Estiman que la siembra de soja podría ser la más baja en una década

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó su primera estimación de siembra nacional de soja: la oleaginosa cubriría 16,4 millones de hectáreas en la próxima campaña 2021/22, lo que significa una caída del tres por ciento con respecto a la campaña pasada.

No obstante, el dato sobresaliente es que se trataría de la menor área en al menos una década, de acuerdo con las estadísticas históricas de la entidad rosarina.

Escalón a escalón, la soja viene perdiendo superficie a grandes pasos en los últimos años: tal es así, que en siete campañas perdió casi el 20 por ciento de su superficie.

En la temporada 2014/15, llegaron a sembrarse 20,25 millones de hectáreas, una cifra que se mantuvo al año siguiente, pero que después comenzó a retroceder a pasos agigantados.

Siembra de soja

Este año, serían 500 mil hectáreas menos, e incluso la reducción podría ser aún mayor. “En Santa se dejarían de sembrar más de 100.000 hectáreas. En Córdoba y en Buenos Aires, la caída estaría en el orden de 200.000 hectáreas. Incluso con el horizonte climático de una ‘Niña’ o un Neutro frío en el Pacífico, y un agosto que muestra por delante al menos 10 días más sin lluvias importantes, el productor la ha desplazado en su elección”, resaltó el reporte de la BCR.

Las principales razones de este nuevo paso atrás de la oleaginosa son: márgenes actuales menores que el maíz, producto entre otras cosas de una mayor carga impositiva, y rindes que en los últimos dos ciclos consecutivos se comportaron peor que el cereal ante un escenario de falta de agua.

Gana el maíz

Un recorrido completamente diferente es el que viene siguiendo el maíz: las hectáreas que deja la soja son las que va ocupando el cereal.

En este sentido, la Bolsa rosarina ratificó su previsión de un incremento del seis por ciento de la superficie maicera, que también en los próximos meses podría terminar siendo aún superior. Serían unas 7,8 millones de hectáreas, de las cuales 6,8 millones tendrían destino comercial.

“Los mejores márgenes son un motor que no han dejado de expandir al maíz. También empujan al cereal las gratas sorpresas en rindes del ciclo pasado, obtenidas tanto en siembras tempranas, tardías o incluso de segunda: antes los maizales no superaban los 75 o los 8o quintales por hectárea tras el trigo, pero en la última campaña los promedios han superado los 100”, ejemplificó la entidad.

Y si bien hay preocupación por la falta de agua y temor por una primavera que podría ser deficitaria como la de 2020, un año atrás la situación no era mejor y de una expectativa de caída de siembra, se pasó a un crecimiento.

Al respecto, desde la BCR opinaron que “la falta de agua ha dejado de ser un impedimento o un factor de peso para pasar hectareaje de maíz a soja. Por el contrario, la tendencia se ha dado vuelta y el maíz ofrece mayor seguridad de resultados ante un escenario adverso. Otro factor importante para afirmar el aumento de área del 2021 es que las reservas de humedad en gran parte de la región pampeana son mucho mejores que hace un año atrás”.

También el trigo

Una buena noticia para la sustentabilidad del sistema es que no solo el maíz no para de conquistar tierras, sino también el trigo.

La Bolsa rosarina actualizó su estimación de siembra 2021/22 de 6,8 millones de hectáreas a 6,9 millones.

Si bien con rindes promedio esta superficie garantizaría 21 millones de toneladas de cosecha, la falta de agua que afecta a varias zonas del país reduce la proyección apenas por encima de las 20 millones.

“El trigo 2021 empezó muy bien tras las importantes lluvias que tuvo la región pampeana en el otoño y en especial en mayo. Pero de ahí en más han decepcionado y no han sido como se proyectaban hasta hace dos meses. Las precipitaciones de la primera mitad del invierno de este año están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos treinta años, tal como sucedió en el 2020”, explicó la BCR.

Y añadió: “Por delante hay 10 días más sin lluvias a la vista y se encienden los temores de que se repita la historia del año pasado, la de tener una salida del invierno seca y una primavera que no cumpla con las lluvias promedio”.