Ecosan, otra pyme que ingresa al mercado cordobés de las viviendas industrializadas
La constructora Ecosan entrará en los próximos meses a un mercado que está en sus inicios en Córdoba: las viviendas industrializadas.
Esta firma, con sede en Buenos Aires y una de sus plantas de producción en la capital cordobesa, fue la encargada de desarrollar el predio modular del Hospital San Roque y los centros de atención para Covid-19 de la cárcel de Bower y de algunas zonas turísticas como Santa Rosa de Calamuchita, Punilla y Mina Clavero.
Este año, la compañía dedicada a la construcción “en seco” puso en marcha otra unidad de negocios: compra terrenos en barrios cerrados y countries y vende el lote con el desarrollo de casas de 180 metros cuadrados, destinadas a sectores de ingresos altos y medio-altos, bajo un esquema “llave en mano”.
Bajo esta iniciativa, tiene en armado seis viviendas en Buenos Aires, donde por las restricciones que trajo el virus Covid-19 aumentó la demanda de casas. En este marco, ya compró cuatro terrenos en Córdoba para hacer lo mismo, en los próximos meses.
“A nivel mundial y en Argentina, se corrió una barrera cultural y se produjo un gran cambio de criterio. Hay un sector medio y medio alto de la población que valora la construcción modular por su eficiencia energética, el menor impacto ambiental y porque, gracias a sus características, no tiene mayores costos adicionales”, explica Juan Pablo Rudoni, presidente de Ecosan.
Según el ejecutivo, el costo parte de 600 dólares el metro cuadrado. Una vivienda de 180 metros cuadrados tarda cinco meses en construirse, contra un año del sistema tradicional. El mayor cambio es la estructura metálica y los paneles, ya que el resto de la casa lleva los componentes habituales de un hogar.
Mientras tanto, tienen en preparación una propuesta, que prevé lanzar durante el segundo semestre, basada en casas industrializadas en barrios abiertos para clase media, con financiamiento a 10 años.
Desde Córdoba al interior
Ecosan comenzó hace 25 años, cuando su titular invirtió 20 mil dólares para comprar una camioneta, emplear a una persona y comprar los elementos para armar seis baños químicos.
Actualmente, tiene 250 empleados y realiza obras en todo el país, principalmente hospitales (su producto más solicitado), oficinas, laboratorios, viviendas industrializadas, soluciones en viviendas para minería, campamentos para catástrofes ambientales, arquitectura comercial, aulas, estaciones de reciclado, baños y cabinas de vigilancia.
Córdoba no es un territorio desconocido para Rudoni. Sobre la Circunvalación, tiene una planta de 2.000 metros cuadrados, sobre un predio de 15.000 metros cuadrados, con 25 personas. Desde esta ciudad se hacen las estructuras metálicas (el resto de los elementos vienen desde Buenos Aires) para obras que se desarrollaron en la provincia, como también otros proyectos como lo que hizo en Chaco, Santa Fe y Formosa.
La capacidad productiva de la planta cordobesa es de 2.500 metros cuadrados por mes. Desde el año pasado hasta la actualidad, ha realizado estructuras para 4.000 metros cuadrados.
“De todas maneras, la capacidad de Ecosan es mucho mayor. Hemos llegado a desarrollar 11.000 metros cuadrados de hospitales modulares en 30 días en 11 lugares diferentes, con una dotación total de mil personas”, asegura Rudoni.
Ecosan facturó el año pasado 50 millones de dólares y para este año proyecta crecer 30 por ciento, dado que advierte un alza en la demanda y una mayor apertura de las personas a la construcción industrializada.
En Córdoba, el mercado de la vivienda industrializada es aún incipiente, que incluye desde grandes jugadores hasta pequeñas empresas, como son Steelplex (Grupo Edisur), Vilahouse o Grupo Grandio.
“Todo el desarrollo que se hizo de hospitales modulares, obligados por la pandemia, puso en vidriera a la construcción modular, y se comenzó a posicionar como una alternativa sustentable y de calidad que está cambiando la forma de pensar la construcción en las generaciones nuevas”, agrega el ejecutivo.