Una periodista de la BBC murió por complicaciones derivadas de la vacuna contra el Covid-19

El parte forense confirmó que la periodista Lisa Shaw, quien trabajaba para la BCC, falleció en mayo pasado por “complicaciones tras recibir la vacuna AstraZeneca”..

La forense de Newcastle, Karen Dilks, afirmó que los coágulos de sangre en el cerebro de la periodista fueron los que que finalmente la llevaron a la muerte.

Dilks, según confirmó la propia cadena BBC, dijo que Shaw estaba en forma y bien, pero concluyó que estaba “claramente establecido” que su muerte se debió a una muy rara trombosis, que produjo hinchazón y sangrado en el cerebro.

El caso fue el primero en reconocer oficialmente a la vacuna del COVID como “causa subyacente” de una muerte en el Reino Unidos. Aun así, el Gobierno británico insistió que solo se produjeron 417 casos de coágulos sanguíneos, en comparación con las casi 50 millones de dosis de AstraZeneca suministradas hasta la fecha.

La Agencia Regulatoria de Medicamentos británica (MHRA) sostuvo que la proporción de casos registrados es de apenas 15 entre un millón.

Shaw, de 44 años, empezó a desarrollar dolores de cabeza una semana después de recibir su primera dosis contra el Coronavirus, el 29 de abril. El 13 de mayo, los médicos trasladaron a la periodista en ambulancia hacia el Hospital Universitario de North Durham después de un dolor de cabeza que duró durante varios días.

El doctor John Holmes, quien la trató, dijo en un comunicado que se quejaba de tener un “fuerte dolor de cabeza, punzante” en la frente y detrás de los ojos. En los ensayos clínicos encontraron que Shaw tenía coágulos de sangre en su cerebro.

Durante varios días Shaw estuvo consiente y parecía que los tratamientos tenían éxito. Pero la noche del 16 de mayo, los dolores de cabeza empeoraron, y la periodista tenía dificultad para hablar.

A partir de ahí, la situación médica empeoró con una hemorragia y el 21 de mayo, Lisa Shaw falleció.

El patólogo Tuomo Polvikoski señaló que “la evidencia clínica apoya firmemente la idea de que el coágulo cerebral fue inducido por la vacuna”.

Por su parte, la doctora Sue Pavord, de la Universidad de Oxford (que colaboró en el desarrollo de la vacuna de AstraZeneca), recalcó en una rueda de prensa que este tipo de reacciones son “muy raras”.