Entrevistamos a Philip Selway: En Radiohead se respeta el espacio del otro
Philip Selway es el baterista de Radiohead. Sólo ese dato habla a las claras de que no se trata de cualquier exponente del instrumento percusivo, por cuanto la imagen que concurre a la mente es el calvo que, además de llevar el ritmo, hilvana loops, juega con climas, implanta leit motivs ajenos al lugar común.
Ahorrémonos detalles y digámoslo sin atajos conceptuales: en el alucinante entramado de la banda de Oxford, la labor de Selway es tan importante como la epilepsia expresiva del cantante Thom Yorke o el modo con el que el guitarrista Jonny Greenwood sugiere climas de suspensión evasiva.
Para abonar la idea de que Selway trasciende el espacio de retaguardia que el imaginario rocker le asigna al encargado de los parches, también están sus discos solistas, que lo muestran como un sagaz compositor de canciones de pop melancólico y espectral. En 2010 publicó Familial y hace unos días hizo lo propio con Weatherhouse, un disco con atmósferas reverberantes que no llegan a neutralizar impacto melódico.
El lanzamiento de Weatherhouse también es la excusa para que se produzca el milagro de tener a un Radiohead del otro lado de la línea. Y si bien la advertencia era “no le hables del grupo”, durante la charla con VOS Selway se mostró amable y nada elusivo. Y no sólo reveló en qué está Radiohead: el clima distendido que le imprimió al diálogo también le permitió contar, por ejemplo, que desde niño admira a Mitch Mitchell, baterista de Jimi Hendrix Experience. “Es mi favorito desde siempre –confirmó–. Era muy versátil, muy rockero y con algo de funk también. Algunos bateros de jazz también me gustan mucho; en general, me gustan esos bateristas donde escuchas una combinación de energía y pasión con técnica”.
-¿Sos un cantautor que se volvió baterista o viceversa?
-Soy un baterista que se convirtió en cantante y compositor. Me parece que todo empezó cuando yo tenía 14 años: me enfocaba en la batería, pero también escribía canciones. En el fondo de mi intimidad, me quedó como cuenta pendiente la idea de componer. Siempre tuve el cosquilleo. Admito que lo más natural suele ser escribir canciones cuando sos, por ejemplo, el guitarrista de la banda, no el baterista. Y además, con el tiempo me convertí en el baterista de Radiohead, nada menos. Pero finalmente todo se acomodó para que explote la vena compositiva que me había quedado en el tintero.
-Canciones como “Drawn to the light” or “Waiting for a sign” dejan la impresión de que podés componer desde la percusión. Más allá de eso, ¿cuál es tu método compositivo?
-Mis canciones normalmente comienzan desde la guitarra, desde una acústica, cantando una melodía que me guste y que pueda seguir y tomar forma de canción. Desde una progresión de acordes también puede surgir. Ese es mi método. Los ritmos vienen después de que la canción ya parece una canción. Ahí comienzo a grabar y añadir ritmos y texturas. En Radiohead pasa lo mismo en muchos casos. Y las letras vienen al final de todo el proceso. Así compongo. Hasta ahora, al menos, ese fue el modo que utilicé. Analizó qué elementos inspiran una buena canción, al final de cuentas.
-¿Estás conforme con tu modo de cantar? ¿Sentís que mejoraste como cantante desde tu debut “Familial”?
-Si bien no soy cantante, nadie entendería mejor que yo lo que quiero transmitir, ni cómo puedo lograrlo. En Familial, creo, estaba encontrando mi manera de cantar, mi propia voz en las canciones, y eso se tradujo en los arreglos y las armonías. Supongo que a todos les pasa. Cuando escuchamos nuestra voz, incluso hablada, lleva un poco de tiempo acostumbrarse a ella. No es muy cómodo al principio.
-¿Cómo te considerás como letrista? Personalmente, interpreté las letras del disco como abstractas, pero quizás en tu opinión merezcan otra consideración.
-Al escribir las letras al final, después de haber hecho los arreglos y grabado los instrumentos, podés responder de cierta manera a lo que te provoca lo que suena. Lo rítmico también influye. Líricamente, siempre dejo la mayor parte de las palabras para cuando el tema ya viene bastante armado. Es otra textura.
En la previa de Familial, su debut solista, Selway ya tenía referencias de sus compañeros haciendo cosas por las suyas. Jonny Greenwood ya había editado la banda de sonido del documental Bodysong; Thom Yorke llevaba años con The eraser como un punto de largada; el bajista Ed O’Brien se mostraba dispuesto para colaborar con 7 Worlds Collide (iniciativa de Neil Finn, de Crowded House) y con Asian Dub Foundation. Ahora, Weatherhouse llega casi en simultáneo con el experimental Tomorrow’s modern boxes, la segunda vuelta de Yorke.
-¿Te sentís presionado por los discos solistas o de proyectos paralelos que publican tus compañeros de Radiohead?
-Sí… Supongo que me influye. Ya sea en Radiohead o en mi proyecto solista, siempre quiero lograr lo mejor posible. Y en algún punto, siempre imaginás el momento en el que tu música será escuchada por otras personas, incluyendo tus compañeros de banda. Para entonces, la pretensión que se aprecie como un producto o un disco de cierta calidad musical. La considero una presión implícita, que no te permite tomar atajos o hacer lo más fácil. Es lo que te lleva a que nadie escuche los demos o las canciones hasta que hayan alcanzado cierto nivel.
-Grabaste en el estudio de Radiohead en Oxfordshire. ¿Recibías visitas de tus compañeros de banda? ¿Te daban consejos?
-No. En ocasiones de grabaciones solistas no nos invadimos, respetamos el espacio del otro. Siempre me siento apoyado y acompañado, pero cada uno hace lo suyo.
-¿Qué fue más revolucionario, el disco de Radiohead “a la gorra” o la publicación de U2 mediante iTunes?
-Ambos métodos de lanzamiento fueron algo así como experimentos. Cada uno trata de encontrar la mejor manera de editar , y eso ha sido así desde el principio de la música, no es algo nuevo. De última, tenés que ser honesto con vos mismo y saber qué es lo apropiado para tu banda. Cuando lanzamos In rainbows, consideramos que el modo utilizado era el más adecuado para nosotros en ese momento. Estoy seguro de los U2 te dirían lo mismo sobre regalar su disco a través de iTunes.
-Con Radiohead vuelven a grabar pronto. ¿Hay un plan preestablecido o dejan todo en manos de la inspiración?
-Hemos estados trabajando en las últimas 6 o 7 semanas. Todos juntos, en la sala, simplemente fluyendo. La estamos pasando bien y reencontrándonos musicalmente. Por ahora es eso. No estamos ni cerca de empezar a componer un disco todavía. Pero estamos disfrutando lo que está sonando, eso sí.
El disco
Weatherhouse
Philip Selway
Bella Unión
2014
Philip Selway es el baterista de Radiohead. Sólo ese dato habla a las claras de que no se trata de cualquier exponente del instrumento percusivo, por cuanto la imagen que concurre a la mente es el calvo que, además de llevar el ritmo, hilvana loops, juega con climas, implanta leit motivs ajenos al lugar común.
Ahorrémonos detalles y digámoslo sin atajos conceptuales: en el alucinante entramado de la banda de Oxford, la labor de Selway es tan importante como la epilepsia expresiva del cantante Thom Yorke o el modo con el que el guitarrista Jonny Greenwood sugiere climas de suspensión evasiva.
Para abonar la idea de que Selway trasciende el espacio de retaguardia que el imaginario rocker le asigna al encargado de los parches, también están sus discos solistas, que lo muestran como un sagaz compositor de canciones de pop melancólico y espectral. En 2010 publicó Familial y hace unos días hizo lo propio con Weatherhouse, un disco con atmósferas reverberantes que no llegan a neutralizar impacto melódico.
El lanzamiento de Weatherhouse también es la excusa para que se produzca el milagro de tener a un Radiohead del otro lado de la línea. Y si bien la advertencia era “no le hables del grupo”, durante la charla con VOS Selway se mostró amable y nada elusivo. Y no sólo reveló en qué está Radiohead: el clima distendido que le imprimió al diálogo también le permitió contar, por ejemplo, que desde niño admira a Mitch Mitchell, baterista de Jimi Hendrix Experience. “Es mi favorito desde siempre –confirmó–. Era muy versátil, muy rockero y con algo de funk también. Algunos bateros de jazz también me gustan mucho; en general, me gustan esos bateristas donde escuchas una combinación de energía y pasión con técnica”.
-¿Sos un cantautor que se volvió baterista o viceversa?
-Soy un baterista que se convirtió en cantante y compositor. Me parece que todo empezó cuando yo tenía 14 años: me enfocaba en la batería, pero también escribía canciones. En el fondo de mi intimidad, me quedó como cuenta pendiente la idea de componer. Siempre tuve el cosquilleo. Admito que lo más natural suele ser escribir canciones cuando sos, por ejemplo, el guitarrista de la banda, no el baterista. Y además, con el tiempo me convertí en el baterista de Radiohead, nada menos. Pero finalmente todo se acomodó para que explote la vena compositiva que me había quedado en el tintero.
-Canciones como “Drawn to the light” or “Waiting for a sign” dejan la impresión de que podés componer desde la percusión. Más allá de eso, ¿cuál es tu método compositivo?
-Mis canciones normalmente comienzan desde la guitarra, desde una acústica, cantando una melodía que me guste y que pueda seguir y tomar forma de canción. Desde una progresión de acordes también puede surgir. Ese es mi método. Los ritmos vienen después de que la canción ya parece una canción. Ahí comienzo a grabar y añadir ritmos y texturas. En Radiohead pasa lo mismo en muchos casos. Y las letras vienen al final de todo el proceso. Así compongo. Hasta ahora, al menos, ese fue el modo que utilicé. Analizó qué elementos inspiran una buena canción, al final de cuentas.
-¿Estás conforme con tu modo de cantar? ¿Sentís que mejoraste como cantante desde tu debut “Familial”?
-Si bien no soy cantante, nadie entendería mejor que yo lo que quiero transmitir, ni cómo puedo lograrlo. En Familial, creo, estaba encontrando mi manera de cantar, mi propia voz en las canciones, y eso se tradujo en los arreglos y las armonías. Supongo que a todos les pasa. Cuando escuchamos nuestra voz, incluso hablada, lleva un poco de tiempo acostumbrarse a ella. No es muy cómodo al principio.
-¿Cómo te considerás como letrista? Personalmente, interpreté las letras del disco como abstractas, pero quizás en tu opinión merezcan otra consideración.
-Al escribir las letras al final, después de haber hecho los arreglos y grabado los instrumentos, podés responder de cierta manera a lo que te provoca lo que suena. Lo rítmico también influye. Líricamente, siempre dejo la mayor parte de las palabras para cuando el tema ya viene bastante armado. Es otra textura.
En la previa de Familial, su debut solista, Selway ya tenía referencias de sus compañeros haciendo cosas por las suyas. Jonny Greenwood ya había editado la banda de sonido del documental Bodysong; Thom Yorke llevaba años con The eraser como un punto de largada; el bajista Ed O’Brien se mostraba dispuesto para colaborar con 7 Worlds Collide (iniciativa de Neil Finn, de Crowded House) y con Asian Dub Foundation. Ahora, Weatherhouse llega casi en simultáneo con el experimental Tomorrow’s modern boxes, la segunda vuelta de Yorke.
-¿Te sentís presionado por los discos solistas o de proyectos paralelos que publican tus compañeros de Radiohead?
-Sí… Supongo que me influye. Ya sea en Radiohead o en mi proyecto solista, siempre quiero lograr lo mejor posible. Y en algún punto, siempre imaginás el momento en el que tu música será escuchada por otras personas, incluyendo tus compañeros de banda. Para entonces, la pretensión que se aprecie como un producto o un disco de cierta calidad musical. La considero una presión implícita, que no te permite tomar atajos o hacer lo más fácil. Es lo que te lleva a que nadie escuche los demos o las canciones hasta que hayan alcanzado cierto nivel.
-Grabaste en el estudio de Radiohead en Oxfordshire. ¿Recibías visitas de tus compañeros de banda? ¿Te daban consejos?
-No. En ocasiones de grabaciones solistas no nos invadimos, respetamos el espacio del otro. Siempre me siento apoyado y acompañado, pero cada uno hace lo suyo.
-¿Qué fue más revolucionario, el disco de Radiohead “a la gorra” o la publicación de U2 mediante iTunes?
-Ambos métodos de lanzamiento fueron algo así como experimentos. Cada uno trata de encontrar la mejor manera de editar , y eso ha sido así desde el principio de la música, no es algo nuevo. De última, tenés que ser honesto con vos mismo y saber qué es lo apropiado para tu banda. Cuando lanzamos In rainbows, consideramos que el modo utilizado era el más adecuado para nosotros en ese momento. Estoy seguro de los U2 te dirían lo mismo sobre regalar su disco a través de iTunes.
-Con Radiohead vuelven a grabar pronto. ¿Hay un plan preestablecido o dejan todo en manos de la inspiración?
-Hemos estados trabajando en las últimas 6 o 7 semanas. Todos juntos, en la sala, simplemente fluyendo. La estamos pasando bien y reencontrándonos musicalmente. Por ahora es eso. No estamos ni cerca de empezar a componer un disco todavía. Pero estamos disfrutando lo que está sonando, eso sí.
El disco
Weatherhouse
Philip Selway
Bella Unión
2014La Voz