Una mujer asesinó a su esposo y fingió ser él en redes sociales durante tres años

La historia es aterradora y hasta parece sacada de una serie de Netflix. O de un libro sobre crímenes.

Laurie Leigh Shaver, de 41 años, asesinó a su esposo, Michael Douglas Shaver, de un disparo en la cabeza. Para ocultar el crimen, lo enterró debajo de una parrilla de cemento en el patio de su casa. Sucedió en 2015 en Florida, Estados Unidos.

Pero eso no es todo. Laurie, para disimular la ausencia de su esposo, fingió su identidad por las redes sociales durante tres años.

Un compañero de trabajo de Michael, preocupado, sospechó que algo raro pasaba y luego de un llamado, descubrieron lo que le sucedió. Las autoridades encontraron el cuerpo en marzo del 2018.

La autopsia de Michael reveló que murió de un disparo en la cabeza de un revólver calibre .38 y el cuerpo estaba enterrado a casi un metro de profundidad en el patio de su casa.

Los testimonios y acusaciones en medio del crimen

Años después de encontrado el cuerpo, Laurie Leigh Shaver aseguró que la que disparó fue su hija, que en ese entonces tenía siete años. Más tarde, con 15 años, confesó y testificó que lo hizo para defender a su madre.

“Tomé su arma, volví a salir y fui hacia la puerta. Él todavía tenía a mi madre en el suelo. Yo también en el suelo, quieta, le disparé” declaró la hija en un canal local de Florida.

La mujer continuó con su vida, se casó con otro hombre y tuvo dos hijos más. Decía que su marido, Michael, las había abandonado a ella y a su hija.

En septiembre del 2020 la acusaron por homicidio de segundo grado, violencia doméstica y complicidad. La sentencia será el próximo 25 de noviembre del 2024.

La historia es aterradora y hasta parece sacada de una serie de Netflix. O de un libro sobre crímenes.
Laurie Leigh Shaver, de 41 años, asesinó a su esposo, Michael Douglas Shaver, de un disparo en la cabeza. Para ocultar el crimen, lo enterró debajo de una parrilla de cemento en el patio de su casa. Sucedió en 2015 en Florida, Estados Unidos.
Pero eso no es todo. Laurie, para disimular la ausencia de su esposo, fingió su identidad por las redes sociales durante tres años.
Un compañero de trabajo de Michael, preocupado, sospechó que algo raro pasaba y luego de un llamado, descubrieron lo que le sucedió. Las autoridades encontraron el cuerpo en marzo del 2018.
La autopsia de Michael reveló que murió de un disparo en la cabeza de un revólver calibre .38 y el cuerpo estaba enterrado a casi un metro de profundidad en el patio de su casa.
Los testimonios y acusaciones en medio del crimen
Años después de encontrado el cuerpo, Laurie Leigh Shaver aseguró que la que disparó fue su hija, que en ese entonces tenía siete años. Más tarde, con 15 años, confesó y testificó que lo hizo para defender a su madre.
“Tomé su arma, volví a salir y fui hacia la puerta. Él todavía tenía a mi madre en el suelo. Yo también en el suelo, quieta, le disparé” declaró la hija en un canal local de Florida.
La mujer continuó con su vida, se casó con otro hombre y tuvo dos hijos más. Decía que su marido, Michael, las había abandonado a ella y a su hija.
En septiembre del 2020 la acusaron por homicidio de segundo grado, violencia doméstica y complicidad. La sentencia será el próximo 25 de noviembre del 2024.La Voz

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