El clima en Sudamérica ya se impone entre los temas que el productor debe seguir con atención

Luego del rebote de septiembre, Chicago muestra algunos ajustes mientras busca su nivel con factores de mercado actuando en formas antagónicas. Luego del anuncio de la baja en las tasas de interés en Estados Unidos, los fondos aflojaron con su presión bajista y nivelaron su posicionamiento permitiendo cierta recomposición en las cotizaciones. Por su parte, y luego de varios meses de estimar cosechas de maíz fantasiosas en Sudamérica, el USDA tuvo que “blanquear” menores stocks estadounidenses (nunca es tarde, pero).

No obstante, el cambio de pronósticos climáticos para Sudamérica, ahora con lluvias más alentadoras, volvió a generar un mercado más expectante y precios con una dirección nuevamente errática. La situación en Medio Oriente agrega incertidumbre y, en China, el paquete de estímulos a su economía anunciados por el gobierno por ahora solo genera limitadas expectativas y no pocas dudas. Así las cosas, el clima en Sudamérica se constituye en un factor clave a monitorear en las próximas semanas.

Brasil seguirá dependiendo del trigo importado, en medio de otra cosecha insuficiente para las necesidades de sus molinos

En semejante contexto, el productor argentino debe lidiar (además de con el clima) con algunas cuestiones muy complejas de ponderar. Veamos. En la plaza triguera hay noticias que admiten cierta dosis de optimismo, toda vez que la cosecha en Rusia plantea dudas; en EE.UU. el 40% del área de los trigos de invierno está sufriendo sequía, y que los stocks globales del cereal en manos de los países exportadores se ubicarían en niveles muy ajustados.

Sin embargo, los precios FAS forward que ofrecen en el nivel local los compradores para diciembre/enero se corresponden con valores FOB poco competitivos internacionalmente y demuestran una no recomendable dependencia de Brasil. Ello es peligroso, ya que nuestros vecinos anunciaron un aumento en la cuota de importación de trigo extra Mercosur libre de aranceles (de 750.000 a 1.000.000 de toneladas) y durante lo que va de 2024 redujeron fuertemente el abastecimiento de la Argentina, aumentando compras en Rusia, Uruguay y en Paraguay.

Para el maíz del ciclo 2024/2025, en nuestra opinión, se presenta el escenario de precios más amigable. La gran cosecha estadounidense ya está contabilizada por el mercado, pero Brasil seguramente repetirá el recorte verificado este año en su safrinha por demoras en los tiempos de cosecha de la soja, que es el cultivo antecesor, y en la Argentina se estima un ajuste de área muy significativo y un aumento del consumo interno. No obstante, es importante señalar que los valores FAS forward que se manejaron los primeros días de esta semana equivalen a precios FOB casi récord para abril (en materia de premios sobre Chicago mayo). Un tema para seguir con mucha atención.

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La plaza sojera, en cambio, es la que presenta el escenario más complicado para la nueva campaña. La cosecha estadounidense ya puede decirse que es récord, mientras que jugar en contra del clima en Brasil es temerario. La zona núcleo en dicha nación (Mato Grosso, Goiás y Mato Grosso do Sul) suele recibir 3000 milímetros de lluvias entre septiembre y marzo. De hecho, las mismas ya están llegando y los pronósticos son buenos. Para completar el complejo panorama para 2025, la intención de siembra de soja en la Argentina crecerá fuertemente.

El autor es presidente de Nóvitas SA

La llegada de las lluvias al centro de Brasil, necesaria para la siembra de soja, es un factor clave a monitorear en las próximas semanas; en tanto, EE.UU. sigue levantando una cosecha abundanteLA NACION

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