Elecciones 2021: quiénes son y qué piensan los pocos candidatos que hay del sector empresarial

Por el momento alcanzan los dedos de una mano para contarlos, pero algunos empresarios cordobeses de nivel Pyme serán postulantes en las próximas elecciones parlamentarias, aunque no por las grandes estructuras partidarias.

En caso de ser electos se sumarán a un también reducido lote de hombres y mujeres que participan en la política, ya sea con lugares legislativos o con algunos cargos.

El referente más conocido hasta ahora que irá por una banca en el Senado de la Nación es Agustín Spaccessi. Representará al Partido Libertario y el NOS, que lidera el exoficial del Ejército y extitular de la Aduana Argentina, Juan José Gómez Centurión.

Por otro lado, la empresaria de larga trayectoria en el rubro comercial Mery Lunge también confirmó que será primera candidata a diputada nacional en un armado que procura llevar a buen puerto la exdiputada Cynthia Hotton.

Una posibilidad que también se barajó pero quedó descartada era que la titular de la fábrica de sembradoras Agrometal, Rosana Negrini, fuera impulsada como diputada por el radicalismo o el PRO en Juntos por el Cambio.

Esa alternativa, sin embargo, fue descartada por la propia Negrini a La Voz, quien reconoció haber recibido un ofrecimiento “como sucede en todas las campañas”.

“Pero mis responsabilidades en la empresa me impiden aceptar”, dijo Negrini.

En la Unicameral cordobesa ya hay un joven empresario ocupando una banca. Se trata de Juan José Blangino, quien representa al departamento Río Primero por el oficialismo provincial.

La llegada a ese lugar de uno de los miembros de la tradicional familia fabricante de mosaicos para piso tiene una larga historia dado que su padre, Juan Blangino, fue intendente de Montecristo y varias veces intentó convertirse en legislador con recordadas campañas que siempre terminaban con la victoria en manos del radicalismo departamental.

Y, salvo que se tomara que el propio Juan Schiaretti proviene del sector empresarial, poco más hay de hombres y mujeres de negocios en la política cordobesa actual. El gobernador fue durante su exilio en Belo Horizonte en 1976, asistente administrativo en Fiat Automoveis SA, empresa donde llegó al sillón de vicedirector administrativo.

Escudriñando en el Gabinete cordobés una mujer proveniente de una familia empresaria ocupa un cargo en el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Se trata de Catalina Boetto, secretaria de Ganadería, quien presenta una destacada trayectoria en firmas del rubro y, además, en docencia universitaria.

Un caso singular es el de Eduardo Fernández quien llegó a una banca de diputado nacional oir el Frente de Todos como dirigente sectorial y dueño de una micro pyme alimentaria que después cerró.

La empresaria sorpresa

La confirmación de que Mery Lunge será candidata constituyó en cierto modo una sorpresa para el “círculo rojo” cordobés. Fundadora de la maderera Moconá es también creadora de la Fundación Universitaria de Oficios (FUO) y una mujer comprometida con el trabajo social a través de la Iglesia Evangélica Luterana.

Con 60 empleados directos, su empresa es protagonista principal en el mundo de la construcción de Córdoba. La firma ramificó también en otros emprendimientos, como infraestructura para la industria y desarrollos urbanísticos.

Dos episodios muestran a Lunge. Cuando comenzó su empresa contaba con 50 centavos de peso por día para comer. Como había convertibilidad y pasados a dólar blue, hoy serían 85 pesos.

Otro hecho muy difundido fue cuando decidió vender el local de maderas que tenía en un centro comercial para que sus empleados dejaran de trabajar los días domingos.

“No soy política y mi intención no es hacer una carrera política. Hace muchos años que Cynthia me venia hablando, yo siempre me escudaba en la falta de tiempo. Me hizo ver que tenemos que hacer algo por nuestro país todos. Es tan extraordinario, con tanta riqueza que uno no puede sentarse a criticar o a decir cosas sin hacer su esfuerzo”, describe a este medio.

Lunge señala, por ejemplo, que generar trabajo es una necesidad y que una reforma laboral resulta “indispensable” para ello, “pero con un Estado que controle y impida que los empresarios abusen de las situaciones. Una reforma que sirva a ambas partes”, agrega.

“Indemnizar a alguien, genera una herida, a los seis meses ya no queda nada. Lo único que queda es una persona sin oportunidades. Cuando un empleado no funciona, la peor salida es dejarlo ir lastimada y con plata que le va a durar muy poco en el bolsillo. Hay que trabajar para retenerlo y reconvertirlo”, definió.

La empresaria coincide con Hotton en que “el derecho a la vida es inalienable, no se puede legislar en contra de un inocente, aun cuando existen casos o excepciones”, pero el aborto no puede ser “un derecho consagrado y sostenido con los impuestos del resto de la sociedad cuando se trata de una decisión individual”, dice.

“Estaría en mi casa”

Spacessi, por su parte, opera cuatro franquicias de una cadena de heladerías que ocupa a 26 personas. “Si los políticos hicieran las cosas bien, jamás me hubiera metido en política. Estaría en mi empresa, en mi casa con mi hija y mi mujer”, reconoce.

Como candidato a senador nacional, indicó que su objetivo político pasa por impulsar el crecimiento de la economía y bajar el desempleo. “La economía y los argentinos estamos muy mal, el nivel de tristeza que hay en la calle es evidente. La inflación no deja de volar y lo peor es que ni siquiera existe la perspectiva de que eso vaya a cambiar”, definió.

Para el dirigente liberal, “Cordoba es la provincia con mayor nivel de desocupación del país”, coincidió con Lunge en que no hay espacio para evitar una reforma laboral “porque la actual legislación no les sirve ni a los empleados, ni a los desocupados, ni a quienes están en negro y tampoco al empleador”, dijo.

“Respetar los derechos adquiridos es la base, pero para adelante hay que hacer una profunda reforma laboral y también una reforma tributaria que sobre 170 impuestos deje no más de seis. Hay más impuestos que pagar que días hábiles en el mes para poder hacerlo”, refirió.

¿Hasta dónde la pandemia es responsable de la actual crisis? “Si hubiéramos hecho las cosas bien, habría más herramientas para enfrentarla”, dijo.

Consensos, la diferencia

Juan José Blangino, en tanto, puede dar sus impresiones sobre la participación empresarial ya ubicado en un sitial de la política.

Este joven legislador, además de directivo de la fábrica de mosaicos de Montecristo es licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Católica de Córdoba y también tiene titulación en una universidad de Fráncfort del Óder, Alemania. Integró, asimismo, distintas instituciones empresariales.

“Para entender la política hay que involucrarse, hay que meterse. Como en cada cosa de la sociedad, son distintas las reglas, distintas las formas de hacer las cosas. La necesidad de buscar consensos es muy diferente a lo que ocurre en una empresa”, relata a este medio.

“El político –dice Blangino– debe trabajar con todos los sectores de la sociedad; ahí se ven las tensiones. Uno obtiene una visión mucho más amplia de la que se tiene en el sector privado y estoy convencido que es la política la herramienta que nos puede permitir transformar la realidad”, reflexiona tras un año y medio de mandato.

La banca legislativa, por ejemplo, “nos permite a los empresarios empaparnos de todos los temas, de cuestiones ambientales, sociales, sanitarias, deportivas, que en la empresa con el día a día no vemos”, insiste. Independientemente del partido que elijan “yo sí alentaría totalmente al empresariado a que ingrese a la política”, concluye.