Reseña de “Ruta de escape”: peripecias de un criminal nazi
Otto Wächter –mano derecha de Hans Frank, el gobernador general de la Polonia ocupada por el nazismo–, abogado y SS-Gruppenführer (rango militar equivalente al de general), acusado de asesinatos masivos, genocidio y crímenes contra la humanidad, fue uno de los tantos jerarcas nazis que, en medio de la rendición alemana, huyó con documentos falsos.
Curiosamente, cuatro años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, usaba como alias el nombre de un importante ingeniero que trabajó para Hitler y se encontraba en Roma, bajo cobertura del Vaticano, una protección imprescindible para quienes aspiraban a radicarse en Sudamérica, donde gobernaban “líderes comprensivos”, como Juan Domingo Perón.
La ciudad era un nido de espías de todas las nacionalidades, y Wächter temía ser descubierto. En ese contexto, enfermó, fue hospitalizado y murió. Durante décadas, la familia creyó que había sido envenenado. ¿Estaban en lo cierto?
En Ruta de escape, Philippe Sands (Londres, 1960) reconstruye vida, obra, pasión, muerte y legado de Wächter a partir de los documentos atesorados por uno de sus hijos –más de 8.600 páginas de cartas de sus padres, diarios y memorias de su madre, fotos y recortes de periódicos–, que considera que su padre formó parte de un sistema criminal sin serlo personalmente, y la visión contrastante que ofrecen otros testigos de los hechos, sobre todo el hijo de Frank, que reconoce que su padre fue un asesino. También se basa en otros archivos accesibles… Los papeles del Papa Pio XII, por ejemplo, no están disponibles.
El abuelo materno de Sands, Leon Buchholz, que perdió a casi toda su familia en el Holocausto, vivía en la misma ciudad que los juristas que, en los juicios de Núremberg, definieron los conceptos de “genocidio” y “crímenes contra la humanidad”, Hersch Lauterpacht y Raphael Lemkin. En la Polonia dominada por los nazis, esa ciudad se llamaba Lemberg, y su gobernador, entre 1942 y 1944, fue Wächter. La historia del abuelo y los juristas fue narrada en Calle Este-Oeste (2017). Ahora le toca el turno al desaparecido Wächter: “Yo quería saber qué había sido de él, si se había hecho justicia. Y para ello no dejaría piedra sin remover”, confiesa Sands.
Efectivamente, ha llegado a conocer tal infinidad de detalles que el relato puede detenerse en minucias y volver a ellas desde distintos ángulos en diferentes momentos de la investigación, cuando un nuevo descubrimiento permite hacer otra valoración de aquel pequeño detalle que antes no había sido considerado de importancia. Y para cada uno de esos giros, Sands sabe buscar el especialista/colaborador más pertinente. Wächter dejó muchas huellas de sus peripecias y Sands las ha podido reconstruir admirablemente.
- Ruta de escape. Philippe Sands. Anagrama. 560 páginas. Precio: $ 2.195