Hoteles: entre cerrar hasta que pase el virus o adaptarse a lo nuevo
Los hoteles en Argentina cerraron 2020 con una baja promedio de 50 por ciento en la actividad. Los empresarios del sector esperaban ansiosos la recuperación este año, pero no llega: en Córdoba, el sector trabaja con 20 por ciento de ocupación promedio y, en la Ciudad de Buenos Aires, con 17 por ciento.
El atraso en la vacunación y las medidas restrictivas del Gobierno para frenar la segunda ola de contagios del virus Covid-19, ha puesto al sector en una encrucijada: cerrar los establecimientos hasta que la pandemia ceda o adaptarse a la nueva realidad de un mercado más chico y diferente.
Invecq, que hace estudios económicos para la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), advierte que en lo que va desde el inicio de la pandemia hasta el primer trimestre de este año, en el país se cerraron 8.417 empresas de alojamiento y gastronomía y se perdieron más de 175 mil empleos.
En la provincia de Córdoba, la proyección muestra la baja de 786 empresas de ambos rubros y la caída de 10.640 empleos.
Impacto de la crisis
En materia hotelera, no hay estadísticas oficiales locales. Sin embargo, en el sector estiman que en Córdoba Capital cerraron más de 30 establecimientos y se perdieron 1.700 habitaciones, el 25 por ciento de las plazas que tenía antes de la pandemia.
“Es muy probable que el sector se siga achicando este año. La actividad hotelera está 40 por ciento por debajo de los niveles previos al inicio de la pandemia; es mejor que el piso que encontró en abril del año pasado, cuando estaba 85 por ciento por debajo, pero es peor que las proyecciones estimadas al inicio de este año”, resalta Santiago Bulat, economista jefe de Invecq.
Entre la temporada de verano y Semana Santa, 22 por ciento de los argentinos salieron de viaje, de los cuales 96 por ciento hizo una evaluación positiva, según datos de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT). Esto generó expectativas de recuperación. Pero las restricciones que impulsa el Gobierno nacional y la falta de recuperación del sistema aerocomercial le está jugando en contra. La suspensión del feriado turístico el próximo lunes 24 de mayo fue otro golpe para el sector.
Cómo se sobrevive
Un hotel debe tener entre 50 y 70 por ciento de ocupación promedio para sostenerse económicamente. Por eso está en riesgo desde el pequeño hotelero de una estrella hasta la gran cadena de cuatro y cinco estrellas.
“El usuario de la hotelería de Córdoba Capital es el ejecutivo de empresas y este mercado está en una situación muy compleja, que hace inviables a varios establecimientos. Está el que aprendió a no viajar y el que tiene complicaciones para trasladarse”, señala Mario Danone, presidente de la Cámara de los Hoteles de Córdoba, que tiene cerrados dos de sus tres establecimientos.
La supervivencia pasa por reestructurar el plan de negocios del hotel, reducir al mínimo posible el gasto y cerrar áreas que no se utilizan.
“En 2020 estábamos entre mantener cerrado el hotel o abrir y salir a buscar negocios que permitan flotar, y decidimos abrir. Hoy se trabaja con la tercera parte del edificio; el área activa es como un fuelle, que se abre cuando la demanda lo justifica. Estamos por debajo de la línea de flotación, pero la decisión es no dar marcha atrás”, explica Erik Debarre, manager general de Holiday Inn.
En tanto, en plena restricciones durante 2020, Windsor invirtió 40 millones de pesos para renovar 30 habitaciones y sumar servicios que no tenía, como Windsor Studio, salas para hacer streaming, lo que este año sigue activo, más allá de que ya empezó a realizar pequeños eventos presenciales bajo protocolo Covid.
“El público corporativo va a seguir viajando; en Europa se está reactivando de a poco, no creo que los hoteles deban reducir habitaciones sino adaptarse a los mercados que vayan surgiendo. Hay que salir a buscar y seducir a nuevos clientes con distintas necesidades. Mientras tanto, estamos haciendo todo lo posible por mantener la estructura, con planes de ajustes y ahorro en todo lo respectivo a lo variable de la gestión. El personal no se toca”, asegura María Sahade, directora de Windsor.
Vientos de cambio
El panorama es totalmente incierto al menos hasta junio, cuando empiece la Copa América. El sector espera que se confirmen las tres fechas previstas y las llegadas de tres delegaciones: Argentina, Uruguay y Bolivia.
Pero esto durará un par de semanas, y la hotelería debe encontrar la nueva lógica del mercado corporativo. La apuesta será el turismo de reuniones.
En febrero, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) autorizó la realización de eventos y convenciones bajo protocolos sanitarios. Pero las grandes actividades requieren por lo menos cuatro a cinco meses de trabajo previo.
Por esta razón, la mayoría de los operadores del Córdoba Convention & Visitors Bureau, que reúne a las empresas organizadoras más grandes tienen la vista puesta en el segundo semestre para los eventos más importantes. Mientras tanto, hacen actividades más chicas (presentaciones de productos o servicios) y por streaming.
“Se viene el momento más complicado de la pandemia, por el invierno, y hay que esperar a que se avance en la vacunación. Los grandes eventos se están pensando para agosto o septiembre en adelante”, advierte su presidente, Daniel Quinteros.
La apuesta de los organizadores es eventos al aire libre y en grandes espacios públicos, no sólo en Córdoba Capital sino también en Carlos Paz y Villa María.
En septiembre, se hará en Córdoba un campeonato internacional de paddle masculino y femenino. El mismo mes se hará también la ya tradicional Expo Delicatessen & Vinos.
En noviembre, en tanto, junto a su par Rosario Convention & Visitors Bureau se repetirá en Córdoba el Salón del Automóvil que esta entidad realizará en octubre en la ciudad santafesina.
Para el retorno de los grandes eventos hace falta recuperar la conectividad aérea, que también está reducida a su mínima expresión.
Al respecto, dice Quinteros: “Se están realizando gestiones ante los ministerios de Turismo y de Transporte. El hub aéreo es a Córdoba lo que el puerto a Buenos Aires. Por ahora todo es muy cambiante, pero se está avanzando con la vista puesta en los próximos meses”.
Cerrados. Temporal o definitivamente
Sheraton Hotel Córdoba, Orfeo Suites, Interplaza, Ducal Suites, Dorá, Laplace y el Ópera en Río Cuarto son algunos ejemplos de los hoteles que se cerraron hasta ahora por la caída de la actividad. Unos dejaron de operar definitivamente, como el Interplaza y el Ópera, y otros podrían virar hacia otras marcas o formatos, como el Sheraton y el Ducal, respectivamente.
En cambio, hay hoteles que fueron cerrados momentáneamente hasta que vuelva la demanda, como lo hizo la cadena Amérian, que abrió su pequeño establecimiento Mérit pero mantiene sin actividad el Córdoba Park.