Nuevas explosiones durante el funeral de personas muertas por estallido de bípers en Líbano: 3 muertos

Hubo varias explosiones el miércoles durante el funeral de tres miembros de Hezbollah y un menor de edad muerto por explosiones de buscapersonas, según periodistas de Associated Press en el lugar.

En principio se había reportado un muerto pero luego esa cifra se incrementó a 3 y más de 100 heridos, informó el Ministerio de Salud libanés de acuerdo con los primeros reportes.

El canal de televisión de Hezbollah, Al Manar, reportó explosiones en varios lugares de Líbano, y un funcionario de Hezbollah dijo a The Associated Press que walkie-talkies usados por el grupo estallaron.

El funcionario habló a condición de anonimato al no estar autorizado para hablar públicamente del tema.

Las nuevas explosiones ocurren en medio de gran confusión e indignación en Líbano por los estallidos de los bípers el martes, que parecían ser una compleja operación israelí contra Hezbollah. Por lo menos 12 personas murieron, entre ellas dos menores de edad, y unas 2.800 resultaron heridas.

En tanto, la Agencia Nacional de Noticias (ANN) informó del fallecimiento de tres personas por una de las deflagraciones en la localidad de Sahmar, en el oriental Valle de la Bekaa, al tiempo que informó de otros incidentes del mismo tipo en Maryayoun (sur), Hosh al Ghanam (este) o Tiro (sur).

También se han registrado explosiones en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, donde un testigo que pidió el anonimato confirmó cómo una detonación de baja intensidad sacudió un vehículo del que salieron dos pasajeros completamente cubiertos en “sangre”.

Otro testigo afirmó que varias viviendas en ese extrarradio capitalino han sufrido incendios, mientras que las medidas de seguridad han sido intensificadas en la zona coincidiendo con el vuelo de al menos un dron.

“Estamos respondiendo con 30 equipos de ambulancias a múltiples explosiones en diferentes áreas, incluyendo el sur del Líbano y el Valle de la Bekaa”, afirmó la Cruz Roja libanesa en su cuenta de X, al agregar que su persona se encuentran en “alta alerta” y “listo para intervenir”.

El Ejército libanés también ha pedido a la población en un escueto mensaje que no se agolpe en los puntos donde se han producido “incidentes de seguridad” para permitir el paso de los equipos médicos.

Las áreas afectadas están controladas por el grupo chií libanés Hizbulá, como ya ocurrió con las explosiones en cadena que el martes se originaron en miles de buscapersonas en manos de miembros del movimiento y que causaron al menos doce muertos, y 2.800 heridos, según el último balance oficial.

Ese ataque fue atribuido a Israel tanto por el Gobierno libanés como por Hizbulá, y causó también víctimas civiles.

Por el momento, se desconoce si la nueva oleada tiene una magnitud similar o si se trataría de un suceso de menor envergadura.

La trata detrás de las explosiones de los pagers en Líbano y Siria

Cientos de buscapersonas portátiles (pagers) explotaron casi simultáneamente en Líbano y partes de Siria el martes, matando al menos a nueve personas, incluidos miembros del grupo armado libanés Hezbollah y a una niña, e hiriendo al embajador iraní, dijeron funcionarios del gobierno y de Hezbollah.

Las autoridades apuntaron a Israel en lo que pareció ser un ataque sofisticado y remoto que hirió a más de 2.700 personas en un momento de crecientes tensiones en la frontera con Líbano. El ejército israelí se negó a hacer comentarios.

¿Cómo ocurrió el ataque?

Los expertos sugieren que los dispositivos podrían haber sido manipulados en origen, es decir, antes de llegar al Líbano. Se cree que Israel implantó explosivos en un lote de unos 3.000 pagers, que se detuvieron en un país cercano durante tres meses. Estos explosivos se habrían colocado junto a la batería de cada dispositivo, lo que explicaría el sobrecalentamiento previo a la explosión.

El papel de la empresa taiwanesa Gold Apollo

Según el New York Times, Hizbulá encargó los pagers a Gold Apollo, pero la empresa negó haber fabricado los dispositivos. En su lugar, señaló que la responsable de producirlos es la compañía BAC, con sede en Budapest. Gold Apollo afirmó que solo proporcionó la autorización de la marca registrada y no estuvo involucrada en el diseño ni la fabricación del producto.

La vulnerabilidad de la cadena de suministro

Este tipo de ataques es una preocupación en el campo de la ciberseguridad, ya que aprovechan las relaciones de confianza entre organizaciones y partes externas. Los atacantes pueden comprometer proveedores digitales de servicios externos para infiltrarse en una organización objetivo. En este caso, el ataque podría haber sido realizado mediante un mensaje falso que activaba los explosivos de forma remota.

Consecuencias y lecciones aprendidas

El ataque en Líbano es un recordatorio de la importancia de la seguridad en la cadena de suministro. Las organizaciones deben ser conscientes de los riesgos potenciales y tomar medidas para protegerse contra ataques cibernéticos. Esto incluye monitorear las relaciones con proveedores y socios, y asegurarse de que los dispositivos y software utilizados sean seguros y confiables.

Hubo varias explosiones el miércoles durante el funeral de tres miembros de Hezbollah y un menor de edad muerto por explosiones de buscapersonas, según periodistas de Associated Press en el lugar.
En principio se había reportado un muerto pero luego esa cifra se incrementó a 3 y más de 100 heridos, informó el Ministerio de Salud libanés de acuerdo con los primeros reportes.
El canal de televisión de Hezbollah, Al Manar, reportó explosiones en varios lugares de Líbano, y un funcionario de Hezbollah dijo a The Associated Press que walkie-talkies usados por el grupo estallaron.
El funcionario habló a condición de anonimato al no estar autorizado para hablar públicamente del tema.
Las nuevas explosiones ocurren en medio de gran confusión e indignación en Líbano por los estallidos de los bípers el martes, que parecían ser una compleja operación israelí contra Hezbollah. Por lo menos 12 personas murieron, entre ellas dos menores de edad, y unas 2.800 resultaron heridas.
En tanto, la Agencia Nacional de Noticias (ANN) informó del fallecimiento de tres personas por una de las deflagraciones en la localidad de Sahmar, en el oriental Valle de la Bekaa, al tiempo que informó de otros incidentes del mismo tipo en Maryayoun (sur), Hosh al Ghanam (este) o Tiro (sur).
También se han registrado explosiones en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, donde un testigo que pidió el anonimato confirmó cómo una detonación de baja intensidad sacudió un vehículo del que salieron dos pasajeros completamente cubiertos en “sangre”.
Otro testigo afirmó que varias viviendas en ese extrarradio capitalino han sufrido incendios, mientras que las medidas de seguridad han sido intensificadas en la zona coincidiendo con el vuelo de al menos un dron.
“Estamos respondiendo con 30 equipos de ambulancias a múltiples explosiones en diferentes áreas, incluyendo el sur del Líbano y el Valle de la Bekaa”, afirmó la Cruz Roja libanesa en su cuenta de X, al agregar que su persona se encuentran en “alta alerta” y “listo para intervenir”.
El Ejército libanés también ha pedido a la población en un escueto mensaje que no se agolpe en los puntos donde se han producido “incidentes de seguridad” para permitir el paso de los equipos médicos.
Las áreas afectadas están controladas por el grupo chií libanés Hizbulá, como ya ocurrió con las explosiones en cadena que el martes se originaron en miles de buscapersonas en manos de miembros del movimiento y que causaron al menos doce muertos, y 2.800 heridos, según el último balance oficial.
Ese ataque fue atribuido a Israel tanto por el Gobierno libanés como por Hizbulá, y causó también víctimas civiles.
Por el momento, se desconoce si la nueva oleada tiene una magnitud similar o si se trataría de un suceso de menor envergadura.
La trata detrás de las explosiones de los pagers en Líbano y Siria
Cientos de buscapersonas portátiles (pagers) explotaron casi simultáneamente en Líbano y partes de Siria el martes, matando al menos a nueve personas, incluidos miembros del grupo armado libanés Hezbollah y a una niña, e hiriendo al embajador iraní, dijeron funcionarios del gobierno y de Hezbollah.
Las autoridades apuntaron a Israel en lo que pareció ser un ataque sofisticado y remoto que hirió a más de 2.700 personas en un momento de crecientes tensiones en la frontera con Líbano. El ejército israelí se negó a hacer comentarios.
¿Cómo ocurrió el ataque?
Los expertos sugieren que los dispositivos podrían haber sido manipulados en origen, es decir, antes de llegar al Líbano. Se cree que Israel implantó explosivos en un lote de unos 3.000 pagers, que se detuvieron en un país cercano durante tres meses. Estos explosivos se habrían colocado junto a la batería de cada dispositivo, lo que explicaría el sobrecalentamiento previo a la explosión.
El papel de la empresa taiwanesa Gold Apollo
Según el New York Times, Hizbulá encargó los pagers a Gold Apollo, pero la empresa negó haber fabricado los dispositivos. En su lugar, señaló que la responsable de producirlos es la compañía BAC, con sede en Budapest. Gold Apollo afirmó que solo proporcionó la autorización de la marca registrada y no estuvo involucrada en el diseño ni la fabricación del producto.
La vulnerabilidad de la cadena de suministro
Este tipo de ataques es una preocupación en el campo de la ciberseguridad, ya que aprovechan las relaciones de confianza entre organizaciones y partes externas. Los atacantes pueden comprometer proveedores digitales de servicios externos para infiltrarse en una organización objetivo. En este caso, el ataque podría haber sido realizado mediante un mensaje falso que activaba los explosivos de forma remota.
Consecuencias y lecciones aprendidas
El ataque en Líbano es un recordatorio de la importancia de la seguridad en la cadena de suministro. Las organizaciones deben ser conscientes de los riesgos potenciales y tomar medidas para protegerse contra ataques cibernéticos. Esto incluye monitorear las relaciones con proveedores y socios, y asegurarse de que los dispositivos y software utilizados sean seguros y confiables.La Voz

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