El maíz apunta para arriba: la demanda de China no es un cuento
En abril pasado, el maíz fue el segundo producto que más dólares trajo al país, por detrás de la harina de soja: 855 millones de dólares, 22,5 por ciento más que en el mismo mes del año anterior.
Así, alcanzó una participación sobre el total exportado del 13,9 por ciento. Es decir, que uno de cada siete dólares que entraron a la Argentina, fueron por ventas del cereal.
Para crecer de esta manera, contó con el respaldo de un mercado internacional que mostró en el último año una evolución sin antecedentes: el precio se duplicó, hasta superar la semana pasada los 300 dólares por tonelada, cifra que no se veía desde octubre de 2012.
Para Córdoba son datos clave: es la mayor productora nacional, concentrando alrededor del 40 por ciento de la cosecha.
Por eso, las miradas de la cadena apuntaron esta semana al Congreso realizado por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), donde se analizó la evolución del comercio global, con el foco es el termómetro que calienta hoy las cotizaciones de las commodities: China.
Evolución
Según Sean Hyland, gerente del negocio de maíz y sorgo de Cargill para América del Sur, todo comenzó el año pasado con la irrupción del Covid-19, cuando los primeros análisis fueron que el consumo global se iba a derrumbar, y que iba a contrastar con una oferta abundante.
Sin embargo, nada de eso ocurrió: “Hace cuatro años, el flujo mundial de maíz eran 150 millones de toneladas. Antes del Covid-19 había crecido a 166 millones y se esperaba que volviera a caer a 150 millones. Estamos cerrando en 180 millones. Un récord absoluto y total”, explicó Hyland.
Y en esa evolución, el gigante asiático fue determinante: con cosechas que no fueron tan grandes como se presagiaba, pasó de comprar uno o dos millones de toneladas por mes, a un millón por semana.
“Para fin de diciembre, los fondos empezaron a creer el ‘cuento chino’ y comenzaron a saltar los precios. Con un corte al 5 de mayo, el maíz subió 166 dólares en un año. China nos ha dejado sin oxígeno, sin piernas, para nuestra alegría”, remarcó Hyland.
Sin embargo, lamentó que Argentina no pudo aprovechar del todo este tren, debido a los paros que ocurrieron en las zonas portuarias en diciembre. “A esta altura del año, ya podríamos haber exportado cuatro millones de toneladas y no llegamos a tres millones”, remarcó.
Futuro
“El maíz se subió al Monte Everest”, comparó el exsubsecretario de Mercados Agropecuarios durante la administración de Mauricio Macri y actual consultor, Jesús Silveyra. Según sus cálculos, desde el 11 de mayo de 2020 hasta hoy, el precio del cereal subió 130 por ciento.
Las últimas subas, según su mirada, responden al factor climático: en Estados Unidos se espera un período de lluvias más escasas y lo mismo sucede en Brasil, donde el maíz “zafrinha” se sembró más tarde de lo habitual y ya se habla de una caída en la cosecha de entre siete y 10 millones de toneladas. A la par, el consumo de etanol en Estados Unidos sigue firme y el dólar más flojo desde que asumió Joseph Biden contribuye a fortalecer a las commodities.
En este marco, Silveyra mostró la perspectiva a cinco años del International Grains Council (IGC) que estima precios sostenidos debido a una prolongación de los stocks ajustados. “Prevén que China se va a convertir en el mayor importador de maíz del mundo en forma regular”, indicó.
Sobre este punto, recordó que, de no importar nada hasta 2010, China pasó a comprar 7,5 millones de toneladas el año pasado y en el presente ejercicio podría cuadruplicar esa cifra hasta 28 millones de toneladas.
“China no tiene mucha capacidad de extensión de su área sembrada de maíz, y por otro lado no puede aumentar los rindes sin transgénicos. Mi visión es positiva en cuanto al precio del maíz, aunque por supuesto influirá cómo se muevan los fondos financieros”, resumió Silveyra.
Peste porcina
El consejero agrícola de la embajada Argentina en China, Hernán Viola, sumó como otro factor insoslayable: la peste porcina africana. Afirmó que los ganaderos de ese país están realizando grandes inversiones para recuperar el stock porcino y eso eleva las necesidades de alimento balanceado, lo que fortalece las compras de maíz.
“Antes China no tenía este juego internacional. Este aumento de la demanda de forraje hace que muchos analistas digan que China va a seguir demandando, porque el nivel de recuperación del stock porcino ya está entre 85 y 90 por ciento del anterior a la peste”, explicó.
Y añadió: “Esto va a incrementar la demanda de importación y no sólo de maíz, porque el Gobierno autorizó cambios en la composición de los alimentos, permitiendo una reducción del maíz, y más trigo, sorgo y hasta arroz, que se usan en balanceados”.