Para los empresarios cordobeses, si hay cambios serán después de noviembre
Cualquiera sea el resultado de las Paso, para referentes del empresariado cordobés no habrá cambios en la política económica en el corto plazo, por lo menos hasta que pase el próximo turno electoral del 14 de noviembre.
De todas maneras, la necesidad de fijar políticas que regeneren la confianza e impulsen la inversión fue un factor considerado prioritario, ante una consulta de La Voz en la previa de la jornada electoral.
Para eso, el primer paso que debería dar el Gobierno es cerrar un acuerdo “consistente” con el Fondo Monetario Internacional, coincidieron, pero también seguir con atención el efecto inflacionario de la política monetaria.
“El mundo no se detiene, el lunes (por mañana) comienza el proceso electoral de noviembre”, plantea desde el vamos Beatriz Bederián, presidenta de la Cámara de la Madera de Córdoba. “Con una tasa de inflación elevada la salida es compleja”, reflexiona, por lo cual insta a “pensar en un escenario de mediano y largo plazo”.
En ese sentido, la empresaria confía en que por formación del ministro de Economía, Martín Guzmán, de reciente paso por Córdoba. “Él habla de tranquilizar al mercado, diferir aumentos tarifarios y controlar precios”, dijo, “y caminar hacia un mayor equilibrio fiscal”.
El riesgo del resultado
Eduardo Borri, su par de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, coincidió en que si bien el resultado de hoy puede provocar reacciones en los mercados financieros –”siempre asustadizados”, comentó–, esa posibilidad también es reducida porque los operadores “ya descontaron los riesgos de la elección”.
“Un corrimiento en el tipo de cambio, por ejemplo, no se va a dar después de estas Paso sino, en todo caso, tras las elecciones definitivas del 14 de noviembre”, entendió el empresario. Miguel Hammes, titular de la Cámara del Calzado, acompañó esa impresión.
Para Borri, también vinculado a la producción de maquinaria agrícola, las chances de una “radicalización” del discurso, no van a ir más allá de lo que ya exhibió Cristina Fernández al hablar en el acto de cierre de campaña.
“El margen de maniobra para tomar medidas extremas, radicalizadas, no es alto porque les quitaría votos de sectores de la sociedad con los que ganaron en 2019, que esperan posiciones moderadas”, elaboró el empresario.
La “radicalización”
Si el kirchnerismo gana, “siguen con este plan, pese a lo que se dice, que no tienen plan”, agrega Hammes. Cuando asumió “el presidente dijo que iba gobernar para los que lo votaron. Lo demás que sufran un poquito. Mi conclusión hasta diciembre no puede haber otra cosa”.
Manuel Tagle, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, evaluó que tal como está planteada la economía, “pase lo que pase en la elección, habrá una cierta radicalización hacia el populismo, los controles del Estado e intervenciones en la economía”.
¿La razón? “Están condicionados con el enorme gasto público que han tenido durante el proceso electoral y no tienen más alternativa que cubrirlo con emisión de moneda”, menciona el directivo. La consecuencia: una escalada inflacionaria, señaló.
Precisamente, la señal que hacia la actividad económica deje esta elección es central, apunta Gabriela Moreno, presidenta de la Asociación de Industriales de la Alimentación (Adiac).
“La economía de un país responde a expectativas, a previsibilidad, y a cualquier situación incluidas las próximas elecciones. Tanto las elecciones primarias como las definitivas traen inestabilidad”, indicó la empresaria.
Por ese motivo, “hasta no tener claro cómo va a quedar conformado el poder legislativo, la economía seguirá sin saber cuál es el rumbo que va a tomar nuestro país”, explicó.
De cualquier manera, la heterogeneidad de la economía hace que los efectos poselectorales sean diversos, “hay sectores que se acomodaron y están en expansión, por lo cual dependen de las expectativas” y otros “más deprimidos” para los cuales es difícil que se produzcan cambios, advirtió José Viale, titular de la Cámara de Comercio de Córdoba.
“Un buen resultado electoral de alguna corriente más favorable al mercado o al libre comercio incentivará las expectativas, en cambio si triunfa un sector más intervencionista, se desalienta la inversión y consecuentemente desacelerara la expansión”, evaluó.
Viale coincide con Borri en que no habrá cambios inmediatos en la economía, en parte también porque no se eligen cargos ejecutivos, salvo que se imponga muy abrumadoramente un sector con lo cual incidiría en las expectativas para 2023, apuntó.
El mundo también juega
Miguel Zonnaras, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, advirtió que en gran medida la reacción de la economía depende de lo que suceda en el mundo con la logística y con la pandemia. “Son de seis a 10 meses de problemas”, apuntó, lo que obliga a realizar “un monitoreo” en función también de si recrudece o no la cantidad de contagios.
“Si no sucediera, los procesos de recuperación en el mundo van a ir transitando a un periodo de crecimiento y normalización. Ahí hay que ver cuánto recalentamiento va a ver en las economías, en las demandas y en qué nivel responden las ofertas”, dijo, un partido que también juega la Argentina.
¿Un acuerdo poselectoral con el FMI es clave? “Sí”, dice Tagle. “Si los preconceptos ideológicos son más fuertes que la conveniencia económico-financiera del país, habrá problemas porque no tendremos financiamiento para encontrar una salida. Se debe arreglar con convicción y definición clara sobre lo que representa para el país. Si no es así, un acuerdo, aunque se alcance, no será sustentable en el corto y mediano plazo”, alertó.
“Somos todos”
Zonnaras consideró que en la economía interna, “va a seguir el comercio administrado” y planteó que la inflación corre riesgo de un mayor crecimiento por el agotamiento de la capacidad instalada en sectores industriales con demanda. Asimismo, evitar un retraso mayor en el tipo de cambio oficial para evitar impedimentos en las exportaciones.
Para Bederián, Guzmán “seguramente tratará de cerrar un acuerdo con el FMI porque con los actuales desequilibrios se complejiza totalmente la macro”. Pero aún así, para la dirigente lo principal es “diseñar estrategias que permitan recuperar la confiabilidad interna y externa; hay que inaugurar una etapa con un modelo de diálogo con todos los sectores y pluralidad. Esto no es los unos o los otros, acá somos todos”, anheló.