Grimaldi: “Los frigoríficos estamos abarrotados de carne, pero los supermercados no la compran”
El presidente del frigorífico Logros aseguró este miércoles que no hay ningún motivo que justifique la continuidad de las restricciones a las exportaciones que impuso el Gobierno hace dos meses con el objetivo de frenar los aumentos de la carne.
La empresa cárnica de Río Segundo es la mayor faenadora y es la única que está exportando de manera regular (el frigorífico Río Cuarto recibió la habilitación recientemente, pero todavía no está enviando al exterior).
La resolución que impuso un cepo al comercio exterior de carne bovina vence el próximo 31 de agosto, pero se especula con que el Gobierno podría extenderla hasta fin de año.
Para Grimaldi, no hay argumento que pueda sostener esta medida porque “el mercado está superabastecido”. Además, denunció que el problema es que gran parte de esta mayor oferta de carne no se ve en los supermercados, porque las bocas de ventas no quieren comercializarla.
Así lo expresó a La Voz, luego de participar de la presentación del análisis de ciclo de vida y huella de carbono de Logros. En la entrevista, relató también que tienen una inversión de dos millones de dólares paralizada como consecuencia de estas medidas intervencionistas.
–¿Han recibido alguna noticia sobre qué sucederá con las trabas a las exportaciones?
–Teóricamente, el 31 de agosto deberían cesar las restricciones. Hasta ahora no recibimos siquiera una señal por parte del Gobierno sobre qué va a suceder. Por la normativa, esto debería ser automático.
–Desde su punto de vista, ¿tiene fundamento la decisión del Gobierno?
–No. El mercado doméstico está superabastecido de carne, las plantas frigoríficas estamos abarrotadas de stock, pero es carne que los supermercados no están tomando, debido a cómo está la situación de las ventas. No hay motivo o justificativo para que continúe la restricción de exportaciones.
–¿Por qué los supermercados no están tomando esa carne?
–Porque muchos comercializan su propia faena, pero no a estos precios. Entonces este tipo de carne tan barata como se ha ofrecido al mercado, les produce una descompensación respecto a sus cortes. Por esto insisto en que el mercado está superabastecido de carne, por lo que no hay motivo para continuar restringiendo las plantas, que nos vimos tremendamente afectadas en nuestra producción: tuvimos que reducir horarios de producción, eliminar segundos turnos, por lo que el mayor perjudicado es el trabajador que vio a su remuneración afectada.
–¿Han calculado las pérdidas que tuvieron en los últimos meses a raíz de esta medida?
–A nivel nacional se habla de que dejaron de entrar más de 300 millones de dólares. De todos modos, el daño más significativo se le hizo al productor: estos dos meses son justo la salida natural de las vacas después del tacto, las que no tienen consumo en el mercado interno, y los frigoríficos por las restricciones mermamos nuestra capacidad de compra, por lo cual se le hizo un daño económico tremendo al productor.
–El año pasado habían anunciado una inversión para sumar una línea de faena Kosher, para enviar carne a Israel, único mercado de los importantes al que no llegan. ¿En qué quedó esa idea?
–El proyecto Kosher está prácticamente terminado, pero te imaginarás que si mis colegas que ya venían haciendo este tipo de faena recién ahora han recibido un cupo que los habilita a cargar, en Logros no vamos a comenzar con este nuevo negocio hasta que tengamos un panorama más cierto o claro de qué hacer con lo que estamos produciendo. La verdad que estamos con mucha incertidumbre y a la espera de lo que decida el Gobierno.
–¿De cuánto es la inversión que está paralizada?
–Más de dos millones de dólares que una empresa como la nuestra lo hace de manera genuina, con capital propio, con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Seguiremos esperando a que nos abran la puerta para esa locura que tenemos los empresarios y los argentinos de seguir trabajando.