Para Sandleris, llega un tiempo con menos inflación, pero con retraso en salarios, tarifas y dólar
Tras una inflación que cerró en 13 por ciento en el primer trimestre, a mediados de año el ritmo de crecimiento de los precios será menor, pero eso no evitará que los salarios sigan perdiendo poder adquisitivo; en gran medida, será resultado del atraso cambiario y de las tarifas de los servicios públicos.
Las proyecciones pertenecen a Guido Sandleris, el último presidente del Banco Central en la gestión de Cambiemos, en la actualidad profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y socio de la consultora Mindy-Economics.
El economista participó este lunes de la presentación de la 27ª edición del Balance de la Economía Argentina que hizo el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Tras analizar el impacto de la pandemia del virus Covid-19, advirtió que en los próximos meses la gestión económica nacional mostrará “una película que ya vimos” en la última presidencia de Cristina Fernández. “El Gobierno acumulará distorsiones y desequilibrios, buscando llegar lo mejor posible a las elecciones (legislativas); luego tendrá que hacer correcciones”, recalcó durante una disertación que estuvo moderada por el periodista de La Voz Daniel Alonso.
Sólo como elemento nuevo, agregó Sandleris, sobrevendrá el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), necesario para hacer frente a los pagos de este año y de 2022 y que puede proveer de “un ancla” en las expectativas y ayudar a generar ciertas correcciones en la economía.
Al respecto, previno que los problemas económicos del país van mucho más allá de la pandemia. Entre 1970 y 2019, la economía de Argentina creció en promedio dos por ciento anual y, entre los países de la región, sólo Venezuela (que cayó 0,1 por ciento) se ubicó por debajo.
Para el economista, la causa es la dificultad que tiene para reducir el déficit fiscal, que termina generando crisis sucesivas. Entre 1970 y 2019 se registraron 45 años de números en rojo del sector público, con 37 años de déficit fiscal primario.
Tras la caída de 9,9 por ciento que terminó promediando la economía argentina en 2020, se esperaba para este año un período de recuperación de la actividad que finalmente se logrará, pero que no será la prevista. De hecho, Sandleris proyecta que este año el producto interno bruto (PIB) argentino se ubique 3,6 por ciento por debajo de 2019.
Profundización
Por su parte, el presidente de la Bolsa de Comercio, Manuel Tagle, previno que la economía nacional muestra “indicadores cada vez más preocupantes desde el punto de vista social y económico” y que son resultado de las “excesivas intervenciones del Gobierno, que buscan permitir llegar a las elecciones sin que las variables reflejen el desajuste que tienen las cuentas públicas”.
Por su parte, Fabio Ventre y Lucas Navarro, jefe de Investigaciones y director del IIE, respectivamente, aportaron que el problema es que la propia pandemia y las políticas que el Gobierno implementó para intentar poner un freno sólo agravaron los problemas estructurales.
“El freno a la movilidad, el mayor cierre de la economía y el agravamiento de las distorsiones (por las intervenciones estatales) generaron desincentivo a la creación de empleo formal privado”, agregó Navarro.
Desde el inicio de la pandemia se cerraron en Córdoba 2.150 empresas, lo que implica una reducción de 4,4 por ciento.
Sobre esto, el director del IIE concluyó: “Los factores clave ahora son la vacunación, la movilidad, la inflación y la evolución de los ingresos. Si no tomamos medidas de fondo, el estancamiento va a continuar”.
Proyección 2021: estancamiento
“El crecimiento ya terminó, ocurrió a finales del año pasado hasta diciembre. A partir de ahí, veo a la economía oscilando en los niveles de enero y febrero, lo cual genera un piso de crecimiento de 7,5 por ciento; y, si se complica por la pandemia, la expansión tal vez sea aun menor, en torno al 5,5 por ciento”, proyectó Sandleris.