Maradona: la mano y el genio de Dios

Los dos goles de Diego Armando Maradona a los ingleses cumplen 35 años. No es un aniversario cualquiera, es el primero sin el protagonista de aquel 22 de junio de 1986 en el que Argentina venció a Inglaterra por 2-1 en cuartos de final del Mundial de México, el que terminaría ganando la selección argentina.

Ahora que Diego se fue de gira hace seis meses (el viernes se cumplirán siete), resulta difícil no tener aquella expresión llena de picardía que siempre sumaba un hecho nuevo a la leyenda de esos dos goles. Con el correr de los años, el significado de esos tantos varió y cada vez superaba más y más el marco de uno de los partidos decisivos en la ruta al título de México, el segundo tras Argentina 1978 y el primero fuera del país.

“Sí, una final…, porque nosotros, por todo lo que representaba, jugábamos una final contra Inglaterra. Era como ganarle más que nada a un país, no a un equipo de fútbol. Si bien nosotros decíamos antes del partido que el fútbol no tenía nada que ver con la Guerra de las Malvinas, sabíamos que habían muerto muchos pibes argentinos allá, que los habían matado como a pajaritos… Y esto era una revancha, era… recuperar algo de las Malvinas. Todos decíamos, en las notas previas, que no había que mezclar las cosas, pero eso era mentira, ¡mentira! No hacíamos otra cosa que pensar en eso, ¡un carajo que iba a ser un partido más!”.

La expresión del Diego de casi 60 años tenía poco de aquellas que pasaron a la posteridad como “la Mano de Dios” y “el gol soñado de chico en el Estrella Roja”, como definió respectivamente al 1-0 y 2-0 parcial de un partido que fue visto por 114.580 espectadores en el estadio Azteca y que llegó a tres mil millones de televidentes. Esos goles tipificaron dos conductas del potrero que había traído de su Villa Fiorito natal. Hizo un gol de vivo y el más divino.

La mano de Dios y “el mejor” gol

-Diego, ¿habrá sido “la mano de Dios”?

Gol de Maradona a los ingleses

-Sí, Habrá sido.

Tras el partido, el periodista de la agencia Ansa, Néstor Ferraro, le dio el pie y Diego “definió”, en una historia que dio origen a El partido, Argentina-Inglatera, el libro de Andrés Burgo. Años más tarde, en su programa “La noche del 10”, Maradona admitió por fin que había sido con la mano zurda. Fue el gol de “un ladrón que le roba a otro ladrón”, según el propio Diego, quien volvía sobre la invasión inglesa a Malvinas.

Poner la mano que desairó a Shilton fue el final de una jugada en la que había gambeteado a tres ingleses y que se interrumpió por un rechazo.

El 2-0 parcial fue el que no había podido hacer. Hacía unos años en Wembley, y ante Inglaterra, también se había gambeteado medio equipo inglés. “La tiré a un costado del arquero y se fue por muy poco. Mi hermano Hugo, ‘el Turco’, me dijo que amagara y luego la tocara. Así hice”, fue la explicación del “10”, para el mejor gol de la historia de los Mundiales, según la Fifa, directamente.

Gol de Maradona a los ingleses

Fueron 53 metros o 44 pasos, en 10 segundos, a 14,4 Kilómetros por hora, con 12 toques con la pierna izquierda y medio equipo inglés en el camino.

“Seguí porque no veía el hueco para dártela”, le explicó a Valdano, que venía acompañando. Gracias, Diego.

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