Estrena “Los Nuevos Mutantes”, versión adolescente y oscura de los “X-Men”
Presa de demoras y restricciones, no deja de resultar otra ironía de la pandemia que Los Nuevos Mutantes (finalmente con fecha de estreno local) centre su trama en un espacio del que no es posible salir.
El filme de Josh Boone basado en la historieta de Marvel de 1982, creada por Chris Claremont y Bob McLeod, narra la llegada de la adolescente Rahne Sinclair (Maisie Williams) a una remota institución psiquiátrica. Bajo el comando de la neutra doctora Reyes (Alice Braga) y una estricta vigilancia, la protagonista pasa a convivir en el hospicio con otros cuatro jóvenes que auscultan como ella extraños superpoderes: la malévola Illyana Rasputin (Anya Taylor-Joy), la serena Dani Moonstar (Blu Hunt), el perturbado Sam Guthrie (Charlie Heaton) y el brasileño rico Roberto Da Costa (Henry Zaga).
Definida por el realizador como una mezcla de Pesadilla en la calle Elm y los clásicos teen de John Hughes, Los Nuevos Mutantes sustrae los trajes esplendorosos y las responsabilidades asumidas del cine de superhéroes para desplegar un thriller de acción con más traumas psicológicos que efectos especiales.
Algunos toques de terror se cuelan en la película, que se apoya en la fotografía de Peter Deming (colaborador de David Lynch) e invoca de enemigos a un oso gigante y monstruos representantes de miedos y tormentos subyacentes.
La locación en un lúgubre hospital abandonado en Massachusetts, que ameritó algún que otro rumor fantasmagórico, acabó de darle identidad al proyecto. Fue esa atmósfera oscura la que cautivó a Boone cuando leyó de chico el cómic (puntualmente, la saga de Demon Bear, dibujada por Bill Sinkiewicz), desprendimiento oblicuo y de estética realista de la franquicia X-Men.
Así, a la extrañeza mutante Los Nuevos Mutantes le añade alienación adolescente, diversidad racial – LGBT y un elenco que no oculta sus talentos estelares: desde la conocida Taylor-Joy (La bruja, Gambito de dama) a Williams (Game of Thrones), Zaga (13 Reasons Why) y Heaton (Stranger Things). Un paso lógico para Boone, que había tratado esa etapa vital con éxito en el drama romántico Bajo la misma estrella y se le antojaba hacer algo más con Fox, hogar industrial de los X-Men.
Josh Boone repasa el guion con sus protagonistas: además de Anya Taylor-Joy, Charlie Heaton. (Disney)
El director le acercó a la productora un guion redactado junto a su amigo de infancia Knate Lee (con quien compartía afición por las historietas) y el proyecto se puso en marcha. Pero debieron pasar tres años hasta que el filme llegó a los cines: desde su primer tráiler en abril de 2018, el filme padeció retrasos por la compra de Fox por Disney y el fracaso de X-Men: Dark Phoenix, y sufriría otro delay con el Covid, que pateó el estreno en los Estados Unidos hasta agosto de 2020.
Adentro y afuera
En concordancia con la estrechez espacial de la trama, la película parece resignificar el encierro de sus protagonistas con la actual pandemia. No fue el único guiño involuntario de Boone, que luego se largó a filmar la miniserie The Stand, que adapta una novela de Stephen King sobre una peste. ¿Un anticipatorio poder mutante? “No planeé que ocurra una pandemia ni planeé que la película refleje la época con sus personajes atrapados en un sitio, como lo estamos ahora nosotros. Nada de esto fue intencional, pero no deja de ser un gran momento para estrenar”, dice el director de 41 años.
Y agrega: “La tardanza nunca me preocupó demasiado, sobre todo porque logré terminar la película de la forma en que quería antes de cualquier espera. Pero lo más importante para mí es que no ha aparecido ningún filme que le haga sombra. Aunque hayan pasado algunos años no hay otra película similar”.
Anya Taylor-Joy, de descollante actuación en “Gambito de dama”, interpreta a la malévola Illyana Rasputin (Disney)
“Tiene un elemento novedoso que la aparta de las producciones del género y la hace única y especial, sin importar la fecha de estreno. Y me alegra que la gente pueda apreciarla en pantalla grande. La esperanza fue siempre estrenar en IMAX porque el tema íntimo de los personajes resuena mejor en grandes dimensiones, y el oso del final se pensó deliberadamente para ser apreciado en esas circunstancias. El oso es gigantesco, y necesitaba el mayor de los planos y la mayor de las pantallas para hacerlo entrar, así que la sala es el lugar ideal para el filme”, complementa.
El énfasis en el triángulo protagónico femenino por sobre las hormonas mutantes masculinas es otro giro sutil al género.
Boone: “La película es conducida por el elenco de actrices de forma que satisfaga al público femenino. Los muchachos tienen historias de trasfondo serio y destacados momentos de actuación, pero quería que ellos hicieran un poco el papel que típicamente hacen las chicas en las películas a modo de inversión. Henry Zaga es la ‘chica linda’, y hay otras vueltas de tuerca similares”.
“Creo que las chicas son interesantes y no he visto parecidos en películas del género como esta, así que me entusiasma que el público se encuentre con ellas. También amarán a los chicos, y si bien los adoro a todos son las chicas las que ocupan el centro y van al frente”, concluye el realizador.
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