En mayo, la actividad industrial volvió a pisar el freno
La actividad industrial volvió a mostrar señales de estancamiento en mayo, como lo viene haciendo desde abril pasado.
Así lo indica el Índice de Producción Industrial (IPI) de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), que en el quinto mes del año creció 32,8 por ciento en la comparación interanual, pero registró bajas de 1,1 por ciento frente a abril con estacionalidad y 1,3 por ciento desestacionalizado.
Según el indicador, el movimiento productivo en el país se mantiene por encima de mayo del año pasado, cuando las restricciones para frenar el ingreso del virus Covid-19 habían paralizado a buena parte de la industria.
El sector que llevó la delantera fueron las terminales automotrices, que registraron un avance de 119 por ciento. El único rubro que achicó su producción en la comparación interanual fue papel y celulosa, con un retroceso de 4,1 por ciento.
Pero la recuperación que comenzó a mediados de 2020 llegó hasta marzo. En abril, el indicador ya mostró una baja respecto al mes anterior de 1,4 por ciento, por lo cual mayo registró la segunda caída mensual consecutiva.
Al respecto, Fiel explica este freno en la actividad industrial por el impacto de la segunda ola de la pandemia. Tal es el caso de la falta de oxígeno industrial, cuya producción se derivó en su totalidad a la atención de los enfermos, que obligó a reducir la producción en rubros como minerales no metálicos (principalmente cemento) y metalmecánico.
Pero hay otros factores externos al coronavirus, como son los cortes en la provisión de gas natural, que incidieron en varias industrias, y la medida del Gobierno nacional de suspender la exportación de carne, que redujo el movimiento en los frigoríficos.
Con todo esto, los cinco primeros meses del año acumularon un crecimiento de 23 por ciento comparado con el período enero-mayo de 2020.
En este marco, el informe de Fiel proyecta: “La recuperación industrial muestra una ralentización más allá del impacto del Covid. Hacia los próximos meses, con una brecha de cambio –probablemente– más alta, aumentos de salarios y controles de precios de por medio, la venta de durables y bienes de capital sostendría su dinámica, aún enfrentando restricciones de oferta, incluyendo la importación de bienes”.
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