. Y en La Cumbrecita, por mencionar otra de las localidades emblemáticas del valle, llegó al 92%, apuntó Mercedes Marfort desde esa comuna serrana, quien reconoció que la afluencia superó las expectativas.

Si bien algunos establecimientos hoteleros lograron alquilar las tres noches, hubo otros que se concentraron en dos. Los feriados de viernes son más complicados que cuando caen un lunes, comentó Alejandro Kobelt, miembro de la Asociación Hotelera de Calamuchita.

El cervecero pionero

Diego Assadourian, es el dueño de Viejo Munich, la primera cervecería artesanal de Villa General Belgrano, con un cuarto de siglo de trayectoria. Recordó que, en la primera fiesta que participaron, en 1999, uno de los barriles de los espiches (tradición que se repite varias veces por jornada) contenía cerveza “made in” VGB.

En estos 25 años, la cervecería acompañó cada fiesta, creció y contagió a muchos otros emprendedores que se sumaron al rubro.

Desde su mirada, Assadourian cuenta que esta fiesta tuvo menor movimiento a lo esperado en el primer fin de semana, y que mejoró durante el segundo, en el que siempre se espera la mayor convocatoria. Viernes y sábado venían con alto ritmo de movimiento en ventas, cuando irrumpió la lluvia.

“La Fiesta de la Cerveza es un clásico, siempre viene público y se trabaja bien, pero eso no quita que no notemos que hay una caída del consumo por la situación económica”, precisó. Asimismo, aclaró que la localidad sigue atrayendo público de buen poder adquisitivo.

El cervecero advirtió una nueva dinámica que también comparten otros comerciantes: el predio está abierto desde el mediodía, pero el ingreso fuerte se registra entre las 19 y las 20, por la presencia de los grupos más convocantes, programados cerca de la medianoche.

“La gente ingresa tarde al predio y eso afecta a los puestos de comida que estamos desde las 11 de la mañana abiertos esperando que entre público”, opinó el comerciante.

“Por ser un día menos (en ediciones anteriores, hubo fines de semana extralargos de cuatro días) había algo menos de expectativa, pero se terminó colmando. Lástima la lluvia de anoche (por el sábado) porque se venía vendiendo bien y la gente la estaba pasando bárbaro. Hay quiosqueros que trabajan más que otros, pero en líneas generales la fiesta siempre es buena. Para mi debería achicarse un poquito el predio”, señaló Mariano Zelaya, dueño de Azkaine, otro los puestos gastronómicos con años de trayectoria.

Facundo Dinini, de un stand de venta de fiambres y sándwiches, contó que el ritmo del sábado venía muy bien y que la lluvia trastocó lo que se proyectaba a convertirse en un “día histórico” de ventas.

La Oktoberfest concluye este lunes con una grilla más acotada y la celebración del “Día del Pueblo”, para que disfruten los vecinos y vecinas (muchos afectados a trabajo de la fiesta), en un día que es no laborable en toda la localidad.

Un finde largo con más de 350 mil turistas

Durante el fin de semana largo, más de 350 mil turistas eligieron Córdoba como destino turístico, generando un importante impacto económico de $ 38 mil millones, según la Agencia Córdoba Turismo.

El presidente de la agencia, Darío Capitani, destacó: “Más allá del contexto económico, los argentinos continúan eligiendo a Córdoba como su destino turístico predilecto. Esto nos llena de orgullo y nos impulsa a seguir trabajando codo a codo con el sector privado para potenciar el turismo como motor de las economías regionales, la producción y la generación de fuentes laborales”.

El gasto promedio por turista en el fin de semana fue de $ 72.570, incluyendo alojamiento, comida, movilidad y excursiones.

Según datos relevados por las secretarías de turismo, los promedios de ocupación en las distintas localidades fue el siguiente: Mina Clavero, 70%; Cura Brochero, 62%; San Marcos Sierras, 42%; Villa Tulumba, 98%; Río Cuarto, 50%; Villa General Belgrano, 98%; Santa Rosa de Calamuchita, 89%; Los Reartes, 64%; Villa Carlos Paz, 89%; La Falda, 96%; Miramar, 100%; y Córdoba Capital, 60%.

Los turistas llegaron principalmente de Córdoba Capital, Caba, y las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza.

Cientos de personas con trajes típicos que contagian alegría en un desfile por el centro de la localidad. Cuatro muchachos de La Plata jugando al truco en una de las mesas de la “terraza” frente al escenario principal, en el que toca El Cuarto Soda. Un grupo de amigas mendocinas en modo despedida de soltera de Celeste, que luce un velo en la cabeza. Jarros en alto que intentan quedarse con un chorro de la “bebida sagrada” en un espiche. Dos pibes por debajo de una mesa, cubriéndose de la copiosa lluvia mientras Los Palmeras tocan el “Bombón asesino”.
Esos fueron distintos momentos del sábado, día que la historia marca con el pico de afluencia turística, grafican lo ecléctica y diversa que es la Oktoberfest Argentina, de Villa General Belgrano. En 61 años de trayectoria, el evento fue mutando, pero nunca perdió el imán que atrae a miles de turistas de todo el país.
La lluvia que se venía anunciando en todos los pronósticos, finalmente llegó con intensidad, el sábado cerca de la medianoche, poco antes del inicio del show central de la fiesta con el grupo de cumbia santafesino, y opacó un poco la jornada del domingo. No obstante, la fiesta siguió con algunos ajustes y una merma de público lógica por las inclemencias climáticas. Los riesgos de un evento al aire libre que no permite un Plan B.
El evento, que fue cambiando su formato con el paso del tiempo, provoca un impacto económico en cientos de personas de forma directa o indirecta. Y no sólo dentro del predio, sino afuera, con momentos de alta concentración de jóvenes en las calles convertidas en peatonal.
La ocupación, cerca del 100%
El valle de Calamuchita, y no sólo la localidad anfitriona de la fiesta, registró un alto índice de ocupación el fin de semana largo. En Villa General Belgrano, los guarismos treparon al 96%, precisó la secretaria de Turismo, Gabriela Cachayu.
En Santa Rosa de Calamuchita llegó al 89%, según datos brindados por el director de Turismo, Marcos Arregui. Y en La Cumbrecita, por mencionar otra de las localidades emblemáticas del valle, llegó al 92%, apuntó Mercedes Marfort desde esa comuna serrana, quien reconoció que la afluencia superó las expectativas.
Si bien algunos establecimientos hoteleros lograron alquilar las tres noches, hubo otros que se concentraron en dos. Los feriados de viernes son más complicados que cuando caen un lunes, comentó Alejandro Kobelt, miembro de la Asociación Hotelera de Calamuchita.
El cervecero pionero
Diego Assadourian, es el dueño de Viejo Munich, la primera cervecería artesanal de Villa General Belgrano, con un cuarto de siglo de trayectoria. Recordó que, en la primera fiesta que participaron, en 1999, uno de los barriles de los espiches (tradición que se repite varias veces por jornada) contenía cerveza “made in” VGB.
En estos 25 años, la cervecería acompañó cada fiesta, creció y contagió a muchos otros emprendedores que se sumaron al rubro.
Desde su mirada, Assadourian cuenta que esta fiesta tuvo menor movimiento a lo esperado en el primer fin de semana, y que mejoró durante el segundo, en el que siempre se espera la mayor convocatoria. Viernes y sábado venían con alto ritmo de movimiento en ventas, cuando irrumpió la lluvia.
“La Fiesta de la Cerveza es un clásico, siempre viene público y se trabaja bien, pero eso no quita que no notemos que hay una caída del consumo por la situación económica”, precisó. Asimismo, aclaró que la localidad sigue atrayendo público de buen poder adquisitivo.
El cervecero advirtió una nueva dinámica que también comparten otros comerciantes: el predio está abierto desde el mediodía, pero el ingreso fuerte se registra entre las 19 y las 20, por la presencia de los grupos más convocantes, programados cerca de la medianoche.
“La gente ingresa tarde al predio y eso afecta a los puestos de comida que estamos desde las 11 de la mañana abiertos esperando que entre público”, opinó el comerciante.
“Por ser un día menos (en ediciones anteriores, hubo fines de semana extralargos de cuatro días) había algo menos de expectativa, pero se terminó colmando. Lástima la lluvia de anoche (por el sábado) porque se venía vendiendo bien y la gente la estaba pasando bárbaro. Hay quiosqueros que trabajan más que otros, pero en líneas generales la fiesta siempre es buena. Para mi debería achicarse un poquito el predio”, señaló Mariano Zelaya, dueño de Azkaine, otro los puestos gastronómicos con años de trayectoria.
Facundo Dinini, de un stand de venta de fiambres y sándwiches, contó que el ritmo del sábado venía muy bien y que la lluvia trastocó lo que se proyectaba a convertirse en un “día histórico” de ventas.
La Oktoberfest concluye este lunes con una grilla más acotada y la celebración del “Día del Pueblo”, para que disfruten los vecinos y vecinas (muchos afectados a trabajo de la fiesta), en un día que es no laborable en toda la localidad.
Un finde largo con más de 350 mil turistas
Durante el fin de semana largo, más de 350 mil turistas eligieron Córdoba como destino turístico, generando un importante impacto económico de $ 38 mil millones, según la Agencia Córdoba Turismo.
El presidente de la agencia, Darío Capitani, destacó: “Más allá del contexto económico, los argentinos continúan eligiendo a Córdoba como su destino turístico predilecto. Esto nos llena de orgullo y nos impulsa a seguir trabajando codo a codo con el sector privado para potenciar el turismo como motor de las economías regionales, la producción y la generación de fuentes laborales”.
El gasto promedio por turista en el fin de semana fue de $ 72.570, incluyendo alojamiento, comida, movilidad y excursiones.
Según datos relevados por las secretarías de turismo, los promedios de ocupación en las distintas localidades fue el siguiente: Mina Clavero, 70%; Cura Brochero, 62%; San Marcos Sierras, 42%; Villa Tulumba, 98%; Río Cuarto, 50%; Villa General Belgrano, 98%; Santa Rosa de Calamuchita, 89%; Los Reartes, 64%; Villa Carlos Paz, 89%; La Falda, 96%; Miramar, 100%; y Córdoba Capital, 60%.
Los turistas llegaron principalmente de Córdoba Capital, Caba, y las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Mendoza.La Voz

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