Brutal ataque a colectivero: lo apuñalaron por una presunta infidelidad en pleno viaje y murió

Un crimen horroroso conmocionó a la localidad de Glew, provincia de Buenos Aires, en la noche del martes, cuando Leonardo Figueroa, un chofer de la línea 506, fue brutalmente asesinado a puñaladas en pleno recorrido de su colectivo.

El ataque, perpetrado por Calixto de Jesús Ojeda, un pasajero que se hizo pasar por un usuario común, quedó registrado por las cámaras de seguridad del vehículo, las cuales evidencian la frialdad y premeditación del crimen.

Según fuentes policiales, el móvil del homicidio sería una venganza desencadenada por las sospechas de Ojeda, quien especulaba que su esposa mantenía una relación sentimental con Figueroa.

Esta hipótesis se ve reforzada por los testimonios de vecinos y compañeros de trabajo de la víctima, quienes describieron a Figueroa como un hombre trabajador, amable y muy querido en la comunidad.

El hecho ocurrió en horas de la noche, cuando el colectivo de la línea 506 circulaba por una zona residencial.

Ojeda, aprovechando un momento de descuido, se acercó a Figueroa por detrás y le asestó múltiples puñaladas en el abdomen. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, el chofer falleció en el hospital a causa de las graves heridas.

Calixto de Jesús Ojeda fue detenido pocas horas después del crimen en las inmediaciones de su domicilio. Al momento de su arresto, se le incautó el arma blanca utilizada en el ataque, un cuchillo de grandes dimensiones. Durante su interrogatorio, el detenido se negó a declarar y optó por guardar silencio.

La noticia del asesinato de Leonardo Figueroa generó una gran conmoción en la comunidad de Glew. Numerosos vecinos y compañeros de trabajo del chofer se congregaron en los alrededores del hospital para expresar su dolor y repudio por este hecho de violencia. Además, los trabajadores del transporte público realizaron una huelga en señal de protesta y para exigir mayor seguridad en las calles.

La causa, caratulada como homicidio agravado por alevosía, se encuentra en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en homicidios. Los investigadores trabajan intensamente para reunir todas las pruebas necesarias y llevar a juicio al acusado.

Un crimen horroroso conmocionó a la localidad de Glew, provincia de Buenos Aires, en la noche del martes, cuando Leonardo Figueroa, un chofer de la línea 506, fue brutalmente asesinado a puñaladas en pleno recorrido de su colectivo.
El ataque, perpetrado por Calixto de Jesús Ojeda, un pasajero que se hizo pasar por un usuario común, quedó registrado por las cámaras de seguridad del vehículo, las cuales evidencian la frialdad y premeditación del crimen.
Según fuentes policiales, el móvil del homicidio sería una venganza desencadenada por las sospechas de Ojeda, quien especulaba que su esposa mantenía una relación sentimental con Figueroa.
Esta hipótesis se ve reforzada por los testimonios de vecinos y compañeros de trabajo de la víctima, quienes describieron a Figueroa como un hombre trabajador, amable y muy querido en la comunidad.
El hecho ocurrió en horas de la noche, cuando el colectivo de la línea 506 circulaba por una zona residencial.
Ojeda, aprovechando un momento de descuido, se acercó a Figueroa por detrás y le asestó múltiples puñaladas en el abdomen. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, el chofer falleció en el hospital a causa de las graves heridas.
Calixto de Jesús Ojeda fue detenido pocas horas después del crimen en las inmediaciones de su domicilio. Al momento de su arresto, se le incautó el arma blanca utilizada en el ataque, un cuchillo de grandes dimensiones. Durante su interrogatorio, el detenido se negó a declarar y optó por guardar silencio.
La noticia del asesinato de Leonardo Figueroa generó una gran conmoción en la comunidad de Glew. Numerosos vecinos y compañeros de trabajo del chofer se congregaron en los alrededores del hospital para expresar su dolor y repudio por este hecho de violencia. Además, los trabajadores del transporte público realizaron una huelga en señal de protesta y para exigir mayor seguridad en las calles.
La causa, caratulada como homicidio agravado por alevosía, se encuentra en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en homicidios. Los investigadores trabajan intensamente para reunir todas las pruebas necesarias y llevar a juicio al acusado.La Voz

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