Roberto Quevedo estaba desayunando el domingo junto a su esposa y su pequeña hija, cuando un pequeño llamado Rodrigo pasó por su puerta, con un pedido muy particular: “Algo para hacer, alguna changuita para que le pudiéramos dar unos alimentos para él y sus hermanitos”.

Roberto fue y le contó a su señora que el niño le pedía las herramientas para cortar el pasto, y los dos se quebrantaron hasta las lágrimas por la situación.

El impacto fue tal, que Roberto decidió escribir a modo de anécdota sobre la entereza de Rodrigo. “Lejos de hacerlo trabajar, le donamos algunos alimentos que tenemos aquí en el merendero, unos panes calientes que yo estaba horneando”, relató Roberto.

Abriendo Caminos

Con orgullo, Roberto contó a La Voz sobre su merendero “Abriendo Caminos”; con el que busca ayudar a la gente y dar una mano a quienes lo necesiten.

“Nosotros no recibimos ayuda de ningún ente, ni estamos con ningún partido político, salvo del Ministerio de Desarrollo Social que nos dona algunas bolsas de mercadería”, sostuvo el hombre. Lo que sí, el merendero cuenta con la mano de un reducido grupo de personas, que voluntariamente apoyan para que el espacio siga funcionando.

Además del merendero, la familia tiene un puesto de tortillas y café al paso en la Avenida Santa Ana, trabajo que hace junto a sus hijos y que les permite sostener el espacio.

“Hay semanas que se hace complicado, porque también tenemos que pagar nuestras cuentas” sostuvo Roberto.

Al espacio asisten aproximadamente unas sesenta personas, entre ellos muchos niños; que son recibidos por tres personas a cargo del merendero.

El día miércoles, Rodrigo se acercó nuevamente a la casa de Roberto para contarle su historia. El niño vive en Parque República junto a su familia. “Mañana vamos a ir a la casa para ver sus necesidades y en qué podemos asistirlo”, contó el hombre.

Pobreza. En agosto de 2020, Unicef estimó que el 62,9% de los niños y niñas en Argentina vivían bajo la línea de pobreza; 8,3 millones de personas.

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