Claroscuros en la soja: la molienda está cerca de batir un récord, pero la industria tiene margen negativo

La Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) difundió su Monitor Agroindustrial mensual en el que destaca como dato sobresaliente que, en el primer semestre, la molienda de soja logró su segundo mejor registro de la historia.

Entre enero y junio se industrializaron a la vera del río Paraná, en el Gran Rosario, 22,078 millones de toneladas, que están apenas 394.000 por debajo del récord de 2016: 22,472 millones.

“La firme demanda por aceite de soja en el mercado internacional tracciona la molienda en la Argentina, que consolida su puesto como primer exportador mundial de este producto”, indicó Ciara-CEC.

El lado B de esta historia es que la industria, según las entidades que representan a la agroexportación, está trabajando con márgenes negativos.

“A pesar de enfrentar márgenes desfavorables, la industria aceitera debe cumplir compromisos de exportaciones previamente asumidos y atender la firme demanda por aceite de soja”, explicó Ciara-CEC.

Factores

En primer término, como factor que desequilibra los números del sector, desde la agroexportación señalaron que, al contrario de lo que sucede con el aceite, la harina de soja enfrenta una caída de la demanda global y una declinación de precios.

Esto es clave porque es el subproducto que más impacto tiene en el margen de la molienda, teniendo en cuenta que al procesar cada tonelada de soja, lo que queda es el equivalente a un 78 por ciento de harina y un 18 por ciento de aceite.

“Todo esto se da en un momento en el que la oferta de soja disponible se va reduciendo en forma considerable”, señaló Ciara-CEC, en referencia a que el momento de mayor comercialización por parte de los productores suele ser entre abril y julio, para luego amainar hacia fin de año.

A esto se suma la elevada presión impositiva: de acuerdo con un estudio realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) para la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja), de cada barco que exporta harina de soja, el Estado se lleva el 41 por ciento.

Como corolario, se suma la bajante histórica del Río Paraná, que eleva los costos operativos de exportación.

“Los buques no pueden salir con la carga completa y deben viajar a completar carga a los puertos del Sur, Necochea y/o Bahía Blanca, o a los puertos de Brasil. Esto genera cargos extras no previstos que hoy son absorbidos por los exportadores. Y lo más grave, las pérdidas de carga a manos de exportadores de origen brasileño. En el caso que esta situación persista, el origen argentino será castigado en precios por los mercados compradores”, alertó Ciara-CEC.

Ya no es líder

En paralelo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) dio a conocer un reporte en el que destaca que el nodo portuario agroexportador del Gran Rosario dejó de ser el más grande del mundo en 2020.

Con exportaciones de granos, harinas y aceites por 70 millones de toneladas, le cedió el primer puesto al distrito aduanero estadounidense de Nueva Orleans (Luisiana), que despachó 78,35 millones de toneladas.

No obstante, quedó muy por encima del tercero en el podio que el puerto de Santos (Brasil), con 43 millones de toneladas.

De acuerdo con la entidad rosarina, varios factores influyeron para que el Gran Rosario cayera un lugar. En primer término, la mayor demanda de granos por parte de China generó un fuerte incremento de las exportaciones de Estados Unidos.

Luego, influyeron negativamente para Argentina la bajante del Río Paraná, los días en que estuvieron paradas las exportaciones por conflictos gremiales y la retracción que sufrió la industria aceitera.